Alfa Romeo revive el mítico 33 Stradale como una joya bella y decadente
De qué se trata
Es una recreación del legendario Alfa Romeo 33 Stradale de 1967, considerado como uno de los autos más avanzados de su tiempo y uno de los más bellos de la historia. Será en la modalidad fuoriserie, es decir, fabricado artesanalmente –“a medida”–, y en muy pocas unidades. Técnicamente es una coupé biplaza que por potencia y prestaciones califica como “superdeportivo”, ya que tiene 620 CV (en la versión V6 convencional) hasta 750 CV (en la opción eléctrica), una velocidad máxima declarada de 333 km/h y una aceleración de 0 a 100 Km/h en menos de 3 segundos.
Está basado sobre la plataforma del Maserati MC20, y sobre ella el equipo de diseño de Alfa Romeo comandado por el español Alejandro Mesonero-Romanos creó una espectacular carrocería que recrea los elementos estilísticos más distintivos del viejo 33 Stradale.
A qué apunta
Por un lado, a recuperar la mística de Alfa Romeo como creador de autos realmente excepcionales, como lo fue en su momento el 33 de 1967. Por otro, parece ser un negocio redondo aprovechar el lucrativo nicho de hiper-ricos dispuestos a pagar cifras millonarias por autos exclusivos. Un dato: el Maserati MC20 sobre el que está basado el nuevo 33 tiene un precio de U$S 275.000 y cada una de las 33 unidades del Alfa se venderán –como mínimo– a 2 millones de euros cada una. Las cuentas dan bien, ¿no?
Queríamos crear algo que estuviera a la altura de nuestro pasado, que sirviera a la marca y que enorgulleciera a la afición de alfistas. Este es nuestro primer fuoriserie desde 1969, y no será el último.
Rivales
Técnicamente no tiene que competir con nadie porque las 33 unidades ya están vendidas, pero por precio y exclusividad juega en una liga que incluye a los Pagani y Bugatti más caros, las Ferrari de la línea Icona (como la SP3) y algunos otros fabricantes artesanales como Pininfarina y De Tomaso.
Opinión
1. Espectacular y efectivo: Es uno de esos autos que a la gran mayoría le parecerá bellísimo, en buena parte por sus exóticas proporciones, pero también por la conexión emocional que generan todos los detalles que evocan al viejo y venerado 33. Muchos entusiastas y alfistis celebrarán esta jugada espectacular de Alfa Romeo, que momentáneamente vuelve a poner a la marca en la misma liga que Ferrari o Pagani. Y desde el punto de vista del negocio, es literalmente redondo, porque las 33 unidades ya estaban vendidas desde bastante antes de que el auto se presente en sociedad. Plin caja.
2. Manierista y decadente: desde otro punto de vista el auto es más cuestionable. Fundamentalmente porque tiene un propósito muy distinto del fabuloso 33 original, que era un derivado “de calle” (“Stradale”) de un auto de competición. Esta esta recreación, en cambio, nació como una “pieza de colección”, cuyo destino –casi con seguridad– será estar guardada en opulentos garajes apostando a que su cotización aumente o, en el mejor de los casos, a ser exhibido en muestras exclusivas. Es ni más ni menos que el (¿decadente?) concepto de auto-joya que busca generar un Efecto Veblen.
Y por el lado del diseño, más allá de su espectacularidad, representa una aplicación bastante banal del concepto retro, simplemente recubriendo unas magníficas proporciones con muchos elementos que en la versión de 1967 tenían una función (mecánica o aerodinámica) y aquí solamente son artificios decorativos, aplicados de una forma manierista. De aquel espíritu vanguardista, del 33 Stradale original, y de sus formas simples y honestas, poco ha quedado.
RT
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