El blog de la redacción de elDiarioAR
Apoya a elDiarioAR
Abril llega con una revista gratis de elDiarioAR
“Nadie está solo en abril”, dice Mimí en su agonía, con el fin del invierno en sus pulmones y en el tercer acto de La Bohème. Las estaciones son esos hitos naturales del cambio que tranquiliza por aquello de que los inviernos siempre se convierten en primaveras. Pero los cambios impuestos por la pandemia y la guerra hicieron lo evidente, urgente y trágico. En la limitación que impone el papel y los temas, desde elDiarioAR lanzamos el cuarto número de la revista y nos atrevemos a retratar esos cambios. En diversas formas y con distintas implicancias.
Tanto esta columna, como también la revista, podría haberse hecho con una lista larga de citas sobre el tema. De todas ellas hay una que resuena en las páginas que pronto llegarán a las socias y socios de elDiarioAR . Es la que traza una conexión con una definición de crisis. “La crisis consiste precisamente en que lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer”, escribe Antonio Gramsci. En este tiempo de cuestionamiento, acompañar los cambios y las transformaciones con la mirada pausada que permite la edición de una revista en papel es también parte del objetivo de elDiarioAR.
Lo hacemos como una manera de agradecerle a quienes mes a mes nos dan su apoyo económico. Con ese aporte de 490 pesos mensuales buscamos asegurarnos la independencia periodística. elDiarioAR no tiene dueños ocultos o con intereses más allá del de intentar hacer un periodismo sin condicionamientos de ningún tipo. Creemos que la información de calidad debe llegar a la mayor cantidad de personas, por eso quienes pueden pagar por ella aportan por quienes no pueden hacerlo.
Como reconocimiento a esa solidaridad, les enviaremos el próximo número de la revista que esta vez comienza con una inquietud. Si el mundo es un sistema interconectado, qué sucede entonces cuando algo se modifica. En escena aparecen las ovejas. La escritora y cronista María Sonia Cristoff se instaló en la Patagonia para abordar la disputa entre ellas y los pumas escapando al binarismo que busca hinchada. En las otras páginas vemos los cambios a través de preguntas. ¿Qué sucede cuando se vive en otro idioma? Miramos a las infancias y nos preguntamos si todo pasado (o el nuestro) fue mejor. También publicamos un texto sobre la identidad de género como territorio en discusión y con un testimonio que fluye fuera de los estereotipos. El cambio tan asociado al miedo a lo desconocido, a la necesidad de aferrarse a algo que aparenta firmeza, se lee en los ensayos sobre el arte y las maneras de leer.
Pensar un mundo de pistas falsas fue también parte de la tarea para elaborar este número de la revista. Las alteraciones físicas del Covid-19 tuvieron efectos concretos en la falta de olfato como el síntoma simbólico del inicio de la pandemia. Pero hubo otros más sutiles como el de los cambios sociales a los que aspiramos. Pensamos sobre las micro revoluciones del día a día para correrse del malestar. Y también nos metemos en lo que en la Argentina parece nunca cambiar: la búsqueda del dólar. Alejandro Seselovsky retrata el mutante oficio de los arbolitos.
Quizás dejar de olfatear obligó a repensar, escribe Eloísa Oliva en su crónica ensayística que también publicamos en el próximo número. “Pensar es olfatear”, cita a Pascal Quignard. Olfateamos, entonces, las rutinas, las ideas y las cosas para ofrecer esta nueva revista como una manera de agradecer a las socias y socios. Les comenzarán a recibir hacia fines de abril. Un ejercicio concreto en papel y con olor a tinta (sí, recuperamos los olores) para leer de otra manera. Un espacio de reflexión de una actividad solitaria, pero no individual. Porque, en definitiva, nadie está solo en abril y tampoco en el resto de los días. Nos leen en papel y si están interesados en apoyarnos como proyecto periodístico y, recibir la revista sobre cambios, todavía hay tiempo para asociarse. ¡Buen otoño!
SH
0