La construcción cayó un 2,9% en mayo: ¿Cómo impacta en el resto de la economía?
Después de haber caído fuertemente durante el mes de abril, la construcción, en mayo, profundizó su tendencia negativa ya que sufrió una baja del 2,9%, impulsada, principalmente, por la disminución en la producción de asfalto, hierro y aceros y ladrillos huecos. Si bien, hasta diciembre del año pasado, la actividad venía creciendo mes a mes de manera ininterrumpida, durante los primeros cinco meses del 2023, el sector retrocedió un 1,9% en comparación con el mismo período del año pasado.
Según el último informe “Indicadores de coyuntura de la actividad de la construcción” (ISAC) publicado por el INDEC, la construcción ha profundizado su desmejora durante los primeros cinco meses del año.
“Si se analizan las variaciones del acumulado durante los cinco primeros meses del 2023 en su conjunto en relación a igual período del año anterior, se observan subas de 18,5% en mosaicos graníticos y calcáreos; 14,1% en el resto de los insumos (incluye grifería, tubos de acero sin costura y vidrio para construcción); 11,2% en hormigón elaborado; 2,7% en placas de yeso; y 1,6% en cemento portland. Mientras tanto, se observan bajas de 18,3% en artículos sanitarios de cerámica; 16,0% en ladrillos huecos; 15,8% en pisos y revestimientos cerámicos; 8,1% en cales; 5,9% en yeso; 4,4% en asfalto; 1,3% en pinturas para construcción; y 0,1% en hierro redondo y aceros para la construcción” refleja el informe.
En términos interanuales, los insumos han tenido una gran disparidad en su interior. Por ejemplo, “Ladrillos huecos” ha sufrido una caída del 15,1%, “Asfalto” evidenció una disminución del 9,6% y “Hierro redondo y aceros para la construcción” ha tenido un comportamiento similar con una merma del 8,3%. Por otro lado, “Mosaicos graníticos y calcáreos” y “Placas de yeso” lideraron los incrementos con un 21,3% y 8,9%, respectivamente.
Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) aseguró que “desde el año 2020 hasta diciembre del año pasado veníamos creciendo de forma ininterrumpida en todos los aspectos, ya sea, salarios, materiales de construcción, insumos y demás. Todos estos ítems habían alcanzado récords históricos, impulsados tanto por la obra pública como por la obra privada”. Si bien la construcción sigue mostrando signos positivos “este año estamos viviendo una suerte de estancamiento y comienzo de declive, pero aún con altos niveles. La obra pública está sufriendo un poco más a causa de los problemas macroeconómicos que impactan en la inflación y la cadena de pagos, pero aún se mantiene. Sin embargo, si esto no se soluciona sí vemos una declinación más importante”.
¿Cuál es la relevancia de la industria de la construcción?
La industria de la construcción ha sido históricamente un pilar fundamental en la economía argentina. En tiempos de incertidumbre económica, como los que atraviesa el país actualmente, su papel adquiere aún mayor relevancia. A pesar de los desafíos que enfrenta el sector, la construcción se destaca como un generador de fuentes de trabajo y un impulsor de la actividad económica en el país.
Uno de los aspectos más destacados de la industria de la construcción es su capacidad para generar empleo de manera directa e indirecta. La construcción requiere una amplia gama de mano de obra, desde arquitectos e ingenieros hasta albañiles y trabajadores especializados. Si bien, durante los primeros cinco meses del año se evidencia una clara retracción en la actividad, aún, en números absolutos, el sector sigue manteniéndose en buenos niveles. Es por esto que, aún en la retracción, el rubro sigue demandando personal, lo que a su vez contribuye a reducir los niveles de desempleo y a impulsar el consumo interno.
Dicho sector no solo genera empleo en sí mismo, sino que también tiene un efecto multiplicador en otros sectores económicos. El dinamismo de la construcción implica una relación directa en la demanda de materiales, lo que beneficia a la industria manufacturera y a los proveedores de insumos. Además, el impulso en la construcción de viviendas y obras de infraestructura estimula el consumo de bienes durables, como electrodomésticos y muebles, generando así un impacto positivo en la economía en general.
En este sentido, si bien el comportamiento del sector -en términos de actividad- ha mostrado signos de debilidad, el desempeño de este rubro dentro del mercado laboral ha sido mucho más firme.
Según datos del ISAC, los puestos de trabajo de asalariados registrados en el sector privado han crecido un 15,6% interanual en abril. A su vez, en el período enero-abril de este año, la suba acumulada en los puestos de trabajo registrados ha alcanzado el 14,8%.
El último dato oficial ligado al empleo -abril- da muestra de que 479.223 personas están trabajando de manera formal en la industria de la construcción. En este sentido, el ministro de Economía, Sergio Massa aseguró, en la última convención anual de la CAMARCO que “la Argentina terminó en 2019 solamente con 300 obras y menos de 250.000 trabajadores en el sector. Hoy son más de 450.000”.
A su vez, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) muestra que, la construcción es el sector más dinámico en estos términos: entre febrero 2020 -pre pandemia- y abril del 2023 fue el sector que más empleos generó en términos relativos -21,7% fue el crecimiento.
Dentro de este marco, la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y la CAMARCO acordaron un aumento del 29,6% para los meses de julio, agosto y septiembre. De esta manera, el incremento acumulado para el semestre marzo-septiembre alcanzará el 58%.
En este aspecto, cabe resaltar que el incremento salarial acordado para los trabajadores formales de la industria de la construcción se encuentra dentro de los más elevados durante este año. Dentro de este mismo grupo se encuentra el gremio de los petroleros, que logró un aumento salarial del 82,5% programado entre julio de este año y marzo del 2024 -a esto se le suma el 25% alcanzado entre marzo y mayo de este año. También se encuentran los trabajadores de SMATA -gremio de los trabajadores de las terminales automotrices-, quienes durante el primer semestre lograron un incremento de casi el 44%. Julio será un mes clave para el desenvolvimiento de las paritarias del resto de los sectores.
Por otro lado, los trabajadores del sector de la construcción también han estado dentro del grupo con mayores incrementos salariales para aquellos trabajadores que están fuera de convenio. Según un informe de la consultora Mercer, publicado en Forbes Argentina, dentro de las doce industrias que prevén otorgar los mayores incrementos -fuera de convenio- se encuentra “ingeniería y construcción” solo superado por “bancos” y “servicios financieros”.
“La construcción es un sector muy dinámico que aporta mucho al crecimiento de la economía, no solo desde la generación de puestos de trabajo, sino que también contribuye no demandando dólares ya que la mayoría de los insumos son locales. En este sentido, descomprime la presión que hay sobre las divisas tanto por el lado de la demanda como por el lado de la oferta -cuando se realizan desembolsos para invertir en el sector”, concluyó Gustavo Weiss.
En un contexto en el cual la escasez de dólares comienza a aparecer como un escollo importante a la hora de fomentar la actividad económica, la industria de la construcción se posiciona como un motor clave para la reactivación de Argentina. Su capacidad para generar empleo, estimular la cadena productiva y promover la inversión en infraestructura la convierten en un sector estratégico en momentos de inestabilidad económica. Impulsar la construcción no solo beneficiará a la industria en sí misma, sino que también contribuirá al crecimiento y desarrollo sostenible de la economía argentina en su conjunto. El desarrollo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y de Vaca Muerta son algunos ejemplos de como puede contribuir la construcción al desarrollo industrial del país.
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