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Los electrónicos fueguinos empiezan a tributar un 3% adicional, pero sus fabricantes descartan que por ahora impacte en los precios

Celulares, uno de los productos ensamblados en Tierra del Fuego.

Alejandro Rebossio

31 de diciembre de 2021 10:49 h

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A partir de este sábado, los fabricantes de productos electrónicos masivos de Tierra del Fuego - allí se ensamblan celulares, televisores, aires acondicionados y microondas- deberán aportar un Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP) de la provincia un monto que equivale al 3% de sus costos. En la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) aseguran que “no se puede dar por hecho que ese aporte se trasladará a los precios, habrá que ver qué pasa en el mercado, si la demanda está dispuesta a convalidar algo así o no”. Entre los socios de Afarte, que representa a los productores fueguinos, figuran los tres más grandes, Newsan (de Rubén Cherñajovsky), BGH (de las familias Hojman y Teubal) y Mirgor (de Nicolás Caputo), y otros como Fapesa, Midea Carrier, Radio Victoria y Electro Fueguina, pero no la holandesa Philips.

“Desde Mirgor no estamos previendo que haya un impacto en los precios de los productos terminados”, descartaron en la empresa de Caputo, el amigo de Mauricio Macri. En BGH descartan que los artículos vayan a encarecerse por el FAMP, cuyos fondos serán destinados para la reconversión productiva de la isla para que deje de depender tanto de la electrónica de consumo masivo, un sector que crea empleo pero es tan poco competitivo que no exporta nada y sólo abastece al mercado interno. La electrónica fueguina emplea a 8.500 personas, el 29% del trabajo privado en la provincia. “Lo que queremos nosotros y el Gobierno es que no suban los precios, y estamos trabajando para eso”, comentan en BGH. Además, calculan que el aporte representa sólo el 3% de sus costos, frente al 50% que suponen los kits de piezas para ensamblar. Estos conjuntos duplicaron su valor en el último año porque por la pandemia en el mundo escasearon los chips, el presupuesto en fletes se multiplicó por diez, las materias primas como el cobre y el aluminio se encarecieron alrededor del 60% y el dólar oficial, al que se importan los componentes, subió 22%. 

“En este contexto, ese 3% de costos se diluye totalmente y no creo que impacte en los precios”, evalúan en la misma firma. Además advierten que en la cuarentena de 2020 las personas que podían se equiparon con productos electrónicos, adelantaron consumos y ahora ya no necesitan adquirirlos y prefieren gastar en turismo, por ejemplo, con lo que el sector predice que deberá ser más competitivo e innovador para sostener las ventas en 2022. De por sí, el consumo de estos productos se encuentra entre 20% y 25% por debajo de sus mejores tiempos, hasta 2015 inclusive, cuando la devaluación de aquel año blanqueó el empobrecimiento del bolsillo argentino.

En Philips coinciden que en el corto plazo la creación del FAMP no impactará en los precios, pero advierten de que sí lo hará en el mediano o largo plazo. “Tarde o temprano, ese aporte se trasladará al precio. Ahora no lo trasladarás porque está normalizándose el costo de las materias primas, los componentes, los chips, el flete están bajando un poco y podés compensarlo. O porque hay mucha competencia en un mercado empobrecido. Pero con el tiempo impactará”, admiten.

El FAMP será gestionado por los gobiernos nacional y fueguino y se destinará a proyectos de agricultura, ganadería y pesca, silvicultura y actividades industriales conexas, actividades agroindustriales, turismo; actividades logísticas vinculadas con la Antártida y las islas del Atlántico Sur; hidrocarburos y sus derivados, incluido la petroquímica, la economía del conocimiento y otros sectores que amplíen la matriz productiva. Fue creado por el decreto 727/2021 de Alberto Fernández, que extendió el régimen de promoción de la electrónica fueguina, que vencía en 2023 y que ahora durará hasta 2038. Pero el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que siempre había sido crítico del régimen, aceptó prorrogarlo con la condición de que contribuyera a ampliar la matriz productiva de la isla. Por eso se creó el FAMP, que por ley entra en vigencia este 1º de enero pero aún no fue reglamentado. 

El fondeo comienza a regir ste sábado, pero antes cada empresa debe adherir al nuevo régimen y para eso tienen plazo hasta el 26 de abril próximo. Si no se suman, perderán la protección a partir de 2023. Por eso está claro que se unirán y a partir de ese momento deberán girar la plata al FAMP en forma retroactiva al 1º de enero. Para más información sobre cómo funciona el régimen fueguino, se puede consultar una investigación sobre “mitos y verdades” que publicó el portal Chequeado.

AR

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