En el establishment Bullrich asciende y se empareja con Larreta, mientras le temen a Milei por su falta de equipo
El predio ferial La Rural armó este miércoles un Lollapalooza del establishment y la oposición. Pasó Mauricio Macri, en un almuerzo con el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), y después en la reunión de delegados y directores de la Sociedad Rural Argentina (SRA) expusieron por primera vez todos los precandidatos presidenciales opositores, uno a uno, comenzando por Javier Milei y Patricia Bullrich, pasando por los aspirantes de menor popularidad como Miguel Pichetto, Gerardo Morales y Juan Schiaretti, para finalizar con Horacio Rodríguez Larreta. Fueron invitados Sergio Massa, pero estaba de viaje, y Eduardo Wado de Pedro, que no aceptó porque aún no se considera postulante. No se cruzaron el expresidente y el jefe de gobierno porteño, enfrentados como nunca antes. Pero Macri no dejó de comentar en privado a los empresarios que Larreta era poco confiable y demasiado flexible con tal de pactar para sumar apoyos.
Aunque todos son hombres de negocios no son los mismos los que están en el Cicyp, dueños y ejecutivos de grandes compañías de todos los sectores de la economía, que los de la SRA, grandes ganaderos con rostros menos conocidos por el gran público. Entre los primeros había grandes empresarios como Federico Braun o Adrián Werthein, además del presidente de Cicyp y vicepresidente de la Rural, Marcos Pereda, los jefes de la Cámara de Comercio, Mario Grinman, de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, de la Asociación de Bancos, Javier Bolzico, de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja, de la SRA, Nicolás Pino, el cafetero Martín Cabrales, el papelero José Urtubey o Juan Carlos López Mena, de Buquebus. Más allá de los nombres se notó una acotada presencia en el almuerzo con Macri. Un ex presidente que ya se bajó de la carrera por la Casa Rosada y que difícilmente influya en un gabinete de Larreta interesa menos que los que están en carrera.
Empresarios, ruralistas
En un discurso duro contra los “pseudomapuches” y los “horcos” que defienden al Estado, Macri se ganó el aplauso de los presentes, aunque muchos notaban que habló como quien ya no tiene una futura responsabilidad de gobierno. Algunos se preguntaban por qué su gobierno no fue tan reformista como ahora él le reclama a Juntos por el Cambio. Otros incluso lo criticaron porque volvió a cargar contra sus ex colegas empresarios por supuesta falta de hábito de competir. Si bien el ex presidente señaló que Larreta debió haber consultado con el PRO, los hombres de negocios rescataron que en su discurso quiso dar por terminada la discusión por las elecciones concurrentes en la capital.
Apenas terminó la comida de Macri comenzó el desfile de candidatos en la SRA. La más aplaudida fue Bullrich, más que Milei y mucho más que Larreta, recibido con tibieza. En la tribuna de la Rural sigue influyendo el ex ministro de Agroindustria de Macri Luis Miguel Etchebehere. En cambio, el jefe de gobierno porteño les aclaró a los ganaderos que no era realista prometer que el primer día de gobierno se eliminará el cepo y las retenciones, como hicieron sus mayores rivales de la oposición.
Distinto es el público más corporativo de la Cicyp. En el establishment en general aún reina el desconcierto sobre a quién apoyar, sobre todo a partir de la reciente pelea entre el fundador del PRO y quien él había apoyado como sucesor en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, a la hora de elegir entre los grandes empresarios se dividen entre Bullrich, más querida por el campo, y Larreta, que cosecha respaldos en otros sectores económicos. Del intendente de la capital valorna su experiencia en el liderazgo de la gestión, atributos de los que carece Milei y que no se comparan con una Bullrich que nunca encabezó un gobierno sino que sólo fue ministra de Trabajo con Fernando de la Rúa y de Seguridad con Macri. “A mí me gusta más Larreta, pero mi mujer no le perdona haber dejado a su esposa”, comentaba un empresario por los salones de La Rural.
Bullrich ganó en el aplausómetro de la SRA. Hizo batir las palmas con frases como “si tenemos superávit fiscal, vamos a poder dar un hachazo real a las retenciones”, “basta de más Estado con menos servicios”, “tenemos que sacarnos de encima a los que traban la gobernabilidad” o “Sarmiento decía que la propiedad privada es inviolable”. “¡Se siente, se siente, Patricia presidente!”, gritó un ganadero, aunque quedó solitario, al final de la presentación. Milei logró algunos aplausos cuando sostuvo que “aquellos que quieren seguir cobrando retenciones son sus enemigos” o cuando advirtió que si el Congreso no le aprueba la dolarización, hará una consulta popular no vinculante para apoyarla y si después los diputados y senadores siguen rechazándola, entonces “voy a absorber pesos y voy a terminar con la inflación”.
En el establishment tanto del Cicyp como de la SRA están dolidos por las peleas en el PRO y temen a Milei, no por sus ideas, con las que comulgan casi en su totalidad, sino porque lo ven carente de un equipo en caso de llegar a la Casa Rosada. El diputado libertario es sólo él. “Bullrich es la estrella en ascenso”, analizaba uno de los asistentes tanto al almuerzo como al desfile de candidatos, y agregaba: “Claramente áca todos son medio gorilones, pero es muy curioso porque en voz baja en la industria de alimentos y el comercio te dicen que les está yendo muy bien, aunque no sea sostenible. Los grandes empresarios tienen temor a la desregulación que promete Juntos por el Cambio. Todos quieren que se desregule el otro, pero que no me toquen la mía. Casi como la política. Todo es cuestión de guita y poder. Mirá Tierra del Fuego… ¿quién se anima a tocarlo? Hay mucho experto en mercados regulados a los que les va bien. Y otras multis que se adaptan porque el mercado tira… o tiraba hasta hace poco”.
AR
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