El Gobierno limita el cultivo de yerba mate para evitar una crisis de sobreoferta
“Es solo agarrar la chata y salir a caminar las rutas y se ve a ambos lados... impresionante. Hasta donde alcanza la vista están preparando la tierra para plantar, lo que no está plantado ya”, dice Nelson Dalcomo, representante del sector de Producción en el directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Dalcomo habla con elDiarioAR desde Garaví, Corrientes, y se refiere al interés por la yerba mate, que por los buenos precios y la demanda sostenida, en los últimos años atrajo a nuevos inversores y generó una expansión “descontrolada” de plantaciones.
En este marco el INYM emitió una resolución, publicada la semana pasada en el Boletín Oficial, en la que establece que todos los productores, sin importar su tamaño, no podrán incorporar más de cinco hectáreas por año de nuevas plantaciones, con el objetivo de evitar que el “exceso” de producción futuro rompa el equilibrio productivo, económico y social de la cadena.
De acuerdo con los datos del sector, en los últimos años aumentó la producción destinada tanto al mercado interno como externo, donde el principal mercado es Siria, seguido por Chile y Estados Unidos. La salida de yerba mate pasó de 248 millones de toneladas en 2011 a 268 millones de toneladas en 2020 (8%) dentro del país, mientras que en el mercado externo escaló de 35.428 toneladas a 42.905 (21%) en el mismo período. Por otra parte, los precios se ubicaron hasta en US$0,50 centavos el kilo, por encima del promedio histórico.
“Hay actores que no son productores genuinos de la zona, que vienen a hacer la diferencia monetariamente y que primero plantan, después van por los secadores, por el molino y por la marca. Pero cuando el mercado no va bien levantan el campamento y dejan la tierra arrasada y la economía destruida. Nosotros tenemos que velar por los pequeños productores que estuvieron, están y siempre van a estar”, apunta Dalcomo. Entre los inversores recién llegados aparecen grandes empresas, pero también figuras conocidas como los deportistas Juan “Pico” Mónaco y Lionel Messi, que en adquirieron campos en la zona de Misiones y el norte correntino.
De acuerdo con la información del instituto, el total de productores registrados asciende a 9.983, de los cuales más del 70% tiene menos de 10 hectáreas en producción. Solo el 0,9% tiene más de 100 hectáreas. “En relación a la producción real de los 9.983 productores totales, 6.471 son pequeños productores que entregan hasta 60.000 kilos de hoja verde por año”, detalla la resolución oficial en sus argumentos. Según los cálculos reflejados en el texto, si el total de productores plantara cinco hectáreas más cada uno, la superficie cultivada crecería anualmente unas 50.000 hectáreas, lo que garantizaría el abastecimiento del mercado interno y externo.
“Nosotros ya pasamos por una situación de desastre de la actividad, que fue cuando se disolvió la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) en 2001 y el kilo de hoja verde en secadero llegó a valer 2 centavos y generó que se abandonen las chacras, desarraigo y desinterés total por la actividad total. No queremos que los productores vuelvan a pasar por eso”, señaló Dalcomo. El INYM nació en ese contexto, luego de una movilización conocida como “el tractorazo”, que reunió a trabajadores del sector durante varios días en la plaza central de Posadas.
En concreto, la resolución 170/21 del INYM responde una demanda de productores presentada al instituto mediante una nota formal, y busca evitar que se produzca una futura crisis de sobreoferta cuando esos yerbales plantados recientemente entren en producción, dado que requieren unos cuatro años de crecimiento. La norma permite incorporar hasta 5 hectáreas por año de nuevas plantaciones y la posibilidad de replantar hasta el 2% de su superficie. Por fuera de eso, están previstas sanciones. Además, busca que se registren las plantaciones existentes. “Sabemos que hay actores que tienen superficies plantadas de las cuales declararon solo entre un 5% y 10%”, precisa Dalcomo.
Conforme a datos que surgen del Registro Nacional de Viveros de Yerba Mate ilex paraguariensis (su nombre científico), entre 2015 y 2021 se entregaron un total de 64.559.522 plantines la especie, lo que equivaldría a 25.000 nuevas hectáreas. Una vez en producción, garantizarían un normal abastecimiento de los mercados nacional e internacional.
La decisión de limitar la expansión se tomó por mayoría del directorio y los representantes de la industria dentro del Instituto votaron en contra. De hecho, la resolución generó repudio entre las cámaras del sector. “Esta decisión generará una fuerte presión alcista en los precios de las materias primas, que se suman a los sucesivos aumentos de la yerba mate de los últimos cinco años, perjudicando tanto a elaboradores, comercializadores y consumidores”, señaló la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), que preside el también titular de la UIA Daniel Funes de Rioja. También consideraron que “se afectará la competitividad” de las exportaciones en relación con productores de Brasil y Paraguay, que continuarán produciendo yerba sin limitaciones.
“Esta medida se suma a una serie de normativas que profundizan la difícil situación que viene atravesando el sector y es por ello que la industria de alimentos y bebidas espera que la misma sea reconsiderada”, apuntó Copal, en un mensaje que estuvo alineado con lo que expresó también la Cámara Molinera de la Zona Productora (CMYMZP).
DT
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