La inflación saltó 12,4% en agosto, con la carne picada casi 40% arriba
La inflación del mes pasado, el de la devaluación poselectoral a pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue del 12,4%. Antes de agosto, la elevada inflación de los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández venían batiendo récords mensuales, pero siempre por debajo de abril de 2002, cuando fue del 10,4%, al estallar la convertibilidad, aquella experiencia de atar el peso al dólar durante 11 años. Ahora ya se superó esa marca y hay que remitirse a febrero de 1991 para encontrar un mes peor que agosto de 2023: aquella vez fue del 27%. Aquel era el periodo previo al anuncio de la convertibilidad, que derrotó la hiperinflación a un precio que fue cada vez más alto. El mismo riesgo que hoy entraña la idea de la dolarización de Javier Milei.
Pero vayamos al presente que actualmente azota a los bolsillos de los argentinos, y también complica las expectativas del ministro candidato, Sergio Massa, de revertir el histórico resultado desfavorable para el peronismo en las primarias. Con el dato de agosto, la inflación acumula un 124,4% en los últimos 12 meses, el mayor nivel desde agosto de 1991, cuando fue 144%. En lo que va de 2023 subió 80,2%. Los rubros que más se encarecieron fueron alimentos (15,6%, lo que impacta en más pobreza), salud (15%, lo que incluye a las prepagas y los remedios) y equipamiento para el hogar (14%, que contempla electrodomésticos). Entre los alimentos que más fueron remarcados están el asado (32%), la carne picada (39%) y el tomate (31%).
El mal dato de agosto se explica por una inflación que se por sí venía acelerada y que empeoró por la devaluación. El FMI pidió el salto del dólar oficial como condición para girar US$7.500 necesarios para repagar deuda por una sencilla razón: juzgaba que el tipo de cambio se estaba atrasando demasiado respecto de los precios y del paralelo, con lo cual se desalentaba la acumulación de reservas y se tornaba más insostenible el esquema macroeconómico. Massa dice que le solicitaron un salto del 100% y terminó negociando un 22%. Con posterioridad, el ministro candidato lanzó medidas compensatorias, algunas que pueden aplacar la inflación de septiembre, como los diversos congelamientos, y otras que pueden alentarla, como las disposiciones que elevaron los ingresos de trabajadores y jubilados.
AR
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