Inversiones en energía, fuerte impulso al acuerdo UE-Mercosur y condena a Rusia, en el diálogo Fernández-Scholz
Fue una agenda sin sorpresas. En su visita oficial a Buenos Aires, que tuvo la actividad concentrada en la tarde de este sábado, el canciller alemán, Olaf Scholz, explicitó su interés por la energía argentina y se mostró dispuesto a participar con inversiones para desarrollar al país como proveedor. En un encuentro con el presidente Alberto Fernández firmaron dos acuerdos de cooperación comercial, compartieron la intención de acelerar la gestión final del acuerdo de libre comercio Mercosur-UE y se alinearon también en lo político con una condena firme a las hostilidades rusas en Ucrania.
Scholz llegó al país cerca de las 18, acompañado de una importante comitiva de empresarios, y a las 19 fue recibido por el Presidente en el Palacio San Martín. Mantuvieron una reunión de alrededor de una hora y luego firmaron dos documentos: uno sobre fortalecimiento de cooperación en la transición hacia la energía limpia y otro destinado a fortalecer emprendimientos, startups y proyectos de economía del conocimiento.
Si bien no se conoció todavía el detalle de lo convenido, Scholz aseguró que “existen muchas inversiones [alemanas] previstas para el futuro”. “La delegación ha venido aquí con este espíritu, que va más allá de las empresas que nos acompañan hoy. Son grandes partes de la economía alemana las que tienen interés de convertirse en socios”, sostuvo.
La composición del lado argentino de la mesa en la reunión bilateral también confirmó el sesgo temático. Acompañaron al Presidente la secretaria de Energía, Flavia Royón y la secretaria de Minería, Fernanda Ávila, además de la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello y la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
En la conferencia de prensa de cierre, que se inició pasadas las 20.30 en el Patio de Honor, Fernández también ofreció un gesto. Como primer punto condenó “la invasión rusa sobre territorio ucraniano y la prolongación del conflicto”, utilizando una composición de palabras europea. Scholz agradeció las palabras y sobre todo el posicionamiento público que ha tenido la Argentina en los distintos foros internacionales. Por si quedaban dudas, Fernandez recalcó: “Hemos acompañado siempre la posición europea y la seguiremos acompañando”.
Por su parte, Scholz señaló la importancia de cultivar “amistades de este tipo en estos tiempos” de guerra. “Son socios de confianza y buenos amigos, tanto en lo económico como en político”, dijo en referencia al país. Mañana el canciller partirá a Chile y culminará luego su gira en Brasil, tres países centrales en la región que busca ponderar como aliados pacíficos y proveedores de insumos clave.
Ambos mandatarios hicieron varias referencias al acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, que fue cerrado en 2019, pero está pendiente de ratificación por las distintas partes. Fernández consideró que la salida de Jair Bolsonaro del gobierno de Brasil y el ingreso de Lula de Silva contribuirá a pulir las reticencias europeas, que ven en el incremento de las producciones primarias que llegarían a Europa una amenaza para el Amazonas.
Por otra parte, Fernández dijo que el Mercosur todavía tiene algunos cuestionamientos sobre los que es necesario trabajar. Contemplan, por ejemplo, la “asimetría de las industrias” entre ambos bloques y las posibles consecuencias de liberar las barreras. “Nosotros queremos impulsar ese acuerdo y que de una vez por todo podamos finiquitarlo, ponerlo en marcha”, aseguró en línea con la posición de Alemania, un país de gran peso en la UE, capaz de influenciar a los países más reticentes al acuerdo como Francia e Irlanda.
Durante la reunión Scholz invitó a la Argentina a participar del “Club del Clima” una iniciativa destinada a llamar la atención sobre la situación medioambiental. Fernández dijo que está dispuesto a acompañar y también se preocupó, con ayuda de sus apuntes, en señalar al gas como un “combustible de transición” y destacar al hidrógeno verde y el litio como las alternativas del futuro.
Alemania es el país más dependiente del gas ruso y la afectación de la relación con su proveedor lo obligó en el invierno pasado incluso a volver a quemar carbón. De ahí surge el interés urgente por los países proveedores de energía y Scholz mencionó incluso la intención de financiar proyectos que le permitan a la Argentina desarrollar la tecnología para exportar gas licuado.
El canciller alemán también fue consultado por las declaraciones recientes de la representante alemana, Ann-Jasmin Krabatsch, durante el Examen Periódico Universal que realiza el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde manifestó la preocupación del gobierno que condice Scholz “por los intentos de ejercer influencia política en el sistema de Justicia (argentino)”. “No fue tema de conversación”, sorteó el canciller, que sin embargo admitió que sí le dieron importancia a otros asuntos centrales como la “seguridad jurídica” que es necesario garantizar tanto para las empresas locales como para las que vienen del extranjero.
DT
0