Qué hacer con pesos y dólares para pasar con menos tensión las elecciones
El dólar blue repuntó este martes 0,5%, hasta $985, mientras algunas cuevas permanecieron cerradas por los controles de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Aduana. Por más que interviene el Banco Central perdiendo reservas y que la Comisión Nacional de Valores (CNV) restringe la compra de Cedear (certificado de acciones en Wall Street), el dólar MEP (Mercado Electrónico de Pagos) subió 1,6%, a $884; y el contado con liquidación bajó 0,4%, a $962. La pregunta del millón de aquellos argentinos a los que sobran pesos y dólares es cómo resguardarse para pasar tranquilos la noche del domingo electoral y el día siguiente. No es una duda que aqueje al 40% que sufre la pobreza ni a la clase media que está al borde de caer.
Christian Reos, de la sociedad bursátil Allaria Ledesma, recomienda a quien tiene pesos comprar acciones de YPF, Vista Oil & Gas (la petrolera de Miguel Galuccio), Sociedad Comercial del Plata (que tiene acciones en diversas empresas como Compañía General de Combustibles, CGC, de Eduardo Eurnekian) y Pampa Energía (la firma de Marcelo Mindlin). A quien cuenta con dólares, Reos le sugiere invertirlos en bonos corporativos de empresas argentinas bajo ley de Nueva York, como Pampa, CGC y Pan American Energy (PAE, propiedad de la británica BP, la china CNOOC y los Bulgheroni). Es decir, todas apuestas por Vaca Muerta, gane quien gane los comicios.
Adcap Grupo Financiero, propiedad de Javier Timerman, observa que “en un escenario incierto y muy volátil, opta por los bonos soberanos en dólares, la deuda corporativa de alta calidad y los bonos provinciales con baja paridad”. Y agrega: “Uno de los activos que consideramos más atractivos son los bonos soberanos en pesos que ajustan por inflación”. Es decir, no le teme a una reestructuración de deuda pública en moneda local o extranjera, como alertan algunos analistas.
“Los activos locales atraviesan un periodo de alta volatilidad por la proximidad de las elecciones generales”, analiza Adcap. “Este contexto no sólo ofrece demasiada incertidumbre a los inversores, sino que además ofrece un upside (potencial de revalorización) limitado y está atado a los riesgos de implementación del programa del próximo gobierno. Nuestra recomendación principal es salir de los activos más expuestos a una posible turbulencia y buscar refugio en los activos financieros de primera calidad, ya sean bonos corporativos o provinciales, y armar una suerte de Barbell Strategy (invertir en títulos de duración larga y corta, pero no en los de intermedia), agregando activos de inferior calidad crediticia pero que ya tienen en sus precios la mayoría de estos riesgos incorporados. Esto podrían ser bonos soberanos hard dollar de Argentina y de la provincia de Buenos Aires, que también cotiza a baja paridad y ofrece un cupón más alto.”
En cuanto a los bonos corporativos de alta calidad, “aunque estén caros, van a seguir siendo refugio de valor, y aun cuando tengan un downside (potencial de desvalorización) significativo, es posible que el mercado se sienta atraído por este tipo de bonos, por la reputación de sus emisores y su capacidad de pago”, según Adcap. En concreto, recomienda los títulos de la empresa de energías renovables Genneia (de Jorge Brito), de YPF y de Aeropuertos Argentina 2000, otra firma de Eurnekian.
“Los bonos provinciales también lucen caros, pero hay un grupo de provincias liderado por Buenos Aires, Chaco, Río Negro y La Rioja, de las cuales el mercado no espera que vuelvan a tomar deuda y se han mantenido con baja paridad”, señala la agencia de Timerman. “Consideramos que existen activos en Argentina que tienen ya priceados los riesgos por venir”, o sea, ya están tienen precios de como si el país reestructurara otra vez su pasivo. “A la cabeza están los bonos soberanos en dólares, acompañados por este grupo de provincias que cotizan a baja paridad. Estos activos son los más riesgosos, pero son también los que tienen incorporados en sus precios los riesgos de implementación y de volatilidad que se avecinan.”
“Los bonos soberanos en pesos vienen castigados por los rescates que experimenta la industria local de fondos comunes de inversión, la salida de algunos inversores internacionales y la dolarización de carteras, que los impacta nuevamente en términos de dólares”, analiza Adcap. “A la vez, sufrieron el overshooting (sobrerreacción) del dólar paralelo, que ya se encuentra por encima del nivel que tuvo durante el estrés de julio de 2022 -salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía- y también por encima de la crisis de 2001, después de ajustar por inflación. Esta es una apuesta de reducción de la brecha, que debería impactar en mayor o menor medida a todos los activos en pesos y que ofrece rendimientos muy atractivos. Sin embargo, es una inversión riesgosa porque implica una gran volatilidad y el riesgo de una hiperinflación. Según nuestra estimación, estos activos tienen incorporado en sus precios un salto cambiario del orden del 70%, lo cual tiene sentido con el escenario de probabilidades que vienen saliendo en las encuestas”, apuntan al favoritismo del dolarizador Javier Milei.
“Tenemos una preferencia por los bonos CER. Los títulos ajustados por inflación vienen sufriendo una presión especial, con rescates en los fondos comunes de inversión muy marcadas en las últimas semanas. Sin embargo, esperamos un traslado a precios bastante rápido, luego de que se produzca el salto esperado. El riesgo principal no parece ser el reperfilamiento, ya que los bonos dólar linked también vencen en 2024, pero no fueron castigados. Creemos que necesariamente la próxima administración, sea quien sea que gane las elecciones, va a necesitar estar en buenos términos con el mercado local, de manera que pueda refinanciar su deuda de manera constructiva. De otra manera, tendrá un impacto en el valor del dólar y una transición muy desordenada a medida que se avanza en la implementación del nuevo plan económico. Con todo, una alternativa para limitar este tipo de riesgos, como el de reperfilamiento, sería posicionarse en bonos más largos, como pueden ser el TX26 o incluso el Discount en pesos”, propone la agencia de Timerman.
Aunque ahora sea más fácil operar en acciones y bonos por el home banking, hay quienes prefieren lo más sencillo y menos riesgoso: adquirir bienes. Entonces hay que tener en cuenta qué bienes y servicios han aumentado mucho menos de precio que la inflación (140%) en los últimos 12 meses. Allí aparecen entonces las opciones de comprar aceite (que se encareció 96% en un año en el área metropolitana de Buenos Aires, según el Instituto de Estadística, Indec), café, té, yerba y cacao (126%), cigarrillos (105%), ropa (122%), calzado (120%), bienes y servicios para la conservación del hogar (118%) y de cuidado personal (122%) y lubricantes para autos (98%).
AR/JJD
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