Los precios ya suben por el alza del dólar blue, pero encuentran un techo en el enfriamiento del consumo
Hace un mes, el 6 de julio, el dólar blue cotizaba a $ 491. Ahora vale $ 574, un 17% más. ¿Los precios irán al mismo ritmo? No necesariamente. El mercado cambiario ilegal es pequeño pero influyente, crear expectativas de futuras depreciaciones del peso oficial. En la plaza regulada donde cotiza a $ 292 es donde operan las exportaciones y las importaciones, pero ante la falta de reservas del Banco Central el Gobierno ha restringido aún más el acceso a las divisas para compras externas.
Entonces hay empresarios, una minoría, pero los hay, que para evitar quedarse sin insumos se hacen de los dólares en las cuevas para después presentarlos al blanqueo que se aprobó para abonar importaciones con billetes propios, sin afectar los menguados activos del Central, según reconocen al menos dos altos dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA). Claro que eso termina impactando en el precio final. Al oficial podrían acceder a los dólares a $ 313, ahora que se impuso el impuesto PAÍS, pero al paralelo abonan 74% más. Pero no pueden trasladar todo ese encarecimiento al bien terminado.
Tampoco los empresarios pueden remarcar tanto como el salto del 17%, pese a que en este país la moneda norteamericana en el mercado ilegal marca tendencia. ¿Por qué no puede encarecer sus bienes 17% y mucho menos 74%? Porque el consumo está empezando a desacelerar, en junio marcó el primer mes de caída, un 2%, según el indicador de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Por tanto, no pueden elevar mucho los precios porque pueden perder muchas ventas.
“La suba del blue impacta en la expectativa de la devaluación tras las PASO (primeras abiertas simultáneas y obligatorias, del próximo día 13) porque la brecha está agrandándose”, observa el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), Martín Rappallini. “Los costos de la industria están basado en el dólar oficial, al que ahora se aplica el 7,5% del PAÍS. Puede haber casos de gente que blanquee dólares para importar, pero no es lo general”, agrega Rappallini.
Otro colega que prefiere el anonimato coincide: “El blue no influye en forma directa, pero sí en las expectativas de una futura devaluación. De todas maneras, hoy el mercado no convalida pasar a precio el mayor costo de insumos dólarizados a valores informales. La sensibilidad precio volumen está muy alta. Si aumentás el precio un 10%, podés perder un volumen del 20%, porque la demanda final está floja, más allá de que hay un efecto en la cadena de valor de sobrestock para cubrirse de una potencial devaluación”. Un tercer empresario sostiene que “lo que más está impactando en los precios es la traba en la aprobación de las SIRA (Sistema de Importaciones) y después el nuevo impuesto, en ese orden”. En una de las principales cadenas de supermercados alegan que mantienen los Precios Justos, pero advierten: “Luego de las PASO, con ese resultado se verá cuál es la estrategia oficial, cuánto dejarán que se muevan los precios”.
Uno de los economistas que más aciertan en los relevamientos del Central también solicita confidencialidad para confesar lo que sucede: “Es lo mismo de siempre: cuando aumenta la brecha cambiaria, genera presión sobre los precios porque, si bien no es un costo directo para los productores, influye en las expectativas y eso se traslada a precios. Además impacta el nuevo impuesto. Todo dificulta que se consolide en julio y agosto la desaceleración al 6% de la inflación de junio. En los próximos meses es probable que se vuelva a acelerar”.
“Cuando se cierra la importación, o no importás, lo que tiene impacto en la actividad, o importás con dólares propios, lo que tiene un impacto todavía mayor en precios porque se consiguen al blue y tienen impacto en los costos de producción”, completa el analista. Su colega Hernán Hirsch, otro de los que más da en el blanco, prevé un 8% en agosto y septiembre.
AR
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