Yerba brasileña y paraguaya en las góndolas argentinas: en 2023 seguiremos tomando mates importados sin notarlo
Es muy posible que todos los consumidores argentinos hayan tomado este año, aún sin notarlo, mates con yerba importada. Debido a la conveniencia económica –y no por un motivo de escasez a nivel local– las principales marcas del país ingresaron producto de Brasil y Paraguay para mezclar con su propia cosecha y abaratar los costos. Para “cortarla”.
Así lo explica a elDiarioAR Nelson Dalcomo, productor yerbatero de la zona de Garruchos, en Corrientes, e integrante del Directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). “La importación a pequeña escala de yerba empaquetada ya se venía viendo, pero lo que es un fenómeno nuevo es que se ingresa yerba mate canchada [el estadio previo a la molienda y el envasado] se mezcla con la argentina y el consumidor ni se entera”, apunta el productor, que asegura que lo hacen las empresas “de primera línea”.
Dalcomo insiste en que es perfectamente lícito y que el Instituto se encarga de controlar que la calidad del producto que llega al consumidor sea óptimo. Sí sería una irregularidad, que buscan evitar, que los paquetes con parte de yerba importada mantuvieran el sello de identificación geográfica “Yerba Mate Argentina”.
Es difícil que el consumidor note una diferencia en el sabor por la mezcla. En primer lugar, porque el corte es pequeño “a los 280 millones de kilos de yerba canchada que se produce en el país, se sumarán no más de 30 millones de kilos de yerba mate importada; es alrededor del 10%”, apunta Dacomo.
Además, no hay diferencia entre la hoja de yerba mate argentina y la de Brasil o Uruguay: la planta, ilex paraguariensis, es la misma y se produce solo en estos tres países del mundo. La diferencia deriva de los métodos de cosecha y de procesamiento industrial. Brasil, por ejemplo, se caracteriza por su yerba despalada, “yerba polvo”.
Según señalaron en el INYM a este medio, los incendios y la sequía de fines de 2021 y principios de 2022 afectaron ciertas zonas del cultivo, pero no tuvieron gran impacto en la cosecha final. “Inicialmente había bastante alarma, pero anticipamos que cuando cierren los números de este año van a estar en valores bastante normales, auqnue por debajo de 2021 que fue récord”, apuntaron.
Según las estadísticas oficiales, hasta octubre se había registrado el ingreso a molino de 812,2 millones de kilos de hoja verde, materia prima que luego se reduce en volumen durante el proceso industrial. Esto es casi 38 millones de kilos menos que 2021 para el mismo período, pero 68 millones de kilos más que en 2020. En los primeros 10 meses de 2022 salieron de molino 235 millones de kilos; 3,6 millones de kilos menos que en el mismo período de 2021, pero 8 millones de kilos más que en 2020.
“La planta de yerba mate tiene una recuperación bastante rápida y tiene la particularidad de ser un árbol perenne, con hojas que van naciendo constantemente”, apuntaron. De hecho, sobre todo en Brasil se cosechan también las plantas nativas que están dentro del monte.
En los últimos años la demanda sostenida de yerba mate y los buenos precios llamaron la atención de inversores que se metieron en el negocio y amenazaron con generar concentración y alterar el esquema de producción con un exceso de plantaciones. Actualmente, el total de productores registrados asciende ronda los 10.000, de los cuales más del 70% tiene menos de 10 hectáreas en producción
Por eso en junio de 2021 el INYM emitió una resolución en la que estableció que todos los productores, sin importar su tamaño, no podrán incorporar más de cinco hectáreas por año de nuevas plantaciones, con el objetivo de evitar que el “exceso” de producción futuro rompa el equilibrio productivo, económico y social de la cadena.
Los productores aseguran que esta resolución es una conquista y que no generó una falta de producto. Insisten que lo que se cosecha en la Argentina alcanza para cubrir la demanda, aunque por factores económicos hoy también se decide importar de otros países.
DT
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