La ONU denuncia continuos retrocesos en materia de derechos de las mujeres en Afganistán
La Misión de la ONU en Afganistán (Unama) publicó hoy un informe done advierte sobre nuevas y continuas violaciones de los derechos a las mujeres impuestas por los talibanes, el grupo islamista que retomó el poder en agosto de 2021 tras derrotar a Estados Unidos y sus aliados en una guerra de 20 años.
Las intervenciones del Ministerio de la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio talibán derivaron en repetidas violaciones a los derechos de la mujeres en los últimos tres meses del 2023 tanto en materia laboral y educativa como sanitaria y de libertad de movimiento.
La Unama también detectó incumplimientos del gobierno talibán a sus propias normas como es el caso del uso del hiyab, velo facial para las mujeres. El marco legal prevé avisos en caso de que las mujeres no lo utilicen y castigos progresivos ante reincidencias. Sin embargo, desde Naciones Unidas han informado que las mujeres que son sorprendidas sin el hiyab son detenidas “arbitrariamente” durante horas, lo que va en contra de lo estipulado por la ley. Para ser liberadas, sus familiares deben firmar un compromiso de no repetición.
Otras penalidades impuestas contra las mujeres atienden a la falta de un custodio masculino o “mahram”. Según la versión más conservadora de la “sharia” (ley islámica), las mujeres siempre deben asistir a lugares públicos con la compañía de un hombre.
Por otro lado, el divorcio también está prohibido ahora en Afganistán. Sin embargo, antes de retorno de os talibanes, se consumaron algunas separaciones que ahora fueron avalados por dos tribunales del país. Lo llamativo es que, si bien se admitió la validez del divorcio, las mujeres fueron obligadas a pagar una compensación económica a su exmarido. Como advierte la misión internacional, esto deriva de una “falta de claridad sobre la legislación aplicable a las denuncias de violencia de género contra mujeres y niñas”.
Tras la publicación del informe, autoridades del gobierno talibán salieron a cuestionarlo por basarse en un “desconocimiento” de las normas islámicas y generar “información sesgada o malinterpretada”. “La Unama critica o califica las normas islámicas como actos contra los derechos humanos, lo que evidentemente es un insulto para las creencias del pueblo”, protestó el portavoz talibán, Zabihullah Muyahid, según información de la agencia de noticias Europa Press.
Y agregó: “El abandono de las leyes islámicas condena a la opresión, la violencia, la corrupción y el conflicto social. El informe se centra en la aplicación de la 'sharia' islámica cayendo en la ignorancia y el desconocimiento de sus normas y su necesaria aplicación”.
Desde el gobierno sostuvieron que tanto el hiyab y los castigos por su falta de uso como las condiciones de trabajo y educación de las mujeres “son compromisos y responsabilidades de un gobierno atento e islámico”.
Más allá de los derechos de las mujeres, Unama también advirtió sobre las violaciones a los derechos que se están produciendo en Afganistán sin distinción de género. En su informe, documentó una serie de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y castigos físicos en público publicitados con antelación en redes sociales. También denunció torturas y maltratos a miembros del gobierno anterior o militares, pese a la amnistía general anunciada por lo talibanes tras retomar el poder.
ACM con información de la agencia Télam.
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