Los ataques aéreos de EEUU han matado al menos a 22.000 civiles desde el 11-S
Los ataques aéreos y con drones han matado al menos a 22.000 civiles –y quizás hasta 48.000– desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, según un estudio publicado por Airwars, un grupo de seguimiento de daños contra la población civil Airwars.
El informe, basado en la propia afirmación de las fuerzas armadas estadounidenses de que han llevado a cabo casi 100.000 ataques aéreos desde 2001, constituye un intento de estimar la cantidad de muertes civiles en los múltiples conflictos que forman parte de la “guerra contra el terror”.
Las cifras, publicadas justo antes del vigésimo aniversario del 11 de septiembre, llegan en un momento en el que el presidente de EEUU, Joe Biden, ha prometido terminar las “guerras eternas” que han marcado las últimas dos décadas y en el que las tropas estadounidenses se han retirado de Afganistán.
Desde el comienzo de su mandato, Biden ha reducido el despliegue de ataques aéreos en medio de una revisión formal de la política de drones de Estados Unidos y se ha retirado de muchas de las intervenciones en el extranjero que marcaron los mandatos de sus tres antecesores, George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump, desde los atentados de 2001.
91.340 ataques en 20 años
Englobando los ataques contra el ISIS en Siria, los conflictos en Irak y Afganistán, así como contra grupos militantes y terroristas en Yemen, Somalia, Pakistán y Libia, Estados Unidos ha dicho que ha llevado a cabo al menos 91.340 ataques en 20 años –incluyendo 9.000 contra el ISIS–, según el informe de Airwars.
Sobre la base de ese total, Airwars ha calculado que “las acciones de Estados Unidos probablemente han matado al menos a 22.679 civiles, y ese número podría potencialmente ascender a 48.308”.
Según la investigación del grupo, el año más mortífero de las últimas dos décadas para las víctimas civiles de los ataques aéreos de EEUU fue 2003, cuando se registraron al menos 5.529 muertes civiles, casi todas durante la invasión de Irak en ese año.
El segundo año de mayor mortalidad fue 2017, cuando es probable que murieran al menos 4.931 civiles, la gran mayoría en bombardeos de la coalición en Irak y Siria.
Sin embargo, si se tienen en cuenta las estimaciones más altas, 2017 se perfila como el peor año en víctimas civiles, con hasta 19.623 muertos, casi todos en la campaña de bombardeos contra el ISIS.
Sin cifras oficiales
El número de muertos por los ataques aéreos estadounidenses –Airwars reconoce que es impreciso– se puede comparar con los 387.000 civiles que se cree que han sido asesinados por todas las partes durante la “guerra contra el terror”, según un trabajo elaborado por el Programa sobre los costes de la guerra de la Universidad de Brown.
El problema de las víctimas civiles de los ataques aéreos y otras actividades militares occidentales durante la “guerra contra el terror” ha sido una cuestión muy controvertida, en la que Estados Unidos y sus aliados insisten en que se han hecho enormes esfuerzos para minimizar las muertes y lesiones de civiles.
Y, a pesar del amplio paraguas de operaciones que ha abarcado la “guerra contra el terror”, Estados Unidos –según una declaración publicada por el Pentágono–, nunca ha intentado calcular el total de muertes de civiles derivadas de las acciones que amparaba.
En una respuesta por correo electrónico, el Mando Central del Pentágono (Centcom) ha dicho a Airwars que no dispone de información sobre la cantidad total de muertes de civiles por ataques aéreos. “La información que solicitan no está inmediatamente a mano en nuestra oficina, ya que involucra a diversas operaciones/campañas en un tiempo de 18 a 20 años”, ha indicado el Centcom.
Traducción de Ignacio Rial-Schies
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