Malvinas nos unió en un logro nacional
Gracias a la persistencia diplomática, la Argentina acaba de conseguir un avance internacional muy importante en la Cuestión Malvinas, una causa popular que sintoniza con el derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas.
Por primera vez en la historia de las relaciones birregionales entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, la Unión Europea reconoció oficialmente, en una declaración conjunta firmada por 60 países, 33 de nuestra región y 27 europeos, la posición de América Latina y el Caribe con respecto a la Cuestión de las Islas Malvinas. Cuando en diplomacia un Estado o un grupo de Estados dice que toma nota de un hecho -en este caso, el hecho es el apoyo latinoamericano y caribeño a la posición argentina- no se trata de una cuestión abstracta. El documento birregional resalta nada menos que la importancia del diálogo y el respeto al derecho internacional en la solución pacífica de controversias.
Esto tiene una gran proyección: significa que la Cuestión Malvinas ya forma parte de la agenda birregional.
Es público que ese texto desató una reacción del Reino Unido contra la Unión Europea. Esa reacción es un reconocimiento del fracaso británico al intentar que el párrafo no se incorporase. Deseo recordar también que, en respuesta a un posteo en Twitter del secretario del Foreign Office James Cleverly, le contesté públicamente lo siguiente: “El Reino Unido viola la integridad territorial de la Argentina desde hace 190 años. Le recuerdo que conforme a la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas la autodeterminación no resulta aplicable a los habitantes de Malvinas”.
El Presidente planteó con vigor el tema en cada reunión bilateral y multilateral de la que participó desde el 10 de diciembre de 2019. La Cancillería en todas sus áreas y embajadas, incluyendo naturalmente la Secretaría de Malvinas, viene trabajando con insistencia.
Nos guiamos plenamente por el principio de política de Estado, y así lo han entendido muchos dirigentes de la oposición.
Es cuestionable hablar de política de Estado cuando la expresión se convierte en sinónimo de la continuidad rutinaria de una situación dada. Y más si esa situación es el incumplimiento de la Constitución Nacional.
En la Cuestión Malvinas, está claro lo que dice la Constitución. Es bueno recordarlo textualmente. “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional”, dice la Constitución. Y agrega: “La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
Si el objetivo es permanente e irrenunciable requiere continuidad, por cierto, pero además intensidad, compromiso, creatividad, espíritu práctico y tenacidad.
¿Qué argentina o argentino del amplio arco democrático podría estar en desacuerdo con una política de Estado entendida de ese modo?
La declaración birregional CELAC-UE no es el éxito de un sector político. Es un logro nacional.
A partir de este pronunciamiento el gobierno argentino tiene la expectativa de profundizar el diálogo con la Unión Europa en relación con la Cuestión de las Islas Malvinas. Esta declaración conjunta supone un nuevo llamamiento de la comunidad internacional al Reino Unido para que se avenga a cumplir con su obligación de reanudar las negociaciones de soberanía con la Argentina
Es importante tener en cuenta que tras el Brexit, las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur dejaron de ser consideradas como territorios de ultramar de la Unión Europea, como sucedía hasta 2021. Esto presentó un nuevo escenario de oportunidad en relación con la Cuestión Malvinas, pero la reticencia de algunos países de Europa no acabó automáticamente. Nuestro gobierno trabajó duro para aprovechar la nueva situación. En abril de 2022 ya habíamos logrado logramos una primera declaración de Eurolat, el ámbito que nuclea a los parlamentarios de ambas regiones. En junio de 2022 conseguimos una declaración en el marco de la Comisión Mixta Argentina-Unión Europea. Y ahora acabamos de lograr la incorporación del tema a la declaración Unión Europea - Celac. Cada paso que hemos dado ha implicado una intensa gestión diplomática. Nos anima la causa soberana y la responsabilidad de que América Latina y el Caribe sigan siendo la zona de paz más densamente poblada del mundo.
Hemos dado un paso más, de especial trascendencia, en pos del objetivo de lograr que la Unión Europea y los países que la integran reconozcan la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido y que se sumen al llamado a que el Reino Unido cumpla las resoluciones de la ONU y retome las negociaciones sobre la cuestión de soberanía. Nuestra diplomacia seguirá trabajando en ese sentido.
Quiero insistir, en este marco, en un punto que a veces no se tiene suficientemente en cuenta. El Reino Unido suele soslayar un dato históricamente comprobable: ya hubo negociaciones bilaterales por la Cuestión Malvinas. Por eso pedimos retomar o reiniciar y no comenzar las tratativas. Nos apoyamos no solo en nuestra vocación pacífica sino en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Así como en 1965 nos llamó a los dos Estados a negociar, en 1982, después del conflicto, la resolución 37/9 de la Asamblea General “insta a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte a que reanuden las negociaciones para encontrar en el más breve plazo una solución pacífica al conflicto de la soberanía en el asunto de las Malvinas”.
Malvinas nos une porque seguimos fieles al espíritu del representante en Londres de las Provincias Unidas, Manuel Moreno. Hace 190 años, poco después de la usurpación, dijo que protestaba contra el despojo en nombre de un país “fuerte en la justicia de su causa y en la conciencia de sus derechos”.
A los caídos y a los que regresaron con las Malvinas en el corazón.
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