Nueva etapa en elDiarioAR: crecer desde el núcleo
El 19 de mayo de 2023 dejé por primera vez a mi bebé, de por entonces un mes y medio, al cuidado de otra persona. En el bar de la esquina de mi casa me esperaba Guillermo Culell, uno de los tres dueños de elDiarioAR, que me propuso encontrarnos para conversar sobre los planes del medio en que trabajo desde su lanzamiento, en diciembre de 2020.
Aunque fuera a menos de 100 metros de mi casa, la salida, después de semanas de un continuado de siestas, teta y pañales, me parecía una aventura. La vida seguía afuera de mi nido y, detrás de las ventanas del bar, miraba a la gente ir y venir con sus carritos de compra como si fueran aves exóticas. Dije algunas cosas, Guillermo dijo algunas otras y en un momento preguntó: “¿Vos te animarías a dirigir el diario?”.
ElDiarioAR nació en plena pandemia, con un equipo periodístico del que nos honró ser parte. Inspirados en la experiencia de nuestro hermano español, elDiario.es, nos propusieron construir un espacio para trabajar sin condicionamientos políticos ni empresariales. Un diario sustentado principalmente por su audiencia y fiel a su propia agenda informativa.
En estos dos años y medio de trabajo, eso nunca estuvo en riesgo. Ni siquiera en duda. Quienes nos condujeron en la primera etapa forjaron una redacción en la que podemos guiarnos por nuestro criterio periodístico y en la que no hace falta llamar a nadie para pedir permiso. Tampoco es necesario autorregularse para evitar inquietar a la empresa o a la audiencia, ni esperar un llamado de atención después de publicar una noticia que enoja a un anunciante o lo hace retirar su apoyo. ElDiarioAR es una rara avis donde el periodismo manda.
Nuestra independencia no es testimonial; se refleja en los contenidos de todos los días. En este tiempo contamos la variación del patrimonio de funcionarios de todos los colores políticos, revelamos los nombres de los millonarios que se niegan a pagar impuestos, expusimos a las grandes alimenticias en su cruzada para evitar lo sellos de advertencia en los envases, señalamos a las compañías que contaminan el Riachuelo, la trama de abusos en la Iglesia, las implicancias ambientales de los grandes proyectos productivos y fuimos el único medio argentino en publicar todas las revelaciones de los Pandora Papers, sin esquivar ninguno de los nombres.
Este mismo domingo publicamos una investigación sobre un negocio millonario que afecta al espacio público de los porteños y, aun cuando le dimos vueltas a la conveniencia de publicarlo antes de las elecciones primarias por las especulaciones que eso podía generar, respondimos a nuestros principios: es una información de interés, periodísticamente sólida y merece ser puesta a disposición de la ciudadanía más allá de lo que puedan opinar en Twitter.
La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo fue una de las primeras noticias que dimos, en diciembre de 2020. Dos años y medio después, el escenario es otro. Volvemos sobre discusiones que parecían saldadas por el consenso y escuchamos ideas que retroceden sobre derechos y libertades ganados. Por eso queremos reafirmar los valores progresistas con los que nació el proyecto –que no están libres de complejidad ni deberían admitir una caracterización simplista– e insistir con nuestra prioridades informativas.
Todo esto para decir: elDiarioAR no solo defiende la diversidad y la igualdad de género desde la letra escrita, sino que convoca a una mujer –puérpera– para asumir la responsabilidad de dirigirlo. No solo promete independencia, la garantiza con su modelo de negocios. No pregona buen periodismo, lo exige como condición para pedirle a su audiencia que lo apoye económicamente. Es un diario osado y por eso, y a pesar de mis circunstancias personales, sí me animo a ocupar esta nueva responsabilidad en el diario. Que es, además, el que más aprecio como lectora.
Nuestro equipo está formado por periodistas profesionales con los que es fácil trabajar porque solo hay que dejarlos hacer. Miran la realidad desde un prisma afilado y una subjetividad sensible. Alguien me dijo “les das una maceta y te devuelven un jardín”. Esos mismos profesionales son los que riegan las plantas de la redacción, cambian el bidón de agua del dispenser cuando se termina y están pendientes de los pájaros que, eventualmente, hacen nido en la canaleta del techo. ElDiarioAR es un diario que levantamos ladrillo a ladrillo y en el que nunca hubo un jefe que nos pidiera “ponerse la camiseta”, pero nos la pusimos igual.
En estos dos años y medio consolidamos el núcleo de nuestra identidad y también un primer círculo de socios y socias que nos apoyan económicamente, pero no nos conformamos con ser el diario que somos hoy. Queremos crecer sin desdibujar nuestro corazón y para eso necesitamos ser más. Sabemos que hay muchas más personas dispuestas a pagar por información de calidad, incluso por aquellos que no pueden hacerlo.
Si considerás que elDiarioAR es valioso, que importa que ésta voz exista en un ecosistema de medios donde mandan la polarización, los intereses corporativos y la lógica del algoritmo, apoyanos. De tu respaldo depende que en esta nueva etapa podamos expandirnos, agrandar nuestro equipo y hacer más periodismo.
DTC
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