Quién es “Chabay” Ruiz, el diputado santiagueño electo que podría no asumir por confesar un abuso sexual
“Yo he vuelto de la muerte”, le dijo Héctor “Chabay” Ruiz a uno de los pocos periodistas que había en su búnker la tarde de las elecciones del 14 de noviembre. Algo más de 47.000 personas (un 9% del padrón santiagueño) habían votado la lista del Frente Patriótico Laborista, que un año antes no existía. Además de ubicarse como tercera fuerza provincial, le otorgaba una banca en la Legislatura santiagueña a “Chabay”, un veterano de la política local que en los últimos 40 años fue radical, frepasista, kirchnerista, massista y macrista. Había sido intendente de la ciudad de La Banda cinco veces en tres décadas, hasta 2014, año en que se fugó de la provincia tras ser acusado de abuso sexual. En 2021 volvió a la política y ahora, a punto de entrar en la Legislatura, una catarata de pronunciamientos de organizaciones sociales feministas y funcionarias provinciales y nacionales probablemente impedirá su asunción el próximo lunes.
El episodio, que rápidamente se ha convertido en noticia nacional, amerita contestar algunas preguntas: ¿Quién es Chabay Ruíz? ¿Por qué cayó en desgracia y cómo logró volver a la política? ¿Por qué esta campaña ahora y cuáles son sus implicancias?
Cambios de piel y una constante
“Chabay” tiene carisma. Se lo puede ver en las redes sociales bailando rock o tocando zambas en la guitarra. Ojos clarísimos delineados por pestañas gruesas. Bigote y cejas bien negras haciendo juego. Sonrisa pícara y presencia zorruna. Cuando era intendente subía al escenario a cantar con los artistas en el Festival de la Salamanca. Era el rey de La Banda, la ciudad que gobernó cinco veces en tres décadas. Desde ahí denunciaba cada vez que podía lo que, para él, era “la ausencia de democracia en Santiago” provocada por “el unicato zamorista”. Lo cierto es que, mientras Gerardo Zamora ganaba elecciones por goleada en toda la provincia una y otra vez, La Banda fue siempre una isla donde se imponía “Chabay” y su Movimiento Viable.
“Chabay” Ruiz había iniciado su vida política a principios de los 80, militando en la Franja Morada en la Universidad de Tucumán, donde se recibió de contador público. En 1987, a sus 29 años, fue electo diputado provincial por la UCR. En 1991 se postuló y ganó las elecciones para intendente de La Banda. Después del Santiagueñazo, enfrentado con otros líderes del radicalismo como José Zavalía y Mario Bonacina, dejó la UCR y fundó su propio partido, el Movimiento Viable, desde el cual se vinculó con políticos nacionales de todos los colores e ideologías. A fines de los 90 fue el referente santiagueño del Frepaso. Entre 2001 y 2003 fue el primero en traer a Santiago a Néstor Kirchner. Su partido adhirió al Frente Para la Victoria hasta 2013. Alguna vez contó que ese año fue a Casa Rosada a informar que era perseguido por Zamora y como no le llevaron el apunte, abandonó y se convirtió en referente santiagueño del massismo, cuando Sergio Massa era opositor al kirchnerismo. Todos esos cambios de piel los hizo parapetado durante tres décadas en la intendencia de La Banda, desde donde vio la caída del gobierno juarista – del cual fue ocasionalmente opositor – y el posterior ascenso y consolidación del Frente Cívico.
En su larga carrera de zigzagueo político, Chabay mantuvo una sola constante: fue, desde siempre, rival y uno de los pocos enemigos acérrimos de Gerardo Zamora.
En agosto de 2014 había sido su último triunfo. Festejó por las calles de La Banda subido a una camioneta junto a Sergio Massa y Pablo Mirolo, uno de sus hombres de confianza a quien había ungido como candidato a intendente porque ya no podía presentarse a un nuevo mandato. Y él fue como candidato a concejal. Pero en diciembre de ese año cambió su suerte, cuando la justicia dio curso a una grave denuncia que un año antes había presentado una mujer de 38 años: en ella constaba que en 2013 había sido abusada sexualmente en el despacho de Chabay durante una supuesta entrevista laboral. Tres policías de confianza le avisaron al intendente devenido en concejal que venían por él, y huyó sin dejar rastro.
Durante los 22 días que “Chabay” estufo prófugo, la familia hizo marchas pidiendo su aparición con vida. Anahí Campos, su pareja, fue detenida por la policía y luego de que la liberaron denunció que había sido torturada. La pesquisa terminó con un cinematográfico operativo policial en una casa de la localidad bonaerense de Ituzaingó, donde una banda de uniformados entró rompiendo la puerta y encontró a Chabay escondido.
En Santiago, los abogados de Ruiz le recomendaron al exintendente pedir juicio abreviado y confesar el abuso. Evitó el juicio oral y público, recibió una condena de tres años de prisión en suspenso y quedó en libertad, pero inhabilitado por ese lapso de ejercer cargos públicos. Después, ni bien pudo, volvió al ruedo.
Rearmado y condena social
Durante los años siguientes a su condena no se supo casi nada de “Chabay” Ruiz. Circularon nuevas denuncias por abuso sexual que aún se investigan. La municipalidad de La Banda, que había sido su bunker, había quedado a cargo de Pablo Mirolo, que rápidamente se desmarcó de su exjefe político y se dedicó a gestionar la ciudad con un vínculo menos conflictivo con el oficialismo provincial. Luego, como si se tratara de una especie de avistamiento de un animal en extinción, circuló una foto suya merodeando un acto de Cambiemos en 2015. Chabay había empezado a recuperar vínculos con sus punteros y leales en La Banda y a arrimar posiciones con algunos dirigentes de Cambiemos para armar un nuevo espacio político.
De cara a las elecciones de 2021 formó el Frente Patriótico Laborista, junto con Rodrigo Posse, diputado provincial, jefe de la bancada de PRO que se comenzaba a abrir del partido por diferencias internas, y Guillermo Suárez Meleán, un empresario dueño de una cadena de hornos de empanadas con sucursales en todo el país, outsider total de la política.
Después de una campaña sostenida con videos caseros en Facebook y YouTube, los miles de votos que el Frente Patriótico Laborista consiguió el 14 de noviembre estuvieron lejos de llevar a Suárez Meleán a la gobernación, pero sí alcanzaron para ubicar a “Chabay” en una de las 40 bancas de la Legislatura provincial. Después de un par de semanas de tranquilidad y ante el inminente juramento de les integrantes de la nueva Cámara previsto para el lunes 6 de diciembre, esta semana comenzaron a circular los comunicados, reclamos y protestas para evitar que Chabay asuma el cargo.
El 1 de diciembre la Colectiva Ni Una Menos Santiago del Estero publicó un comunicado extenso y minucioso que abre y cierra con un reclamo: “No queremos violadores en nuestra Cámara de Diputados”. Y en el que también piden la intervención del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación para acompañar el reclamo. Se plegaron al reclamo el Inadi, la APDH, y dirigentes de todo el arco político.
“Valoramos la democracia pero entendemos que la democracia tiene que ser feminista”, dijo el jueves Romina Chiesa, directora nacional de Protección de Víctimas de Violencia por Razones de Género, que viajó a Santiago. Contundente, agregó: “Una persona condenada por abuso no puede ser representante del pueblo”.
Este viernes por la tarde, la ministra Elizabeth Gómez Alcorta recibió en su despacho de Buenos Aires a Mariela Pérez, Andrea Barraza y Florencia Pérez, representantes de la Colectiva Ni Una Menos Santiago del Estero, y se comprometió a enviar una nota a la Cámara de Diputados de la provincia manifestando la preocupación por el caso.
Resta esperar a lo que ocurra el lunes en la Legislatura. Desde el entorno de Chabay Ruiz se ha apostado, por ahora, al silencio. En su cuenta de Facebook, el último posteo es del 20 de noviembre, una semana después de las elecciones, donde se lo ve en un video cantando en un escenario, con el título: “Eduardo Chabay Ruiz: Diputado provincial y talentoso trovador bandeño a pura magia y esplendor”.
EP/CB
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