El crecimiento trimestral no compensa la caída interanual: señales de alerta en el modelo del tándem Milei-Caputo

En el tercer trimestre de 2024, el primer año de gobierno de Javier Milei, el Producto Bruto Interno (PBI) mostró un repunte del 3,9% respecto del trimestre anterior, pero en comparación con el mismo período de 2023 registró una caída del 2,1%, según el último informe sobre la actividad económica, elaborado y difundido en la tarde de este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este contraste revela un rebote técnico, pero no un cambio estructural en la dinámica económica del país.

El descenso interanual del PBI se asienta, principalmente, en el colapso de la inversión. La formación bruta de capital fijo, indicador clave para el desarrollo de la infraestructura y la industria, se desplomó un 16,8%. La construcción, motor del empleo y la actividad, registró una caída alarmante del 14,9%. Este panorama, aunque parezca mentira, es coherente con las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno libertario, que priorizan el equilibrio fiscal sobre los ladrillos y una fábrica en funcionamiento y dando trabajo.

En el plano del consumo, el privado disminuyó un 3,2% interanual, mientras que el público lo hizo en un 4%. Los salarios reales pierden frente a la inflación y el gasto estatal se restringe severamente, exacerbando la presión sobre los sectores más vulnerables.

Sin embargo, no todo es negativo: las exportaciones crecieron un 20,1% interanual, impulsadas por sectores como la agricultura (aunque, hay que decir todo, también porque se trata de un rebote después de la peor sequía en décadas que sufrió el campo en 2023), ganadería, caza y silvicultura, que aumentaron su valor agregado en un 13,2%. Este repunte exportador, aunque positivo, no alcanza para contrarrestar las debilidades internas ni para ofrecer una solución integral.

La pregunta de fondo es si este modelo de ajuste es sostenible. Si bien el gobierno celebra el crecimiento trimestral desestacionalizado como un triunfo, los sectores industriales, comerciales y de servicios muestran signos de debilidad. La industria manufacturera cayó un 5,9%, el comercio mayorista y minorista un 6,1%, y actividades como la intermediación financiera también retrocedieron.

Mientras tanto, la narrativa oficial se centra en la necesidad de austeridad para corregir años de desmanejo económico. Pero la combinación de políticas de ajuste con una caída sostenida de la inversión genera dudas sobre la capacidad del gobierno de La Libertad Avanza para reactivar la economía sin comprometer aún más los niveles de empleo y bienestar social.

Aquí, el informe completo del Indec.

JJD