En Corrientes ganó el oficialismo y a partir hoy los rivales se miran desde adentro
En las elecciones de medio término en Corrientes el oficialismo obtuvo una amplia victoria, con un piso del 65% de votos. El frente Encuentro por Corrientes + Vamos Corrientes retuvo su rol mayoritario en la Cámara Alta y Baja, y renovó la hegemonía que sostiene desde el 2001. El Frente de Todos alcanzó apenas un 29% de acompañamiento.
La participación ciudadana se mantuvo cercana al 70%, acorde a los promedios históricos de la provincia. Pero no escasearon los reclamos por la actualización del sistema electoral: los y las votantes se encontraron en el cuarto oscuro con un total de 53 listas, tantas boletas como partidos, a pesar de que sólo cuatro frentes participaban de la contienda.
Estaban en juego 15 bancas en Diputados y 5 en Senadores. Los espacios Ganemos Corrientes (PJ disidente) y Libres del Sur no sumaron el acompañamiento necesario para aspirar a una banca. Desde la oficialización de listas no había dudas sobre la polaridad de la contienda, así como tampoco de la amplitud de la brecha que podría ostentar el radicalismo; igual de insalvable que hace dos años atrás, cuando Gustavo Valdés fue reelecto por el 76% de los votos.
El dato que resultaba de interés era cuánto podía rascar el baqueteado Frente de Todos, con rupturas internas, sin espalda para pedir la confianza de los electores y oficiando de espejo de la escena nacional: pérdida de rumbo e imposibilidad de construir referentes de peso. Además de la frase frecuente: “se vota con el bolsillo”.
Mirando hacia octubre
En las últimas elecciones presidenciales, Corrientes respaldó la candidatura de Alberto Fernández en un 50,76%. En tanto que la propuesta de renovación de Mauricio Macri fue acompañada por un nada despreciable 42,22%. Pero Juntos por el Cambio requiere cuanto menos invertir las cifras para asegurar su vuelta a la Casa Rosada.
Tal es así que Horacio Rodríguez Larreta se hizo presente en Corrientes Capital, incluso antes de los primeros datos oficiales, para participar de la victoria que personifica Valdés y brindar al electorado una fotografía de unidad a futuro que el peronismo no supo proyectar ni en la provincia ni a nivel nacional. En compañía del diputado nacional Maximiliano Ferraro, se reunieron para posar en el despacho del gobernador.
En declaraciones con la prensa, el precandidato presidencial no dio vueltas: “Estamos juntos, para ganar al kirchnerismo tenemos que estar juntos para bajar la inflación y la inseguridad. Con Gustavo compartimos la obsesión por el trabajo, estamos más juntos que nunca”, aseguró y ratificó la promesa de dar por terminada la discriminación peronista sobre la tierra radical.
Larreta sostuvo desde Corrientes, de cara al cierre de listas para las PASO, que “la idea es que generemos juntos más pospuestas y trabajos, estamos buscando construir una mejor Argentina”. Su aliado Valdés lo acompañó mirando de frente a las cámaras: “Tenemos que hacer un gran esfuerzo para tener una sola lista a nivel nacional”.
La verdadera contienda
Desde mañana el oficialismo correntino inicia la cuenta atrás de otra batalla, puertas adentro. El gobernador Valdés transita su segundo mandato y la carta orgánica de Corrientes dicta que será la última. La centralidad de su figura y la contundencia de sus números le dará la fuerza para pujar tanto como desee para designar a un alfil propio.
Una versión esperable es la continuidad del apellido: traer a su hermano menor, Juan Pablo Valdés, intendente de la localidad de Ituzaingó, para acomodarlo en Capital. Valdés chico ganó por un 63% los comicios en el 2021, sin ninguna función de relevancia de manera previa. Sin embargo, los Valdés tienen una larga tradición política en su pueblo de origen y en la Unión Cívica Radical de Corrientes.
Manuel Valdés (padre) fue intendente de Ituzaingó durante dos periodos, entre el 2005 y el 2013; mientras que Octavio Valdés (tío) ocupó el cargo con anterioridad desde 1997, también con dos gestiones consecutivas, además de una banca como diputado provincial. El poder del clan familiar en extensión, dejan abiertas las posibilidades para el más joven de los suyos.
La fuerza de la figura del actual gobernador en el espacio de Juntos por el Cambio le suma peso a su balanza. Gustavo Valdés aseguró en más de una ocasión su voluntad de concluir su mandato, que ningún coqueteo con el centro del país lo desviaría de su misión en la provincia. Pero mira hacia adelante y resguarda sus intereses personalísimos pujando para que Juntos por el Cambio se encuentre comandando de Argentina cuando él culmine sus funciones.
En este escenario de bonanza para una las pocas figuras con proyección nacional y con fuerza territorial real que le quedan al radicalismo, en la casa propia hay rispideces. Aunque el oficialismo niegue cualquier recelo, no es un secreto que Ricardo Colombi podría aspirar a ser gobernador, tras sus mandatos entre 2001 y 2005 y entre 2009 y 2017.
Colombi preside la Unión Cívica Radical local y renovó este domingo su banca en Senadores. Detenta también un peso indiscutido para posicionarse o posicionar a un jugador de su equipo en las contiendas que se vengan durante los próximos dos años; presionando por que el sello de su creación, Encuentro por Corrientes, tenga más aguante que el espacio de Vamos Corrientes, cosecha de los tiempos Valdés.
El exgobernador encabezando una la lista legislativa volvió a mostrar ante los propios y ajenos su vigencia en la política correntina y las posibilidades ciertas de mantenerse en carrera. Cuenta con esa confianza que lo acompaña hace 22 años y que podría poner sobre la mesa para buscar acomodarse nuevamente en el sillón de Pedro Ferré. Desde ahora y por los próximos años, los rivales se medirán desde cerca y desde adentro.
IRB
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