Tras Santa Fe, Larreta se acomoda mejor que Bullrich y JxC aspira a lograr una decena de provincias propias
Haber ganado el casillero de Santa Fe parece haber acercado a Juntos por el Cambio un poco más a la Casa Rosada. El contundente triunfo de ayer en las PASO por parte de Maximiliano Pullaro –que además se impuso él sólo frente a toda la coalición peronista gobernante– infló de expectativas a la oposición, que festejó en el comando de campaña del diputado radical como si ya se hubiera quedado con el poder provincial.
Pero en la noche del hotel Ariston del centro rosarino fue Horacio Rodríguez Larreta quien buscó sumarse al poroto santafesino en su propia interna con Patricia Bullrich. “Es un triunfo de los mismos valores en los que yo creo”, compartió exultante ante su círculo íntimo, luego de levantarle la mano a Pullaro en el escenario principal. Viajó especialmente a la ciudad santafesina en un avión privado acompañado de su pareja, Milagros Maylin, y su secretario de Asuntos Públicos, Waldo Wolff, además de sus habituales colaboradores en comunicación.
El jefe de Gobierno y su armado político conectaban directamente la flamante victoria en Santa Fe con los últimos resultados electorales a su favor: los batacazos de Marcelo Orrego en San Juan y de Claudio Poggi en San Luis. Los consideran jugadas exclusivamente suyas. También suman en ese mapa la histórica derrota del MPN neuquino por parte de un expartidario que se alió con el PRO, Rolando Figueroa.
El larretismo evitaba mencionar en ese TEG vernáculo el primer lugar de Alfrejo Cornejo en las PASO de Mendoza. Claro, el todavía senador es un pilar de Bullrich: le ofrendó su compañero de fórmula, Luis Petri. Pero tampoco recordaron que Gerardo Morales, vice del jefe de Gobierno, logró transferir en Jujuy el poder a un alfil suyo, Carlos Sadir, hoy ministro de economía provincial. Y el inesperado triunfo de JxC en Chaco sobre Jorge Capitanich de la mano de Leandro Zdero.
Con los últimos resultados, JxC duplicaría las provincias pintadas de su color a partir del 10 de diciembre: a Jujuy, Mendoza y Corrientes –donde gobierna el radical Gustavo Valdés–, sumará San Luis, San Juan y Neuquén. A la luz de este domingo, casi con seguridad incorporaría Santa Fe. Y hay confianza interna en ganarle al peronismo en Chubut y Entre Ríos, con los macristas Ignacio Torres y Rogelio Frigerio, respectivamente.
Ese recuento rápido no tiene en cuenta la ciudad de Buenos Aires, bastión del PRO. Sería una sorpresa que Martín Lousteau se la arrebate a Jorge Macri, pero en definitiva seguiría en manos del universo cambiemita. Y aunque Luis Juez no ganó en Córdoba, sus casi 40 puntos entusiasman a la oposición para las presidenciales. Una muestra de su renovada vitalidad podrían dar las cercanas elecciones en la ciudad de Córdoba, el próximo domingo 23: el radical Rodrigo de Loredo pelea cabeza a cabeza con el peronista Daniel Passerini.
“Veo una tendencia de la ciudadanía ante el hartazgo. La gente apuesta a las estructuras y a la proyección de futuro”, comentó anoche por lo bajo un influyente radical cercano a Larreta. Le apuntaba en su comentario a la estrategia bullrichista de campaña, más interesada en dominar la discusión pública con una narrativa de discurso duro que en enfocarse en propuestas.
Sin embargo, por ahora las encuestas vaticinan una victoria de la exministra en las PASO. El jefe de Gobierno no confía en esas estadísticas, dice que están realizadas de manera online, que las presenciales lo dan siempre arriba. El larretismo asegura que hay una “mayoría silenciosa” que no responde los sondeos y que se definirá el día de la primarias por ellos.
“El electorado bullicioso hace ruido, pero hay una mayoría que se define racionalmente”, analizó un operador bonaerense de la lista “Hagamos el Cambio de nuestras vidas”, que anoche estaba festejando junto a Pullaro. La aplastante victoria del diputado llegó incluso a generar el rumor de que Bullrich, que también estaba en Rosario, iría del búnker de Carolina Losada al de Pullaro. Finalmente esa foto, pese a que estaba a apenas 30 cuadras de distancia, no sucedió.
En el bullrichismo prefirieron anoche el silencio casi absoluto. Aseguraban que siempre tuvieron “pocas expectativas” con la postulación de Losada, que apostó a nacionalizar su campaña con Bullrich. La exministra estuvo en su cierre de campaña también el jueves pasado. Siempre trató de evitar hacerse eco de las fuertes críticas de la senadora al diputado, sobre todo sus acusaciones por supuestos vínculos con el narcotráfico. Pullaro le había pedido explícitamente a Larreta que no se aparezca mucho por la provincia.
Cerca de Pullaro confiaron que la presencia de Bullrich les afectó en la campaña: aseguran que le podrían haber sacado más distancia a Losada. El último corte del escrutinio provisorio les dio 35,34 por ciento a 21,68%. En definitiva, como comentó un vocero de Bullrich: “Maxi ahora la va a necesitar a Patricia”. ¿Y Larreta?
MC
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