Frente de “Todos con Axel”: sin adelantamiento del calendario, buscan asegurar la reelección del gobernador
En medio de la interna Alberto-Cristina que en los últimos días bajó su intensidad, en el Frente de Todos parece haber una certeza: el objetivo de que Axel Kicillof busque la reelección en 2023 como gobernador de Buenos Aires.
Si bien no es una decisión que el mandatario ni sus colaboradores estrechos lo explicitan, el oficialismo bonaerense se está alineando detrás de su figura, en un cierto consenso que según pudo reconstruir elDiarioAR atraviesa a los socios internos del FdT: desde la vicepresidenta hasta los intendentes del conurbano, pasando por el massismo y los movimientos sociales con poder territorial.
La voz de la conciencia del gobernador la transmite públicamente Carlos Bianco, que en la campaña 2019 fue su chofer en el Clio –auto que todavía conduce– y quien ahora es su jefe de asesores, luego de ser corrido como jefe de Gabinete. “Kicillof tiene que ser un potencial candidato, porque si no puede es que hicimos todo mal”, dijo días atrás en una entrevista radial. Traducción: el mandatario va a jugar para buscar la reelección y tiene con qué.
Otra manera de Bianco de alentar la reelección de su jefe es defender el plan “6x6” que se lanzó a comienzos de año: la estrategia plantea que después del sexenio María Eugenia Vidal+pandemia, Kicillof necesita otros seis “para reconstruir la provincia”.
“El candidato va a ser Axel. No hay otro”, le dijo a este medio una voz de peso en el entorno de Sergio Massa. Es otro poroto para el gobernador y que le quita un rival interno. El Frente Renovador nunca reflotó el congreso partidario que tenía agendado en Mar del Plata para abril pasado, donde pretendía nominar como precandidato a la gobernación a Jorge D’Onofrio, hoy ministro de Transporte provincial. La excusa oficial fue que la fecha del evento –22 y 23 de abril– coincidía con el aniversario del fallecimiento de Mario Meoni, también hombre de Massa y que estaba a cargo de Transporte a nivel nacional.
En la misma línea, a la semana siguiente de ese no-evento, Malena Galmarini de Massa se mostró en el nacimiento de la mesa provincial del FdT en la propia Casa de Gobierno provincial, en La Plata. Además de ella y de Kicillof, la foto la protagonizaron Máximo, la vicegobernadora, Verónica Magario; el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; el intendente de Ensenada, Mario Secco; la diputada nacional Mónica Macha y el directo en la AFIP Carlos Castagneto. Fue un mensaje para que Alberto Fernández replique la institucionalización del frente a nivel nacional, pero también cerró filas del acuerdo que está tejiéndose hacia dentro de la provincia.
Pese a que la mesa no volvió a reunirse –como ya publicó este medio el domingo pasado, se trabaja para que antes de fin de mes haya una nueva convocatoria con segundas y terceras líneas–, otra mesa tomó forma esta semana, clave para buscar la victoria en el ‘23: Máximo ordenó las secretarías del PJ bonaerense, repartiendo 47 lugares para conformar a todos y todas.
Albertistas, camporistas, sindicalistas, movimientos sociales e intendentes se acomodaron debajo de Magario –mujer de Fernando Espinoza, que conduce históricamente La Matanza– y de Mariel Fernández –intendenta de Moreno y figura del Movimiento Evita y con diálogo directo con Cristina Kirchner–. Ellas son las vicepresidentas del partido y segundas en un organigrama que sumó entre otros a los ministros nacionales Gabriel Katopodis, Juan Zabaleta y Jorge Ferraresi. Axel faltó con aviso al convite porque estaba de gira por el interior provincial.
“Hay que movilizar el partido”, arengó tras el cónclave Andrés Larroque, a cargo de Desarrollo Social bonaerense y espada de La Cámpora. “Vamos con Axel”, le dijo a elDiarioAR un dirigente con territorio y que se considera “amigo” de Máximo. El hijo de la vice ahora instruyó que se organice un congreso provincial y llamó a sumar afiliados para el partido.
Los desafíos de Kicillof
Que no haya fisuras en torno a la figura de Kicillof como vértice en la provincia, ¿se debe a su manera de gobernar con mayor apertura interna que Alberto o porque es más obsecuente hacia Cristina y el kirchnerismo? “El gobernador es el que tiene la lapicera, pero es consciente de que forma parte de un frente político y en ese marco las decisiones sustantivas que toma son consultadas por lo menos informalmente para ver qué piensa cada uno. No es un gobernador que toma las decisiones a solas y a ciegas, hay consultas políticas permanentemente con los distintos referentes políticos del frente”, explicó Bianco en una entrevista reciente.
Un átomo suelto en el oficialismo provincial y que puede ser una amenaza para Kicillof es el lomense Insaurralde, cuya designación a pedido de Cristina se leyó en su momento tras las PASO como una “intervención”. En su silencio, por ahora parece jugar más como puente entre La Plata y los intendentes, que para convertirse en retador del actual gobernador.
“Obviamente Axel es el candidato natural, hay consenso sobre eso”, dijeron a este medio desde un municipio de la primera sección electoral, en sintonía con lo que transmitió otra fuente comunal –y de otra tribu K–.
Dicho “consenso” también parece despejar cualquier posibilidad de adelantar las elecciones locales y separarlas de las nacionales, como se rumoreaba a comienzos de año, cuando la interna era descarnada. “Sería imposible adelantarla, acordate que en la provincia no hay balotaje, es a todo o nada”, recordó el massista que quiere que el gobernador sea reelecto. ¿Cuánto hace que no hay una elección provincial separada de la Nación?, se escuchó en la última semana en un pasillo oficial. ¿Cómo se hace una elección provincial sin la asistencia de la Nación?, se agregó con sorna.
Aprovechando la paridad en la Legislatura, el senador cambiemita Joaquín De la Torre presentó un proyecto para que los comicios provinciales no puedan ser simultáneos con las presidenciales, pero no prosperó. Es el mismo legislador que hace tres semanas quebró el bloque opositor Juntos, luego de que el PRO pactara con Kicillof la designación de Federico Thea como nuevo presidente del Tribunal de Cuentas. Sin mayoría propia en ambas Cámaras –lo que lo obliga a tener cintura para negociar cualquier iniciativa–, el gobernador convirtió a su secretario general como auditor de sus cuentas.
Sin convertirse aún en un “operativo clamor”, la apuesta unificada por Kicillof alimenta ahora la construcción “hacia arriba”, como explicó un legislador nacional votado en la provincia. En el FdT provincial prima la hipótesis de que la fórmula presidencial saldrá por acuerdo –ya sea un solo candidato que negocien Cristina, Fernández y Massa, o en una PASO competitiva para atraer al electorado–, y que en esa estrategia son más que necesarios el tercio de votos del padrón que aporta Buenos Aires.
Por las dudas, Axel querrá ir en la tira de quién se presente para la Rosada, una carrera donde Massa siempre está anotado, el jefe de Estado quedó relegado, parte del cristinismo quiere subir a Wado de Pedro, y en la que apareció un nuevo corredor, con quien el gobernador se mostró apenas un día después de que haya asumido como flamante ministro de Producción: Daniel Scioli.
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