Milei recurre de nuevo a un DNU para autorizar el acuerdo con el FMI, que aún no se conoce
El presidente Javier Milei dictará y remitirá al Congreso un decreto de necesidad y urgencia (DNU), con la autorización para firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), informó este jueves el Gobierno. Como es DNU, entrará en vigencia apenas sea firmado por el jefe de Estado, quien de esta manera se estaría autorizando a sí mismo a suscribir el acuerdo por un nuevo préstamo con el organismo, a menos que las dos cámaras del Congreso rechacen ese instrumento en sesión por considerarlo inválido. La medida, anunciada anoche en Twitter (X) por la cuenta Oficina del Presidente, es cuestionada por la oposición, que pide ver el acuerdo, que aún no se conoce.
“Tal como se comprometió el presidente Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias, se dictará y remitirá al Congreso Nacional un decreto de necesidad y urgencia para obtener su apoyo en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, indicó el Gobierno en el comunicado publicado en X. El 1 de marzo, sin embargo, Milei no mencionó en su discurso que mandaría el acuerdo por decreto.
De hecho, la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública (27.612), dice en su artículo 2º que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente”. Por lo tanto, el DNU, en este caso, podría no ser un instrumento válido.
En su anuncio el Gobierno señaló que el acuerdo con el Fondo implicará una operación de crédito público mediante la cual el Tesoro cancelará su deuda con el Banco Central, pero no precisó a qué monto ascenderán los nuevos desembolsos.
“Este acuerdo permitirá fortalecer el balance del Banco Central, hito esencial para consolidar la estabilidad monetaria, financiera y macroeconómica y continuar con el proceso de desinflación y de liberación de las restricciones cambiarias”, afirma el comunicado.
El Gobierno recalcó que Milei “aspira a obtener un compromiso urgente de parte del Congreso”, donde el oficialismo es minoría en ambas cámaras parlamentarias.
“No envía ningún detalle, no hay ningún acuerdo alcanzado, solo firmaron un cheque en blanco y nos lo comunican”, protestó el diputado socialista Esteban Paulón (Santa Fe).
El pasado sábado, al inaugurar el año legislativo, Milei había anticipado que pediría el apoyo del Congreso a este acuerdo. El año pasado, la oposición intentó modificar la Ley de DNU, sancionada en 2006, para empoderar al Congreso, de modo que a los presidentes no les sea tan sencillo gobernar por decreto, como lo pergeñó la autora de dicha ley, la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner, y como lo viene haciendo Milei desde que asumió.
Sin embargo, no tuvo el quórum en el recinto de Diputados, porque los gobernadores presionaron para bajar la sesión. El dictamen que modifica la ley de CFK sobre los DNU de todas maneras sigue vigente y en los próximos días, como consecuencia de este nuevo DNU anunciado por el gobierno de Milei, podría volver a cobrar fuerza.
Este jueves, en un foro empresarial, el ministro de Economía, Luis Caputo, insistió que en espera que el acuerdo se cierre antes de que concluya el primer cuatrimestre, luego de recibir el apoyo del Congreso y de que el directorio del FMI lo apruebe.
“Nos hemos puesto de acuerdo en cómo sigue el programa económico. Jamás el Fondo pidió una devaluación, no va a haber nada de eso”, ratificó.
En marzo de 2022, el entonces gobierno de Alberto Fernández (2019-2023) firmó con el FMI un programa de facilidades extendidas (EFF, por su sigla en inglés) para refinanciar préstamos por unos US$45.000 millones que el organismo había concedido a la Argentina en 2018, durante el gobierno del Mauricio Macri (2015-2019).
Ese acuerdo, que expiró a finales de 2024, ha incluido revisiones trimestrales sobre metas exigentes en materia de disciplina fiscal, acumulación de reservas monetarias y límites a la emisión monetaria que Argentina no siempre cumplió.
La llegada a la Presidencia de Milei, a finales de 2023. implicó un nuevo giro en la relación con el FMI, cuyas autoridades elogiaron el brutal ajuste de la nueva gestión (que sufren los jubilados, las universidades y áreas del Estado que fueron eliminadas y desfinanciadas), que fue mucho más allá de la disciplina fiscal que había pedido el organismo.
A finales de 2024 ambas partes anunciaron el inicio de negociaciones para buscar un nuevo acuerdo.
Este jueves, la portavoz del FMI, Julie Kozack, aseguró que se está trabajando “de manera constructiva” para lograr un acuerdo. Kozack indicó que un “apoyo firme es clave para el éxito del programa”, pero recordó que el aval del Legislativo argentino es un tema de política interna argentina y que la aprobación final depende siempre en última instancia del visto bueno de la junta directiva del FMI.
La Argentina se mantiene como el mayor deudor en la lista de países que le deben dinero al FMI: una deuda que, según datos del organismo, actualmente asciende a 31.100 millones de derechos especiales de giro (equivalentes a unos US$41.052 millones, un 28% del total de los créditos pendientes de cobro por parte del FMI).
MM/JJD
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