Kueider, el “personaje sombrío” que ya fue denunciado por enriquecimiento ilícito por un hecho anterior
El senador Edgardo Kueider fue demorado en Paraguay con más de US$200.000 y $600.000 y guaraníes sin declarar, en un operativo realizado por Gendarmería Nacional en la triple frontera, más precisamente en el Puente Internacional de la Amistad, donde se presentó como senador de LLA. Si bien quedó en libertad, se encuentra alojado en un hotel de Ciudad del Este, donde en las próximas horas será convocado a declarar ante el titular de la Unidad Fiscal N°2 especializada en contrabando.
El malestar con quien fuera funcionario del ex gobernador, Gustavo Bordet, y armador político por el Partido Justicialista en Entre Ríos, no es una novedad. Desde hace tiempo decidió cambiarse de bando y fue incluso quien habilitó que en el Congreso se aprobara la Ley Bases promovida por LLA. Ese fue uno de los tantos motivos por los cuales hubo plenarios del PJ para analizar su expulsión partidaria, aunque la medida no prosperó. Tal vez esa sea una de las razones por las cuales en esta oportunidad, no hubo ninguna voz de apoyo en todo el arco del que fuera su partido, aunque la noticia generó una revuelo en todo el ámbito político y social.
A lo largo de su vida política, Kueider fue escalando posiciones cobijado a la sombra de los gobiernos y dirigentes de turno. Comenzó en 1999 siendo concejal de la ciudad de Concordia hasta 2003 y Secretario de Gestión Participativa entre 2008-2015, luego en la provincia fue designado como secretario general de la Gobernación entre 2015 y 2019, hasta llegar a ser senador nacional por Entre Ríos en las elecciones de 2019. En ese momento era considerado dentro del PJ, el “gran armador” de las listas que ubicaron como gobernador por segundo período a Gustavo Bordet, y que consagraron a Alberto Fernández a la presidencia.
Pero desde la asunción de Javier Milei, Kueider se convirtió en una figura clave, esta vez a favor del oficialismo de LLA, ya que su voto posibilitó que se tratara y posteriormente, aprobara la Ley Bases. Para eso, junto a otros cuatro senadores díscolos del PJ, Alejandra Vigo, Carlos Espínola, Guillermo Snopek, y María Eugenia Catalfamo, conformaron el bloque Unidad Federal. Desde entonces, en las filas del peronismo entrerriano Kueider es tildado de “traidor”, el propio presidente de la departamental del PJ Jorge Vázquez, lo calificó como “personaje sombrío”.
“Es una traición hacia los intereses de la patria, de la clase trabajadora, de los desprotegidos”, dijo Vázquez en esa oportunidad, a lo que se sumaron varias voces del PJ. Incluso el exgobernador Gustavo Bordet manifestó por entonces su distanciamiento con el legislador que había sido su delfín.
Y si bien, las redes se llenaron de expresiones de repudio, con comunicados que advertían que Kueider había vendido su voto a cambio de la administración del complejo hidroeléctrico Salto Grande, que genera alrededor de US$10.000 millones mensuales, finalmente no se lo desafilió.
No obstante, hay algo más en el escenario del legislador nacional: también deberá dar respuestas por una denuncia por enriquecimiento ilícito, realizada por un vecino de la ciudad de Concordia, que solicitó se investigue la procedencia de distintas propiedades que Kueider tiene en un edificio paranaense de lujo, a través de la empresa Betail SA, de la cual es socio.
En caso de desafuero o destitución, el cargo de Kueider sería ocupado por su suplente, la actual diputada provincial Stefanía Cora, dirigente política enrolada en La Cámpora.
SM/DTC
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