Macri vs. el juez Bava, la pulseada política y judicial que solo puede crecer
Esta vez todos los gestos fueron distintos. Macri no intentó volver a transformar en un acto político su paso por Dolores. En un trámite exprés buscó achicar el impacto de su nueva visita y también minimizar la figura del juez Martín Bava, con quien viene sosteniendo una pulseada judicial y política que tendrá varios capítulos más durante las próximas dos semanas. Desde temprano, en el entorno del ex presidente adelantaban que, tras la fallida citación de la semana pasada, Macri no le daría a Bava el gusto de declarar y que solo presentaría un escrito negando las imputaciones. “Usted está muy apurado por resolver antes de las elecciones. No le hago perder más tiempo. No quiero hacerlo demorar más. No voy a responde preguntas”, palabras más palabras menos, así reconstruyeron quienes ahí fueron testigos de lo que Macri le dijo al juez. Bava le aceptó la presentación, intervino brevemente el abogado el ex presidente, y luego los dos se pararon. Cincuenta minutos después de entrar, Macri salía por la puerta del juzgado para subirse a su auto rumbo a Buenos Aires.
Bava tiene ahora 10 días hábiles para resolver qué es lo que hace. Sería el 17 pero hay feria, con lo cual su plazo máximo para resolver si dicta el procesamiento sería el jueves 18. En medio están las elecciones. Macri sostiene que su nuevo estatus judicial, Bava lo va a resolver para que impacte en los comicios. Habrá que ver qué es lo que finalmente sucede. Lo que es indisimulable es que los dos decidieron ir a fondo en sus posiciones y no endulcoran sus declaraciones ni sus escritos. Juegan fuerte uno contra otro, en los medios y en sus presentaciones.
“En el escrito manifestamos que estamos ante la presencia de un juez incompetente en todo sentido. Un juez que no tiene imparcialidad. Y que la semana pasada mostró sus vínculos con el Poder Ejecutivo y con los intereses oscuros que hay detrás de esta causa”, dijo Pablo Lanusse luego de salir del juzgado. “Hemos ofrecido pruebas para mostrar la fantasiosa y antojadizas construcción de los hechos que le quieren imputar a Mauricio de los cuales se acordó el 1º de octubre, luego de la catastrófica derrota del Gobierno del 12 de septiembre, cuando lo llamó a indagatoria”, agregó el abogado defensor.
La relación entre Bava y Macri viene aumentando su tensión casi desde el comienzo de la investigación. El ex presidente recusó dos veces al juez y su abogado, Pablo Lanusse, aprovecha cada aparición en los medios para acusarlo de parcialidad y de ser parte de la “Justicia militante”. En el primero de los pedidos, la Cámara Federal de Mar del Plata desestimó el pedido de Macri antes de que se presentara en la semana pasada. En cambio, esta segunda vez, que fue producto de esa indagatoria no realizada, la Cámara decidió patear su decisión hasta después de las elecciones.
Por lo pronto, la Cámara fijó el viernes de la semana que viene como fecha para que Lanusse presente sus argumentos y autorizó, que a pedido del abogado, se incorpore la grabación del encuentro en Dolores del jueves pasado. Según Lanusse, allí se puede escuchar a Bava diciendo que es un error del juzgado no haberle pedido al presidente Alberto Fernández el relevamiento de los secretos de inteligencia para que Macri pudiera declarar.
También el viernes pasado, la misma Cámara, con la firma de los jueces Eduardo Jiménez y Alejandro Tazza, recomendó a Bava “que en lo sucesivo guarde la mesura y adecuada compostura al resolver causas judiciales, en particular cuando ellas detentan repercusión social”.
Bava se mantuvo firme defendiendo su accionar en la primera audiencia en que Macri no fue indagado. Para él no era necesario el permiso del presidente para que Macri declarara pero sostuvo que suspendió todo por pedido de Lanusse y por el fiscal Juan Pablo Curi. También dijo que la defensa de Macri conocía la respuesta de la interventora de la AFI Cristina Caamaño, quien fue consultada y contestó que no era necesario el relevamiento sobre secretos de Estado. “Los hechos que se investigan ante estos estrados no versan en lo absoluto sobre situaciones de riesgo para la seguridad interior y/o para la defensa nacional y por ende no revisten el carácter de secreto”, opinó en el escrito que rechazó el pedido de recusación de Macri.
La investigación que lleva adelante Bava intenta determinar si el Gobierno anterior, por medio de la AFI, espió a los familiares de la víctimas del hundimiento del ARA San Juan. Esos episodios se habrían producido entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018. Los hechos que se imputan son escuchas, seguimientos y ciber patrullajes y registros fotográficos sobre el grupo de grupo de familiares que exigían que continuara la búsqueda del submarino.
Por otro lado, Bava tiene pendiente la respuesta al pedido de Macri para viajar a Arabia Saudita, desde el 15 hasta el 25 de noviembre, ya que fue invitado por el príncipe Mohammed Bin Salman. Bava ya le había prohibido la salida del país y la medida fue apelada ante la Cámara. Los abogados de los familiares de la víctimas se oponen a que se le permita salir de Argentina. Por un lado Luis Tagliapietra, abogado y padre de una de las víctimas, planteó que a Macri se le debe dictar la prisión preventiva porque entiende que hay “riesgo de fuga”, mientras que Valeria Carreras, también representante de varias familias, planteó la posibilidad de que pida “asilo en otro país”. En ese momento, Macri argumentó que su arraigo en la Argentina no está en duda.
AM
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