“Tengo un miedo: que a Jonathan lo suiciden”
Jonathan Morel, el líder de Revolución Federal, viajó a Neuquén el día 10 de agosto del 2022 en un vuelo de Flybondi que partió del Aeroparque Jorge Newbery a las 7:40 de la mañana. Lo hizo, según Dalila Monti, su amiga y la persona con la que convivió en estos últimos tres meses, con al menos tres personas más. Una de ellas, su socio, más dos empleados. De allí, se trasladó a Vaca Muerta. Se hospedó en el Hotel Cyan Wenelen, donde quedó registrado su check in el mismo día 10 del mismo mes de agosto. Permaneció alojado en una habitación twin hasta el día 17, en el que se retiró para tomar el avión de regreso a Buenos Aires, también por Flybondi, que lo dejó en Aeroparque a las 11:40. La habitación del hotel sumó una factura de $ 172.788. En la factura, figura oficialmente como huésped Caputo Hermanos. La factura, de tipo A, está hecha a nombre del Fideicomiso Espacio Añelo. El precio unitario de la habitación fue de $ 20.400.- por noche más impuestos. Del viaje, Morel realizó registros fotográficos y videos, que quedaron en su celular. Lo hizo antes de salir de Buenos Aires, cuando estaban embalando las piezas de carpintería que presuntamente le fueron encargadas, como después, cuando las partes para ser encastradas ya habían llegado a la provincia de Neuquén.
El viaje ahora adquiere otro sentido. Morel fue detenido el pasado Jueves en Paraná, Entre Ríos, bajo cargos de instigación a la violencia colectiva, en la causa que lleva adelante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 8, a cargo del juez Martínez De Giorgi.
La AFI detectó giros de dinero de Caputo Hermanos hacia su cuenta bancaria de Morel que alcanzan los 6,5 millones de pesos. Durante el allanamiento a la casa de Leonardo Sosa, el otro referente de Revolución Federal junto con Morel, se hallaron 50 mil dólares. Lo que se investiga es si ese dinero sirvió para financiar las actividades de Revolución Federal.
Morel estaba en Paraná con Dalila Monti, quien accedió a la siguiente entrevista con elDiarioAR.
¿Cómo conociste a Jonathan Morel?
Lo conocí el 25 de Mayo, en una convocatoria que se hizo en Plaza de Mayo. Fue la primera convocatoria de Revolución Federal. Eran cinco personas, y ahí estaba yo. Ahí lo conocí a él y a Leo, también. (Leonardo Sosa, el otro fundador de Revolución Federal)
¿Y en qué momento te fuiste a vivir con Jonathan?
El 1° de agosto me mudé con él.
¿Ahí estuvieron viviendo hasta la actualidad?
Sí, compartiendo el alquiler de un departamento chiquito, en Munro. Él fue el único que me ayudó. Yo estaba en una situación vulnerable y Jonathan fue el único que me dio una mano.
Son dos meses y medio, casi tres meses viviendo con él.
Exacto.
Pero a él lo detuvieron en Paraná.
Sí, en la casa de mis padres. Habíamos venido porque yo tenía ganas de festejar mi cumpleaños acá. Mi hermana más chica y yo cumplimos en fechas muy cercanas, y quería darle la sorpresa de que venía, la visitaba, y festejábamos el cumple juntas. Además, la abuela de Jonathan, que vive en Buenos Aires, es de Paraná y yo le dije: “acompañame así conocés y le mandás fotos a tu abuela”.
¿Fue un viaje planeado?
Totalmente, desde hacía un mes. Sacamos los pasajes de ida y los de vuelta.
Entonces era un viaje para festejar tu cumpleaños número…
24. Llegamos a Paraná el miércoles 19 a la noche. Y al otro día lo detuvieron.
¿Cómo fue esa detención?
Mi papá entró a la pieza, le dice: “Jonathan, te buscan”. Nos asustamos, porque ¿quién lo podía buscar a él en Paraná? Sale mi papá, sale Jonathan. Preguntan quiénes son, le dicen que son de la PSA. Le dicen que tienen una orden de detención y le piden que salga. Jonathan estaba en piyama, así que pide cambiarse y después se fue con ellos. Todo con mucha tranquilidad.
Caputo hermanos
Dice Dalila Monti que “cuando yo lo conocí a Jonathan, a él ya le habían encargado este trabajo de carpintería”.
¿Vos pudiste presenciar la existencia real de ese encargo?
Sí, sí. Yo lo escuchaba hablar, porque no fue un trabajo de un día para el otro, sino que llevó un proceso, una planificación. A él le llevó meses. Yo lo escuchaba hablar, comentar las reuniones que tenía, le tenían que aceptar cómo iba a quedar el trabajo, aceptarle los presupuestos…
¿Qué cosas recordás que él decía acerca del trabajo para Caputo Hermanos?
Y, nosotros pensábamos cosas para hacer y él avisaba que de tal fecha a tal otra no iba a estar porque iba a tener que viajar. “Me voy a Neuquén”, decía. Comentarios casuales que hablaban de trabajo.
¿Lo viste tener reuniones con integrantes de Caputo hermanos? ¿Participaste de alguna de ellas?
No, porque era el trabajo de él, pero una vez tuvo un zoom con esta mujer (se refiere a Rossana Pía Caputo). Hablaron de la organización, del transporte. Cuando cortó la conversación él me dijo: “era la mujer que me contrató para el trabajo en Neuquén”.
¿Cómo estaba él con este proyecto?
Yo lo veía muy entusiasmado El día que él se fue a Neuquén, deja un historia destacada en Instagram que dice Dogo Neuquén y hay un par de videos y de fotos que muestran hasta donde llegó su proyecto, su emprendimiento. Estaba orgulloso, él, de ese trabajo.
¿Qué es Dogo?
Dogo Carpintería, así se llama el emprendimiento de Jona.
¿Estaba contento también por la renta económica, por lo que iba a ganar?
No. Él me dijo: de ganancia, poco. Muy poco.
¿Él te dijo que no iba a ganar plata, o que no iba a ganar mucha, con este encargo de Caputo hermanos?
Para lo que es el trabajo, lo que es todo el movimiento que se hizo, él calculaba que no era tanto cómo otra personas podía llegar a ganar.
¿Tenía un número de cuánto dinero iba a ganar? ¿Te lo comentó?
No, nunca me comentó a mí nada. Él ya declaró lo que ganó, pero en realidad no es lo que ganó, es lo que le pagaron . Porque él en base a ese pago tenía que pagar la mitad de lo que después vendió. Y después hay que dividirlo entre tres, porque son tres socios. Y después tenés que pagar los impuestos, el alquiler, las herramientas.
¿Vos viste que él comprara herramientas?
Sí, eso yo lo vi. De hecho, yo lo acompañé a comprarlas. Y gastó mucha plata.
¿Lo acompañaste a comprar herramientas para este trabajo encargado por Caputo Hermanos?
Sí, sí.
¿A dónde fueron a comprar?
Al centro de Munro. Un día a la mañana. Él ya se estaba yendo a Neuquén.
¿Qué herramientas compró y por cuánto valor, recordás?
Compró tarugos, compró clavos. Compró cinturones, esos de donde colgás los martillos, las cosas. Compró bolsos de herramientas, bolsos donde llevar las herramientas. Me parece que compró una lijadora, también. Creo. Y compró enduido.
¿Con qué plata pagó todo eso?
Con plata de su negocio, plata de su emprendimiento.
¿Te acordás cuánto gastó aquella mañana?
En un solo negocio gastó 30 mil pesos. En los otros, no me acuerdo. A mi me parecía mucha plata. “Es un montón”, le dije. Él me contestó que hubiera buscado precio, pero que lo necesitaba ya. Necesitaba todo eso ya mismo porque se le venía el viaje encima.
¿Qué otras cosas compró?
Sé que gastó plata en el embalaje. Tuvo que embalar las cosas, ahí tuvo otro gasto. Y también tenía a los empleados.
¿Cuántos?
Tres empleados.
¿Y todos ellos viajaron con él a Neuquén?
No, no llevó a todos.
¿Viajaron por FlyBondi?
Exacto.
Entre el 10 y el 17 de agosto.
Exacto.
¿Llevaron los muebles hechos desde acá?
No, llevaron las partes y los terminaron de armar allá. Hubo dos transportes. En el segundo, sólo llevaron sommiers y sofás.
En total se constataron envíos de Caputo Hermano por casi siete millones de pesos. ¿Era todo parte del mismo encargo?
Él hizo por lo menos un trabajo anterior, para ellos. Y no sé si no hizo más. Este trabajo de Neuquén no fue el primero que le encargaron. Sí fue el más grande.
¿Qué fue lo primero que le encargaron?
Creo que unas mesitas ratonas con resina, en madera rústica. Me parece, no me acuerdo bien. Ella entró a su negocio y le dijo su nombre, pero no su apellido. Se enteró quiénes eran los Caputo estando allá. Ni sabía que era la familia del que había estado en el gobierno de Macri. Cuando volvió, nos dijo: “no saben para quién trabajé”.
¿Cuándo hablaste con Jonathan por última vez?
Ayer (por el domingo 23).
¿Cómo lo escuchaste? ¿Qué te dijo?
Bien. Son llamados operativos. Necesita que le mande alguna cosa y quiere hablar con alguien. Yo vengo a ser la intermediaria para algo que él necesita.
¿Y ayer qué te pidó?
Fue por el tema de los abogados.
¿Qué relación tienen vos y Jonathan con Gastón Guerra?
Se acercó cuando hicimos la marcha al Instituto Patria. Él lo había visto a Jonathan en Gerli, en el acto de Milei.
¿Revolución Federal se presentó en el acto de Milei?
Mirá, yo no estuve en ese evento, pero sé que los chicos no entraron. Se quedaron afuera. Llevaron una bandera, que la habían pintado a mano, pero se quedaron ahí, como para hacer publicidad.
Publicidad de la agrupación.
Claro, pero no entraron al acto. Y ahí Gastón Guerra lo tiene de vista a Jonathan. Pero presentarse, se presentaron en ese día en el Instituto Patria. Se quedaron charlando y después Guerra entró al grupo de Whatsapp.
La relación de ustedes con Leonardo Sosa es distinta, es más profunda.
Sí, con Leo somos amigos.
En el allanamiento a la casa de Leonardo encontraron 50 mil dólares. ¿Existe una explicación para ese dinero que puedas dar?
Yo prefiero que eso lo declare él, que diga lo que tenga él para decir. Yo creo que pueden ser ahorros, pero no estoy segura y tampoco quiero decir si son ahorros, o no.
¿Ahorros familiares?
Para mí, son ahorros familiares.
¿Vos sabías que él ahorraba?
Sí, sí, por comentarios que él me ha dicho. Yo una vez le dije que tenía 100 dólares, que quería cambiarlos porque necesitaba la plata urgente y él me dijo: “si consigo plata, te los compro”.
Hablamos de Leonardo Sosa, ¿no?
Sí, sí. De él. Quiero decir algo más.
Decime.
Vamos a hacer una marcha el miércoles 26 a las 17 en Plaza de Mayo. Vamos a reclamar por la libertad de los chicos. Estamos indignados. Y yo, además, tengo un miedo.
¿Cuál?
Tengo un miedo: que a Jonathan lo suiciden. Que a cualquiera de ellos les pase algo, en realidad.
AS
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