El peronismo busca recuperar su protagonismo político para oponerse a las reformas de Milei y ser una alternativa de poder
A casi dos meses de la derrota electoral sufrida en el balotaje presidencial, en que Javier Milei se impuso a Sergio Massa y se consagró presidente de la Nación, el peronismo procura recuperar el protagonismo político sobre dos escenarios: las calles, a partir de movilizaciones sindicales y partidarias, y el Congreso, donde sus legisladores desarrollaron una estrategia común, que incluye negociaciones con otros partidos, para oponerse a las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno por medio del DNU 70/23 y el proyecto de “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, la llamada “ley ómnibus”.
La CGT ratificó días atrás la huelga y la movilización al Congreso que se llevará a cabo el próximo 24 de enero, una cita a la que adhirieron las dos CTA, la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), distintas organizaciones sociales y hasta un sector de la Unión Cívica Radical (UCR).
Será la segunda manifestación de protesta en contra de las medidas económicas, políticas y laborales que promovió Milei que la central obrera encabezará, luego de la realizada el 27 de diciembre último, cuando se concentró frente a los Tribunales, en el centro porteño, para acompañar la presentación de una medida cautelar en contra del DNU presidencial.
La movilización sindical confrontó con el protocolo establecido por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para evitar las manifestaciones que interrumpan el tránsito en calles, caminos y rutas. A propósito, el Ministerio de Seguridad intimó este jueves a distintos sindicatos y organizaciones sociales a pagar, en un plazo máximo de diez días hábiles, poco más de 40 millones de pesos por los costos del operativo policial.
Uno de los gremios intimados fue el de Camioneros. “El objetivo, ahora, es voltear el DNU, la ley (ómnibus), movilizar el 24 y estar presente en cada uno de los conflictos que se van a ir generalizando”, advirtió Pablo Moyano, uno de los tres secretarios generales al frente de la CGT. Moyano instó a que el peronismo esté “todo junto” en esa convocatoria. “Como militante me pregunto dónde están Alberto (Fernández), Cristina (Fernández de Kirchner), Máximo (Kirchner) y Sergio (Massa). Tenemos que estar juntos en las calles”, reclamó el sindicalista camionero.
“Como militante me pregunto dónde están Alberto (Fernández), Cristina (Fernández de Kirchner), Máximo (Kirchner) y Sergio (Massa). Tenemos que estar juntos en las calles”.
En coincidencia con Moyano, la convocatoria a parar durante 12 horas y marchar al Congreso hecha por la central obrera aparece para algunos dirigentes como una oportunidad para reunir al peronismo.
El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, consideró que el justicialismo “tiene que estar cerca de la gente”, sin importar cuál haya sido el voto en las últimas elecciones, porque “la misma realidad nos va a ir juntando con muchos que votaron a Milei”, dijo.
Frente a ese contexto, el peronismo tiene que “dar señales de unidad” y de una conducción “más horizontal”, agregó Katopodis. Su colega en el gabinete provincial, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, dijo que ante una “huérfana, lejana o abandonada”, las diferencias “dentro del peronismo son hoy secundarias” y “nadie debe sentirse excluido” porque, destacó, “no sobra nadie” en el partido.
El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela,el primer dirigente peronista al frente de una provincia en oponerse por la vía judicial al DNU firmado por Milei, propuso una amnistía puertas adentro del peronismo para definir “un liderazgo claro” que convoque “a todos los que se fueron” en los últimos años.
Para lograr esa confluencia puso, entre otras condiciones, que el expresidente y todavía jefe del peronismo a nivel nacional, Alberto Fernández, “se corra un poquito” para que otros lleven al partido hacia otros rumbos. “Se tiene que crear una comisión de acción política, como se hizo tantas veces en el Partido Justicialista, donde estén todos los sectores”, evaluó Juan Grabois, referente del partido Patria Grande y ex precandidato presidencial de UxP. Y agregó: “Si alguien está esperando que venga un salvador, a partir de las fuerzas del cielo, que vaya con Milei”.
La CGT, justamente, fue la que en los últimos días concretó reuniones con referentes políticos de otros espacios políticos en el ámbito legislativo, entre ellos los liderados por Miguel Ángel Pichetto, al frente del bloque Hacemos Coalición Federal; Facundo Manes, del radicalismo; y Myriam Bregman, Nicolás Del Caño y Christian Castillo, del Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (FIT-U). “La CGT nos invitó a formar parte de la marcha y paro del 24”, comentó Esteban Paulón, diputado nacional por Santa Fe de Hacemos Coalición Federal.
El debate en el Congreso de las dos iniciativas promovidas por Milei resultó también una oportunidad para que los bloques peronistas en Diputados y el Senado desplegaran una estrategia común para oponerse, con el acuerdo de otras bancadas opositoras, gobernadores y el movimiento obrero, el casi millar de artículos incluidos en esas normativas. “Si aprueban la ley ómnibus —opinó Germán Martínez, presidente del bloque de diputados de Unión por la Patria (UxP)— va a ser derrotado el pueblo argentino, no el peronismo”.
En el Senado, por su parte, el interbloque de legisladores de UxP, que encabeza el formoseño José Mayans, se reunió con la conducción de la Confederación de las 62 Organizaciones Justicialistas para analizar los alcances del DNU de Milei y acordar la participación de ambos sectores en la manifestación del 24 de enero.
De las calles a las plazas
Como hizo en 2016, después de la victoria electoral que llevó a Mauricio Macri a la presidencia del país, el gobernador bonaerense Axel Kicillof eligió las plazas y los parques como escenarios públicos para desplegar una estrategia política que atraiga a quienes votaron a UxP en los comicios nacionales y a los desencantados por el primer mes de la presidencia de Milei.
La Plaza Belgrano, en La Plata, situada a unas 20 cuadras del edificio de la gobernación, fue el primer escenario de las reuniones y allí estuvo el intendente local, Julio Alak, acompañado por Roberto Baradel, secretario general del gremio docente Suteba; y Daniela Torres, referente del Movimiento Evita y la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) en el distrito.
Los tres dirigentes son aliados políticos de Kicillof, como también Grabois,los diputados de origen sindical Hugo Yasky y Sergio Palazzo, y varios intendentes como Andrés Watson (Florencio Varela), Mario Secco (Ensenada), Pablo Zurro (Pehuajó), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes), Gustavo Barrera (Villa Gesell). La Multisectorial PBA intentará hacer base en el Conurbano, pero también extender sus reuniones a ciudades como Mar de Plata, Bahía Blanca, Olavarría y Pehuajó. A esos encuentros no sólo fueron convocados dirigentes del peronismo y aliados políticos, sino también empresarios pymes, comerciantes, referentes religiosos, del deporte, la cultura y los derechos humanos.
GT/JJD
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