El Gobierno busca convertir en ley en el Senado la suspensión de las PASO

Este jueves al mediodía, el Senado, fuente de tantos dolores de cabeza para Javier Milei, se podrá convertir, brevemente, en su salvador. Con el objetivo de correr el foco del criptoescándalo, que amenaza con arrastrar hasta a Karina Milei, el oficialismo buscará anotarse un triunfo político y sancionar la suspensión de las PASO para 2025. La convocatoria es, sin embargo, un arma de doble filo: así como puede aminorar el escándalo, taparlo durante algunas horas, también puede acrecentarlo. Y a esto último apuntará la oposición, que buscará aprobar la creación de una comisión que investigue el caso $LIBRA.
El pliego de Ariel Lijo, en cambio, quedó en la nada. El objetivo del Gobierno era tratar la candidatura del juez a la Corte Suprema el viernes, luego de la sesión por la suspensión de las PASO. El plan del triángulo de hierro era forzar el debate y, según palabras de una autoridad de LLA, “si entra, entra”. La resistencia del peronismo a acompañar el pliego, sin embargo, los obligó a disminuir la velocidad y, ahora, el oficialismo deberá definir en las próximas horas si se arriesga a ir al recinto aunque signifique perder.
Las señales son contradictorias y la decisión de convocar o no una sesión se definirá el jueves temprano, una hora antes de que comience la sesión. Desde los pasillos de Casa Rosada, sin embargo, ya comenzó a llegar el rumor de que si el pliego de Lijo no sale ellos arremeterán con un candidato más alineado con la propia ideología. Y este candidato —porque solo se barajan nombres de hombres— será designado, junto a Manuel García-Mansilla, por decreto.
La suspensión de las PASO y la amenaza opositora
El jueves, el Gobierno buscará anotarse una victoria en medio del escándalo $LIBRA. El plato fuerte de la sesión, que comenzará al mediodía, será la suspensión de las PASO para 2025: si Milei consigue su sanción logrará lo que todos los oficialismos de turno quisieron, pero nunca lograron. Pero para eso deberá, antes, hacerse del quórum en un clima complicado, atravesado por el criptogate y la incertidumbre que genera el pliego de Lijo.

Victoria Villarruel, que no estará presidiendo la sesión —porque se pondrá al frente del Ejecutivo mientras Milei viaja a Estados Unidos— pero si estará presente en el Senado, buscará hacerse con el número del quórum con sus aliados de siempre. Esto es así porque Unión por la Patria, si bien cuenta con varios senadores que quieren suspender las PASO, no dará quórum para la sesión. Sin ellos, Villarruel necesitará que haya presencia perfecta del resto de los bloques.
Cuenta a su favor con el regreso del radical chaqueño Víctor Zimmerman, que se había tomado licencia hace más de medio año y la había dejado, así, casi a la merced de la voluntad de UxP. La expulsión del aliado Edgardo Kueider, en ese sentido, no hizo si no empeorar la situación. El radicalismo, sin embargo, advirtió que daría quórum pero con solo una condición: si se suspendía la sesión del viernes para tratar el pliego de Lijo.
El encargado de hacer esa advertencia fue el jefe de bloque, Eduardo Vischi, durante la reunión de labor parlamentaria en el despacho de Villarruel. Su anuncio, sin embargo, hizo levantar algunas cejas: Vischi no solo había firmado el pliego de Lijo, sino que a veces suele funcionar como emisario del propio gobierno nacional. En la oposición sospechan que, detrás del ultimátum de Vischi, está la mano del Gobierno, que envía señales contradictorias sobre lo que desea hacer con Lijo.
En el oficialismo, sin embargo, confían en que tendrán el número. Cuentan con el apoyo del PRO y todas las fuerzas provinciales y más de uno desliza la posibilidad de que, si las papas queman, algún senador peronista que responde al gobernador Raúl Jalil (Catamarca) o Gerardo Zamora (Santiago del Estero) bajen a dar una mano. El jefe de UxP en el Senado, José Mayans, convenció a los propios de no colaborar con el quórum, pero la experiencia en Diputados, cuando Zamora y Jalil habilitaron el dictamen en el debate en comisión, levanta sospechas.
De conseguir los 37 para el quórum, la sanción de la suspensión de las PASO será un trámite. Se espera que cuente con el apoyo de más de 50 senadores, entre los que se encontrarán varios de UxP. Sorteado este escollo, sin embargo, el oficialismo tendrá que enfrentar otro desafío: la avanzada opositora para aprobar la creación de una comisión que investigue el caso $LIBRA.

La iniciativa es impulsada por el radicalismo, con Pablo Blanco a la cabeza, y propone crear una comisión investigadora que ahonde sobre las responsabilidades de Milei y su entorno en el derrumbe de la criptomoneda. No será fácil: la oposición necesitará de los dos tercios del recinto para aprobarla, ya que se tratará sobre tablas. Esto significa un mínimo de 48 votos. La UCR (13 senadores) cuenta con el apoyo de UxP (34 senadores) y de Guadalupe Tagliaferri (PRO), por lo que podría arribar a los dos tercios. Pero para eso necesitará que no haya ausentes.
La incógnita Lijo
Fue Mayans quien hundió las ambiciones del Gobierno con Lijo. “Tengo 25 votos para bloquear los dos tercios”, le advirtió a Villarruel y al jefe de bloque libertario, Ezequiel Atauche, en la reunión de labor parlamentaria. El jefe de la bancada peronista anunciaba, así, que Cristina Fernández de Kirchner no acompañaría el pliego de Lijo el viernes, así que no valía la pena llevar el tema al recinto. Sin esos 25 votos que responden a CFK, después de todo, el Gobierno nunca podría arribar a los dos tercios necesarios para aprobar el pliego.

Los aliados de Milei, sin embargo, dudan que la negativa de CFK ponga freno a las pretensiones de Santiago Caputo y el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, que han estado al frente de las conversaciones para cubrir las dos vacantes de la Corte Suprema de Justicia. Sospechan, por lo bajo, que el fracaso de la sesión resultará funcional tanto al Gobierno como al kirchnerismo. “Cristina puede mostrar que ella no negocia con Milei y el Gobierno hace de cuenta que intentó tratar el tema”, explica una espada legislativa que sigue de cerca el tema.
Los rumores que, en las últimas horas, comenzaron a llegar desde Casa Rosada no hicieron si no recrudecer estas sospechas. Cuando los senadores debatían Ficha Limpia en la comisión de Asuntos Constitucionales, el Gobierno dejó trascender una noticia: si el pliego de Lijo no se aprobaba en el Senado, ellos tendrían un Plan B. Y ese Plan B involucraba reemplazar a Lijo por algún jurista más alineado ideológicamente con el gobierno libertario.
Tal como relató elDiarioAR, se barajan varios nombres, entre los que se encuentra el de Ricardo Rojas, exjuez federal y autor del libro “La inflación como delito”. La amenaza latente del triángulo de hierro es que, si el Senado no aprueba los pliegos, ellos irán por decreto. Y dado que Lijo no quiere ser designado como juez de la Corte por decreto, se le buscará un reemplazo. Un reemplazo de menor agrado al peronismo. Caputo presiona, así, hasta último momento.
MC/JJD
0