Docentes universitarios siguen de paro por salarios dignos, mientras Milei mantiene su amenaza de veto
No hubo alumnos apurados por no llegar tarde a las clases, debatiendo o consultando a sus pares cómo les fue en las otras materias. Tampoco hubo profesores enseñando, respondiendo dudas de sus próximos colegas o saludando a exalumnos por los pasillos. Es que los gremios de las universidades públicas realizan desde este jueves dos jornadas consecutivas de paro nacional en reclamo de una mejora de sueldos, en ausencia de una paritaria nacional como la que se realiza habitualmente cada año y en contra del posible veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Los no docentes realizaron la huelga únicamente el jueves; en el caso de los los docentes, el cese de actividades se extiende hasta este viernes.
El Gobierno había anunciado un aumento salarial del 3% para agosto, 2% para septiembre y 5,8% para octubre, secuencia que no fue aceptada por los gremios, porque la recomposición salarial quedaba por debajo de la inflación.
El sueldo de un profesor titular con dedicación exclusiva, el escalón más alto de las categorías docentes, puede llegar a $1.100.000, mientras que el sueldo docente más bajo es de $270.000 pesos, similar al de las jubilaciones mínimas, que también dependen de la voluntad del Poder Ejecutivo Nacional, hoy conducido por Milei, para ser actualizadas y no de un mecanismo automático, que siga la evolución del costo de vida, que mide el Indec mes a mes.
“La situación de los profesores es desesperante, desde el 10 de diciembre no hubo ni una sola paritaria”, contó Ricardo Petraglia, secretario general de la Asociación de Trabajadores Docentes de la Universidad Nacional de Avellaneda (Aduna).
“El gran deterioro salarial ocurrió en diciembre y enero, lo que pedimos nosotros es que recompongan los salarios con la inflación de esos meses”, completó el sindicalista.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) convocó a una segunda marcha universitaria —después de la que se realizó en abril y que fue masiva, con movilizaciones en todo el país en defensa de la universidad pública— para el miércoles 2 de octubre y tendrá el apoyo de los gremios docentes, no docentes, federaciones universitarias estudiantiles, sindicatos y las centrales obreras, las dos CTA y la CGT, aunque estas no llamaron a un paro nacional.
Para bajar la tensión con los gremios universitarios, el Ejecutivo los había convocado a fin de discutir la paritaria y destrabar el conflicto con las casas de estudio en medio del paro por 48 horas que lanzaron desde los sindicatos.
Los sindicatos universitarios FEDUN, CONADU, CONADU Histórica, FATUN y FagDUT consideraron “insuficiente” la nueva propuesta salarial del Ejecutivo nacional. “A nadie escapa que esta convocatoria se da por la inminencia de una marcha masiva en rechazo al ajuste en la universidad. Sin embargo, la propuesta está muy lejos de equiparar con los estatales, porque es solo un 5,8% para octubre y no reconoce la enorme deuda de más de 50 puntos nominales en el salario de docentes y no docentes”, indicaron, al hacer referencia además a la multitudinaria marcha del 2 de octubre.
El secretario general de CONADU, Carlos De Feo, dijo que la oferta del Gobierno “tampoco resuelve la cuestión de la garantía salarial, del FONID (Fondo de Incentivo Docentes) y otros temas”. “Le pedimos al Gobierno que, si realmente quiere comenzar un proceso paritario serio, presente una propuesta para solucionar en el menor plazo posible la situación de atraso salarial”, expresó el dirigente.
Mientras tanto, Milei, que el mismo 13 de septiembre, día en que el Senado sancionó la ley de Financiamiento Universitario, anunció que la vetaría, aún no firmó el veto. “Sigue en pie la marcha del 2 de octubre contra el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que permitiría resolver lo que esta propuesta totalmente insuficiente no resuelve”, expresó De Feo a través de un parte de prensa.
El paro de la comunidad universitaria se inició por la mañana de este jueves, se llevó a cabo en todas las facultades de universidades públicas del país y se extiende hasta este viernes, como paso previo a la Marcha Federal del miércoles de la semana que viene.
El descontento por los bajos salarios de los docentes y no docentes universitarios y el posible veto de Milei a la ley de Financiamiento Universitario que aprobó el Congreso es generalizado en las casas de altos estudios. Inclusive entre quienes consideran que los paros no son la mejor medida hacerle frente a las injusticias.
Es el caso de Eduardo Bombelli, un ingeniero agrónomo que da clases de informática en la UBA, de donde egresó que dio examen en la Facultad de Agronomía este jueves a pesar del cese de actividades.
“Es un profe muy copado”, dijo a elDiarioAR una de sus alumnas en alusión a Bombelli, profesor desde 1995. “Gracias por todo”, se despidió otro. Entre chistes y risas, Bombelli iba del aula 3 a la 4 a paso apurado para ayudar a sus estudiantes de entre 50 y 65 años que tenían dudas o problemas con el manejo de las computadoras.
A Bombelli nunca le gustaron las marchas, no le gusta el tumulto y no considera que se mejore la situación dejando a los estudiantes sin clases. Sin embargo, afirmó que si sus alumnos acordaban respetar la medida de fuerza, él iba a acatar. “Hay que buscar otros medios de protesta, pero es difícil que se visibilice tu reclamo si no marchas o dejas de hacer tu trabajo”, respondió el profesor, que dijo estar de acuerdo con las movilizaciones aunque él no participe de estas.
Joaquín Escolar
JJD
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