El ajuste de Milei pone en peligro el plan que redujo el embarazo adolescente a la mitad
El ajuste de Javier Milei pone en peligro el programa que redujo el embarazo adolescente a la mitad en tres años. Se trata del Plan ENIA, que tiene 709 trabajadoras y trabajadores a los que se le venció el contrato el 31 de marzo y aún no tienen novedades sobre su continuidad, no les comunicaron ninguna información oficial sobre su situación laboral. Colectivos feministas y de profesionales de la Salud denunciaron el vaciamiento de esta política pública que está en doce provincias y es de referencia en América Latina por sus resultados.
El Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) se implementó en el 2018 bajo la presidencia de Mauricio Macri y continúo durante la gestión de Alberto Fernández, y desde su inicio hasta el 2021 redujo la tasa de fecundidad adolescente (entre 10 y 19 años) de 49,2% a 27%, lo que significa un caída del 49%. Argentina pasó de tener 69.803 adolescentes entre 15 y 19 años y 1.938 niñas menores de 15 años que tuvieron un hijo o hija en 2019 a 46.236 adolescentes entre 15 y 19 años y 1.394 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija en 2021. A pesar de estas cifras, el plan está en riesgo. Tal como lo anticipó elDiarioAR, el 31 de marzo se vencieron los contratos y continúa la incertidumbre.
El eje del Plan ENIA es el trabajo de los y las promotoras que están en las provincias más complicadas con esta temática: Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y Provincia de Buenos Aires. Los 709 empleados y empleadas son la principal inversión y su continuidad laboral está en riesgo por lo que el plan puede desaparecer. “Sin recurso humano no hay plan”, afirmó Silvina Ramos, socióloga y coordinadora de diseño del plan, una de las personas que más sabe de este tema. elDiarioAr consultó con fuentes en distintas provincias que relataron la misma situación: no se renovaron los contratos, la mayoría bajo la modalidad monotributista. Suponen que no habrá renovaciones, pero no hay ningún tipo de comunicación formal.
Se trata de profesionales que trabajan en asesorías en salud integral y salud sexual y reproductiva y educación sexual integral en escuelas, centros de salud y espacios comunitarios. La Red de Profesionales de la Salud por el derecho a decidir alertó sobre esta situación y se pronunció en contra de los despidos. Algo que también hizo el plenario de La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en el que se reunieron 87 personas de 19 regionales de todo el país, que repudió el vaciamiento del plan. “Su desmantelamiento vulnera la efectiva garantía de derechos que el Estado debe a las niñeces y adolescencias.”, afirmaron en un comunicado.
Desmantelar el plan es una afectación directa a los trabajadores y trabajadores pero también implica reducir las oportunidades de desarrollo personal, trayectorias educativas, inserción en el mercado de trabajo y nivel de ingreso de las adolescentes. La evidencia muestra que las maternidades a edades tempranas afectan negativamente las oportunidades de vida de las adolescentes. Según el Estudio Milenia, realizado por la Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y Plan ENIA, las chicas que fueron madres durante la adolescencia registran una menor probabilidad de terminar sus estudios secundarios: solo el 38% completó la educación secundaria contra el 55% de quienes tuvieron un hijo después de los 20 años. Además, las adolescentes que tuvieron una hija o un hijo a temprana edad permanecen más en el hogar dedicadas a tareas domésticas y de cuidados y se ven más afectadas por el desempleo: registran niveles de desempleo un 21,4% mayores que quienes las tuvieron en edad adulta. Además, quienes fueron madres adultas tienen tres veces más posibilidades de completar los estudios terciarios que una madre adolescente.
“Sin duda el logro más importante ha sido la reducción de la fecundidad adolescente en dos terceras partes, incluyendo los nacidos vivos de menores de 15 años que suele ser más difícil y más complejo. Pero ha tenido otros logros concomitantes como la garantía del derecho de las adolescentes a recibir información que le permita tomar decisiones libres e informadas sobre su sexualidad, su capacidad reproductiva, construir vínculos afectivos más amorosos basados en la horizontalidad, en el vínculo, en el respeto mutuo a través de la educación sexual y de la consejería en salud sexual y reproductiva”, explicó Ramos, que es investigadora del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES).
Según un informe de UNFPA realizado por Federico Tobar, ENIA redujo el costo de oportunidad del embarazo no intencional en la adolescencia en más de 280 millones de dólares anuales. “Argentina perdió 834,7 millones de dólares como resultado de los embarazos adolescentes. Ese número representa un costo de oportunidad equivalente a más de 1600 dólares anuales por embarazo adolescente. Pero si se considera que los impactos sobre la participación laboral y el ingreso de la madre temprana se extienden en toda su vida productiva el costo de oportunidad para el país en su conjunto del embarazo no intencional en la adolescencia supera los 10 mil dólares”, indica el informe.
Se trata de una política pública que puso a la Argentina a la vanguardia de América Latina. “Son intervenciones costo efectivas, que han reducido los embarazos adolescentes y la inversión que se ha hecho no es mucha. Tiene un costo anual de alrededor de 60 dólares por embarazo que se previene al año. Contribuyó a reducir la fecundidad adolescente en la Argentina en un tiempo prácticamente récord. Es modelo y única experiencia de tamaña magnitud y calidad en toda la región de América Latina”, explicó Ramos.
Si la motosierra de Javier Milei efectivamente pasa por el Plan ENIA tendrá consecuencias en la deserción escolar, en la inserción en mercado laboral y el acceso a trabajos de calidad y también en la reproducción de los ciclos intergeneracionales de pobreza y mala salud. “Con esto se van a desmontar las condiciones que redujeron el círculo intergeneracional de la pobreza porque la maternidades tempranas afectan la inserción social de las adolescentes y esto contribuye negativamente a reproducir la pobreza en aquellos sectores sociales en donde pega más fuerte la maternidad adolescente, que son generalmente los sectores de mayor vulnerabilidad social”, agregó la investigadora de CEDES. Por ejemplo, las madres adolescentes tienen cifras de desempleo 21% más que las adultas y un 25% más de inactividad laboral. Sin embargo, toda esta evidencia no resulta suficiente para evitar el desmantelamiento del plan.
CDB/MG
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