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ENTREVISTA

Blanca Madurga, uróloga: “El tamaño del pene disminuye con la edad”

La uróloga Blanca Madurga, autora del libro 'Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar'.

Sofía Pérez Mendoza

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Con el pene se da una paradoja curiosa. Es un órgano que está en el centro de la vida de los hombres (y de la sociedad como patriarcal que es). Se dibuja en las agendas escolares desde pequeños. No es solo un retrato sino un símbolo asociado a la masculinidad; un constructo de cientos de años. Precisamente por eso, por su potencia ancestral como signo de virilidad, cualquier problema que afecte al pene es motivo de vergüenza y de ocultación, asegura la uróloga española Blanca Madurga, que lleva tres décadas recibiendo en su consulta a hombres encorvados y cabizbajos.

Con la experiencia acumulada, la médica del Hospital del Mar (Cádiz) acaba de publicar Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar (Editorial Planeta), una guía entretenida que confronta los mitos con la ciencia. Vivimos en un mundo, subraya la autora, que “adora el pene” sin saber nada él.

-¿De qué trata lo que tenemos entre manos?

-Este libro nace de lo que veo en la consulta: los hombres que vienen lo hacen con muchas dudas, algunas muy simples, y normalmente con angustia durante mucho tiempo por miedo a preguntar, a consultar con su médico o con su urólogo un problema que tenía facilísima solución. Quería dar visibilidad a todos esos problemas de los hombres que lo único que suscitan son un comentario chistoso, una bromita, un “qué risa” y ya está, mientras por debajo se esconden muchos temas importantes.

-Del uno al diez, ¿cuánto vinculan los hombres su masculinidad con su pene?

-Te diría que 20. Hay una cultura falocrática muy grande. No solamente en España, sino de todo el mundo, de adoración al falo. Los clásicos pensaban que el falo era lo que otorgaba la fuerza y la virilidad al hombre y, a pesar de todos los años que han pasado, en muchas mentes sigue todavía presente.

-¿Cómo se deconstruye eso desde la consulta y qué consecuencias tienen para los pacientes estas creencias?

-A la hora de preguntar sobre algún problema o incluso algo que no es ni problema, piensan que puede minar su masculinidad si se trata de la esfera sexual. Entonces, no preguntan. Eso desemboca en problemas de depresión, de ansiedad o de aversión al sexo. Y hay hombres que cuando empiezan a notar algún problema propio de la edad deciden no tener más sexo porque consideran que no es de la misma calidad que cuando tenían 20 años. Esto puede provocar mucha alteración psicológica y una pérdida de calidad de vida.

-¿Qué es un andrólogo? Mucha gente tal vez nunca ha oído hablar de estos profesionales.

-Un andrólogo es un urólogo especialista en las enfermedades propias del hombre. Se preocupa de su salud sexual y de sus problemas a nivel peneano tanto anatómicos como funcionales. Por ejemplo, al andrólogo se le consulta cualquier alteración del pene, en tamaño, forma, que se curve, una disfunción eréctil.

-En el libro habla de centímetros: el tamaño normal de un pene está entre 10 y 15 en erección ¿De qué depende que sea más grande o más pequeño?

-Depende una parte de la genética, pero también de la constitución física. Una persona que está delgada y en forma tendrá, normalmente, un pene de un tamaño superior, o al menos se percibirá más, que una persona con sobrepeso. Por ejemplo.

-Afirma que el tamaño disminuye con los años, ¿por qué?

-Porque también disminuye la testosterona. El pene crece en función de las hormonas masculinas. Con la edad bajan los niveles de testosterona y puede haber un decrecimiento natural, una disminución de tamaño con la edad, especialmente teniendo en cuenta la longevidad que tenemos ahora. Ocurre tanto en estado natural como en erección. Los genitales también puede decrecer por tratamientos hormonales, como los que se aplican en el caso del cáncer de próstata.

Los jóvenes ahora toman más proteínas de carne y pescado y eso hace que sean más altos que la generación anterior. El pene ha crecido con ellos en consonancia

-Según un estudio que cita, en los últimos años el tamaño medio del pene aumentó. ¿Qué explicación hay para esto?

-Básicamente es por el cambio de alimentación de nuestra juventud, que es más proteica. Se toman más proteínas de carne y de pescado. Eso hace que los adultos jóvenes sean más altos que la generación anterior. Y el pene crece en consonancia.

-Me sorprendió el hecho de que el pene adelgaza si eres fumador.

-Sobre todo adelgaza en erección, cuando se produce la entrada de sangre al pene a través de miles de arterias chiquititas. Tienen un diámetro muy pequeño y están alojadas en los cuerpos cavernosos, que son esos dos cilindros que tiene el pene y que cuando se llenan mucho mucho de sangre, se pone duro. Cuando una persona es fumadora, le pasa aquí como en todas las arterias del cuerpo: se van creando unas plaquitas dentro de esos vasos sanguíneos que se llaman placas de ateroma. Igual que tiene más facilidad para que le dé un infarto, con el pene pasa igual. Esas placas hacen que el diámetro de las arterias disminuya todavía más y deje entrar menos cantidad de sangre. De hecho, se ha demostrado que cuando un fumador lo deja recupera el 25% de su potencia sexual. Igual pasa con las personas que tienen obesidad. La obesidad es un enemigo terrible de la disfunción sexual en los hombres.

-¿La disfunción eréctil y la eyaculación precoz siguen siendo temas tabú?

-A los hombres les cuesta mucho reconocer estas situaciones. Cuando vienen a la consulta el grado de disfunción normalmente es ya muy severo. Es decir, que ya no tienen prácticamente ningún tipo de erección. Entonces el tratamiento es más dificultoso y tenemos que irnos a una cirugía. Lo primero que prescribimos en estos casos es un cambio en los hábitos de vida para intentar que esos vasitos de los que hemos hablado no se obstruyan. ¿Cómo? Con una buena dieta, dejando de fumar y haciendo ejercicio. Eso es lo primero para parar la progresión de una disfunción eréctil.

-¿Qué recomienda a los pacientes? ¿Cuándo hay que acudir a un profesional?

-Cuando la disminución de su potencia sexual le cause un problema de calidad de vida. Porque nadie se muere por tener una disfunción eréctil, pero sí que pierde calidad de vida. Entre otras cosas porque no se encuentran bien consigo mismos. No hay que esperar a tener que ir, como decimos los médicos, a la droga dura si podemos mejorar la situación con medidas más simples. Las ventajas son enormes. Queremos que vengan a consulta porque aquí les vamos a ayudar.

-La disfunción eréctil puede tener un origen orgánico, pero también psíquico. ¿Cuánto de habitual es la segunda?

-Un 50% de los casos, aproximadamente. Aunque lo que más encontramos, para ser más exactas, son disfunciones de origen mixto, donde una y otra acaban imbricándose. Como causa mala calidad de vida, el paciente lo pasa mal, no disfruta, termina rehuyendo del sexo, de las relaciones, piensa muy mal de sí mismo, tiene una baja autoestima… Al final, cuando todo se mezcla, es difícil discernir cuál es el origen.

-¿Cuánto de común es que una persona termine necesitando una cirugía de pene como consecuencia de una disfunción eréctil?

-Ahora mismo hay un armamento bastante importante para no tener que llegar a ese punto: geles, inyecciones… Si no, se va a la cirugía de prótesis y no pasa nada. Se lleva haciendo desde hace años. No es nueva y, en manos de la gente que sabe, tiene unos resultados magníficos. Pero primero siempre tenemos que valorar lo que necesita el paciente; no todos van a necesitar una prótesis por esto. Incluso dentro de las prótesis hay varios tipos, desde más sencillas a más complicadas.

-¿A partir de qué edad entra dentro de la normalidad que las erecciones no sean tan duraderas o no sean tan potentes?

-A partir de los 50 años. Al principio, la pérdida de potencia sexual es muy pequeña y prácticamente no se nota, pero es natural en el envejecimiento. Cuanto mejor vida hayamos llevado en temas de salud, de alimentación y de deporte, este momento se va a retrasar. En todo caso, tenemos un arsenal de tratamientos muy grande: hay geles, pastillas, inyecciones. Muchas cosas para que la vida se pueda llenar de sexo bueno y agradable ahora que vivimos más años.

Además, siempre lo digo, los hombres con la edad van a perder fuerza en la erección, pero tienen una experiencia en las espaldas que no se tiene con 20.

-Por no acudir al médico por vergüenza, ¿se detectan tarde problemas de salud que son serios?

-Ahí tenemos el cáncer de próstata y de testículo. Las mujeres vamos al ginecólogo a hacernos citologías periódicamente para prevenir el cáncer de útero, pero los hombres no hacen lo mismo con el urólogo a pesar de que se recomienda que a partir de los 50 años vayan anualmente para prevenir. La prueba de detección precoz de cáncer de próstata es un simple análisis de sangre. Es un tipo de cáncer que, descubierto a tiempo, tiene una altísima tasa de curación.

Respecto al cáncer de testículo, los jóvenes a partir de los 18 años se tienen que palpar una vez al mes los testículos, como las mujeres hacemos autoexploración mamaria. Esto permite notar posibles bultos.

-¿Entonces los hombres deberían someterse a revisiones periódicas, como las mujeres en el ginecólogo?

-A partir de los 50, al urólogo. Y antes, a los 45 si hay antecedentes de de cáncer de próstata en familiares.

-¿Se encontró con gente que se automedica con Viagra, por ejemplo, para evitarse ir a una consulta a contar lo que le pasa?

-Viagra necesita receta, es decir, se tiene que comprar con prescripción, así que lo que veo es a gente que la compra por internet sin saber muy bien lo que está comprando. Luego vienen a vernos para decirnos que la toman y que no les hace efecto. Les preguntamos que si han venido al médico, que si la han comprado en la farmacia… y la respuesta es que en internet era más barata. Por supuesto que hay pacientes en las que no funciona, pero siempre hay que comprarla en los sitios donde tenemos garantías para evitar que te vendan una pastilla de harina o de cualquier cosa con aspecto de píldora azul.

La viagra necesita receta y veo a gente que la compra por internet sin saber muy bien lo que adquiere. Es un fármaco muy efectivo pero siempre bajo supervisión médica porque tiene contraindicaciones

-¿Es peligroso tomarla sin que te haya visto antes un médico?

Sí lo es. No tiene muchas contraindicaciones, pero las poquitas que tiene son muy muy serias. Por ejemplo, si el paciente está tomando una medicación para el corazón podría morir si toma viagra. Es un fármaco completamente legal, con una efectividad del 76%, pero que debe controlar un médico y tomarse siempre bajo prescripción facultativa.

-En el libro vincula el menor tamaño del pene con una inferior calidad de vida.

-Es raro ver un hombre que se encuentre satisfecho con el tamaño de su pene, que piense que lo tiene normal. Habitualmente la creencia es que es pequeño, mucho más si lo comparan con alguna película porno. Todo eso hay que romperlo también. Por eso me atrevo a dar medidas en el libro porque la inmensa mayoría de los varones tienen penes normales, aunque haya alguno que lo tiene mucho más grande.

-Cuándo dice la inmensa mayoría, ¿de qué porcentaje hablamos?

-Más del 99%.

-También habla de los micropenes. ¿Hay una definición, digamos, médica de lo que son?

-Micropene es un pene tan pequeño que no puede conseguir una penetración. Tiene que medir menos de seis centímetros para que esto suceda en erección.

-¿El pene se puede romper?

-Se puede romper y de hecho se rompe durante una relación sexual. Pasa normalmente en pacientes jóvenes por su potencial, cuando no entra por el orificio esperado y choca contra el periné, por ejemplo. Es como romper un palo, muy dramático y muy doloroso. Hay que ir al hospital rápidamente y operar para arreglar esa rotura. Es alarmante pero no muy frecuente. Afortunadamente debe ser un golpe muy fuerte para que eso pase.

-¿Cómo se sabe cuándo se rompe?

-Se produce un chasquido muy potente y una extravasación de toda la sangre que acumula el pene. Imagina: en erección está lleno de sangre, con una presión diez veces superior a la presión arterial que se toma en el brazo. De pronto, al salir toda la sangre, el pene se pone inflamado con un hematoma muy grande. El que lo ha pasado lo recordará toda la vida.

Cuando a un brazo le quitan la escayola se queda delgadito y te mandan a rehabilitación para volver a recuperar fuerza. Pasa un poco lo mismo con el pene: si tú lo vas llenando y esas arterias las dilatas y las encoges, tu vida sexual será más larga

-¿Los hombres en general conocen qué problemas pueden afectar a sus genitales?

-No, por eso se nos ocurrió la idea de escribir este libro, porque no hay esa cultura. Pensamos que sería bueno escribir una guía clara con un lenguaje muy claro para que todo el mundo pudiera entenderlo: qué le puede pasar, qué tiene que hacer, qué es lo normal, qué no lo es… y, sobre todo, derribar mitos y quitar muchos miedos.

-Estamos en un momento de escalada de las infecciones de transmisión sexual. ¿Qué síntomas diferencian la gonorrea, la clamidia y la sífilis? ¿Y qué hay que hacer en cada caso?

-Ante cualquier secreción por la uretra, por donde sale el pis y el semen, hay que ponerse en alerta. Aparte de estas dos cosas, no tiene que salir absolutamente nada más. Cuando aparece una úlcera en el pene, podemos estar hablando de una sífilis; y cuando veamos que se produce dolor con la eyaculación, puede haber una infección. Todo esto hay que verlo.

-La clamidia puede no dar síntomas.

-Efectivamente. Ahí es mucho más difícil. A veces si tiene una pareja mujer se ve a través de ella porque le pueda dar un dolor importante. En ese caso hay que hacer un cultivo al varón porque es contagiosa y puede tener consecuencias nefastas a largo plazo si no se trata, como la esterilidad en ambos sexos.

Con las enfermedades de transmisión sexual hay que ser valiente. Nadie está libre de padecer una infección en un momento determinado. Pero una vez que lo sabes, hay que decirlo a todas las parejas sexuales. Sería de muchísimo interés que a nivel institucional se volvieran con aquellas campañas como la del 'póntelo, pónselo' que fue tan famosa y que tanto beneficio trajo para la sociedad. Se inició a raíz del VIH, pero también se previnieron todas las demás enfermedades de transmisión sexual. Tenemos que informar a los adolescentes y a los adultos jóvenes de que tienen que ponerse preservativo.

-¿A qué achaca el aumento de los contagios?

-Diría que es por la disminución en el uso del preservativo. Por ejemplo, un chico tiene relaciones con una chica que toma anticonceptivos, puede pensar: no se va a quedar embarazada. Y a lo mejor el embarazo es el menor de sus problemas. Se ha perdido el miedo al VIH porque ahora es una enfermedad crónica que se trata con retrovirales. Pero la mejor prevención es no contagiarse.

-Si el pene no se usa se atrofia, dice al final del libro.

-Lo comparo con un brazo que ha estado enyesado dos meses. Cuando quitas el yeso estará muy delgadito, mucho más que el otro y te mandan a hacer rehabilitación para volver a recuperar fuerza. Pues esto es un poco lo mismo con el pene: si tú lo vas llenando y esas arterias las dilatas y las encoges, es como una rehabilitación que va a hacer que tu vida sexual sea más larga.

-Denos tres claves para que los genitales masculinos tengan una vida más satisfactoria.

-Te digo una: los hombres también tienen suelo pélvico. Pueden aprender a localizar y utilizar sus músculos perineales. Si lo hacen tendrán un mayor control sobre su vida sexual y sobre el momento de la eyaculación. Merece la pena hacer el ejercicio.  

SPM/CRM

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