Matilde Rusticucci, autora del informe sobre cambio climático: “La duda es cómo vamos a accionar para que estos impactos sean los menos posibles”
“Claramente lo que tenemos que hacer, y está probado, es adaptarnos al cambio climático para que los impactos sean los menos posibles”, sentencia la meteoróloga Matilde Rusticucci, investigadora principal del Conicet y una de las autoras principales de la segunda entrega del Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés) de la ONU.
Un ejemplo concreto de adaptación son las sudestadas. “Antes las sudestadas inundaban más regiones, pero te vas adelantando, vas adaptando las construcciones para que sean más elevadas”, explica Rusticucci a la vez que enfatiza: “En cuando a las medidas de salud, tenemos que construir hospitales que soporten eventos extremos, que estén preparados para un corte de luz ante una ola de calor, para una tormenta fuerte. Claramente eso es adaptarse porque sabés que los sistemas de salud van a recibir personas que fueron afectadas por algún evento extremo”.
El nuevo documento se centra en los impactos, la adaptación y la vulnerabilidad del cambio climático y fue publicado ayer luego de una conferencia de prensa desarrollada en Berlín, que se pudo seguir de manera virtual. El informe contó con la participación de 270 autores y autoras de 67 países, entre ellos tres de la Argentina, Rusticucci, la bióloga Paulina Martinetto y el ingeniero agrónomo Pablo Peri. Además para la elaboración del informe se analizaron más de 34.000 publicaciones y se realizaron 62418 comentarios de revisión de expertos y gobiernos.
“A medida que fueron pasando los informes, América del Sur siempre era la región con menos información documentada. Aunque con el tiempo eso fue avanzando, todavía hay pocos estudios, en comparación con el hemisferio norte, sobre cuantificar el impacto o registrar la medida de adaptación que se tomó y evaluarla. Es importante la investigación y el registro del impacto, cuanto más sabemos mejores soluciones podemos tomar”, afirma la especialista, que trabaja en el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Según el informe, el cambio climático afecta la epidemiología de las enfermedades infecciosas sensibles al clima en la región. “Hemos tenido un aumento del 26 por ciento del índice que muestra cuánta gente se contagia a partir de una persona contagiada. Entonces, el dengue, como una de las enfermedades transmitidas por mosquitos, se tiene que vigilar. Hacia el futuro claramente tendremos, siempre pensando en el centro-norte de nuestro país, un aumento de probabilidades de transmisión del dengue hacia regiones donde antes no había”, dice la investigadora.
En la Argentina, ¿cuáles son hoy las zonas más vulnerables?
Claramente las poblaciones más vulnerables son las más pobres, porque el mismo impacto causa un riesgo mayor. En general las poblaciones que viven en las costas de los arroyos y de los ríos, la gente que vive de la pesca artesanal, por ejemplo, también se ve afectada porque la fauna marina se ha modificado debido al cambio climático.
¿Cuál es la principal barrera para la adaptación al cambio climático?
En general si uno piensa en nuestro país siempre pone la economía en primer plano, como que son caras algunas cosas, pero yo creo que es más político, porque está evaluado que cuando más invertís en adaptación menos gastas en mitigación. Si uno piensa a futuro debería poder invertir más en adaptación para evitar las consecuencias de los impactos.
Una de las cuestiones que desacata el IPCC es que el enfoque del informe integra el conocimiento indígena y los sistemas de conocimiento local con las ciencias naturales y sociales, ¿Este enfoque es clave para tomar mejores medidas ante el cambio climático?
- Claramente se está poniendo en valor el conocimiento de pueblos originarios, porque en muchos casos al no tener otros recursos sabían cómo adaptarse. Creo que es bueno tomar todos los conocimientos e integrarlos mediantes medidas políticas. Tenemos un Plan Nacional de Adaptación, que es un conjunto de medidas y un conjunto de ejemplos que se pueden considerar y llevarlos a cabo.
El IPCC, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007, presentó en agosto la primera entrega del Sexto Informe de Evaluación que “constató una realidad”, desde la era preindustrial (1850-1900) la temperatura promedio del planeta subió 1,1 °C debido a las emisiones de gases de efectos invernadero provenientes de las actividades humanas y prevé que alcanzará o superará los 1.5 C en los próximos 20 años.
El cambio climático es un hecho, eso ya no se discute.
- Sí, en eso reflexionaba porque desde que comencé a dar charlas sobre el tema, siempre había alguien que discutía si el cambio climático era o no acción del hombre. Por suerte ya no hay dudas, la duda es cómo vamos a accionar para que estos impactos sean los menos posibles y podamos avanzar hacia una transición sostenible.
Rusticucci forma parte de manera voluntaria del IPCC desde 2004. Participó como autora principal y autora del resumen para tomadores de decisiones en el Cuarto y en el Quinto Informe de Evaluación del Panel. Además fue coordinadora de uno de los capítulos del Quinto Informe. “Fui la primera coordinadora de un país en desarrollo”, recuerda.
Para este informe en particular leyó más de 200 publicaciones. “Nos llevó dos años de escritura desde que los autores nos reunimos por primera vez. Se escriben tres borradores, que en el medio son corregidos por pares revisores. Y se hace un borrador final que ven los gobiernos y los expertos. Con todos los capítulos del informe se hace el resumen para tomadores de decisión, que lleva otro proceso con un grupo de autores y ese resumen es lo que se aprueba finalmente en los gobiernos”. En esta ocasión, la aprobación palabra por palabra fue virtual y demoró casi dos semanas de reuniones.
Hace unos años en una charla TEDxRiodelaPlata contaste que elegiste estudiar ciencias meteorológicas porque querías investigar los fenómenos extremos que ocurren de vez en cuando, olas de calor, sequías, inundaciones. ¿En qué momento empezaste a entender que esos fenómenos ya no iban a ser tan extremos y que se estaban volviendo parte del día a día?
- Cuando lo empezás a vivir, antes era una teoría. La primera ola de calor que estudié fue una de marzo de 1980. Una ola de calor que generó que se interrumpieran las clases de los chicos, porque los colegios no estaban preparados para tal calor. Pero era una cosa lejana y después siempre había alguna nueva ola de calor para estudiar. Creo que es un poco lo que vive todo el mundo, ahora no se discute el cambio climático porque todo el mundo pasó una lluvia intensa, vivió una sequía intensa, una ola de calor intensa, una nevada intensa.
MB
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