A 6 años de #NiUnaMenos

Los rostros de las mujeres que son buscadas en Argentina

Sus rostros figuran en el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) y la justicia mantiene de manera activa sus búsquedas. Casos como el de Sofía Herrera en Tierra del Fuego o Fernanda Aguirre en Entre Ríos esperan respuestas a más de una década de sus desapariciones.

Sofía Herrera

El objetivo era pasar un domingo de esparcimiento y con amigos en el camping John Goodall, ubicado 59 kilómetros al sur de Río Grande. El 28 de septiembre de 2008, María Elena, Fabián Herrera y Sofía, de 3 años, pararon en un supermercado a comprar algo para comer y más tarde en una estación de servicio donde se reunieron con Noemí Ramírez y Silvio Giménez, quienes también estaban acompañados por sus hijos de 9 y 2 años.

Las familias llegaron en dos vehículos que estacionaron en el camino al camping ubicado en el kilómetro 2.893 de la Ruta Nacional 3. Se trataba de un rectángulo de 15 hectáreas perimetrado con un alambre de un metro de altura y seis hilos, el primero de púas. Un paraje bastante solitario.

Por unos instantes, la niña se separó de sus padres allí y desde entonces nadie volvió a verla. Las investigaciones siguieron varias líneas como el supuesto secuestro para llevarla a Chile u otra provincia.

Ni bien se supo la noticia que conmocionó a la región, unas 300 personas rastrillaron la zona sin parar, mientras las autoridades ordenaban controles en los automóviles y en la frontera con Chile ubicada a 140 kilómetros del lugar.

Cinco jueces -dos titulares y tres subrogantes- trabajaron en la causa judicial y hubo un solo imputado al que sobreseyeron en todas las instancias: el jubilado y cuidador del camping Alberto Urrutia, nacido en 1935 en Entre Ríos.

Daniel Cesari Hernández, el último de los magistrados a cargo del expediente -que ya acumula más de 13 mil fojas- asumió en 2017 e impulsó una revisión completa de las actuaciones. Hernández ordenó la cuarta actualización de la imagen de la niña e impulsó una revisión completa de las actuaciones.

Pasaron 12 años y medio (el último en pandemia) desde la desaparición de Sofía Herrera. Las restricciones de circulación obligaron a sus familiares a no poder trasladarse para avanzar en las pesquisas. “Estamos en casa. Un año y medio perdido de nuestras vidas y sin poder hacer nada más que seguir la búsqueda por redes sociales”, indicó María Elena Delgado, mamá de Sofía, a elDiarioAR.

En cuanto a nuevos datos o información que aporte al caso, Fernando Ibarra, abogado de la familia, apuntó a elDiarioAR que “hasta hoy no tenemos ninguna novedad de relevancia. Actualmente se encuentra vigente el pedido de captura de una persona que se entiende estaría por la zona rural de Chile. Se trata de una persona que por las averiguaciones realizadas habría estado presente en la zona del camping durante la época de los hechos. Pero aún no fue hallado”.

Fernanda Aguirre

Desde el 25 de julio de 2004 no se supo más nada de Fernanda Aguirre. Ese día, cerca de las cuatro de la tarde, la joven de 13 años salió de su casa para ir al puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito, a 10 kilómetros de la ciudad de Paraná. Tenía que llevarle tres claveles a una vecina que los había encargado.

En el camino, Fernanda se encontró al principal sospechoso del secuestro: Miguel Ángel Lencina. El sujeto tenía una condena de 20 años de prisión por violación y asesinato de dos mujeres en 1994. Cumplía con la pena en la Unidad 4 de Concepción del Uruguay pero durante esos días, gozaba de salidas transitorias.

Jonathan Nazareno Casalino, el sobrino de 13 años de Lencina, declaró que él y su tío se encontraban en la esquina de San Martín y Federación cuando vieron pasar a Fernanda. El convicto le dijo: “Chau” y la nena no respondió y siguió por su camino. Lencina le comentó entonces a su sobrino que por no haber respondido el saludo, cuando volviera a pasar la iba a agarrar.

Días después del hecho Lencina fue detenido, pero el 6 de agosto de ese año apareció misteriosamente ahorcado en la celda de la comisaría 5a. de Paraná, donde permanecía alojado.

“Soy Fernanda estoy secuestrada por dos personas, auxilio”, indicaba una carta que fue encontrada en 2004 en Santiago del Estero y que en 2017, 13 años después, la pericia caligráfica confirmó que pertenecía a Fernanda Aguirre.

El mensaje había sido hallado por un matrimonio en Termas de Río Hondo, lo que había alimentado la hipótesis de que la joven fue entregada o secuestrada por una red de trata de personas.

La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, fue condenada en 2007 a 17 años de cárcel, acusada de haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos que exigieron los captores para liberar a la adolescente. Pero en 2014, cuando se cumplieron diez años de la desaparición de la adolescente, la mujer recuperó su libertad.

María Inés Cabrol, madre de Fernanda, falleció a causa de una enfermedad terminal en 2010 en una clínica de Buenos Aires. Tenía 45 años y murió en medio de la intensa lucha por recuperar a su hija. “En cada cara de chica que veo, busco a mi hija”, dijo la mujer en su última declaración a la prensa.

En marzo de 2019, la Justicia citó a Fernanda Aguirre a declarar “para estar a derecho”, en una formalidad del juicio que inició su padre, Julio Domingo Aguirre, con el fin de proteger sus bienes y derechos.

En diálogo con la agencia Télam, su tío pidió que siga la búsqueda “como en el principio, para que María Inés Cabrol (la madre) descanse en paz”.

“Ninguna madre merece esto”, agregó y afirmó que “debe seguir la búsqueda para que no haya otra Fernanda”.

Abigail Carniel

La Justicia Federal presenta una recompensa de $200.000 a toda persona que pueda brindar datos sobre el paradero de Abigail Carniel, la joven de 18 años de la que nada se sabe desde el 15 de abril último, cuando bajó de un colectivo de la línea 353 en una parada ubicada en calle Boulogne Sur Mer, en la localidad mendocina de Las Heras.

Tras 47 días de su desaparición, a Abigail la buscan como víctima de un femicidio. “Lo que nos dijo el fiscal es que están casi seguros que mi hija fue asesinada, que hay mensajes que están investigando todavía, pero casi 100% seguro que a mi hija la asesinaron. No se sabe dónde está, qué día fue, ni cómo fue”, dijo Verónica minutos antes de comenzar una marcha hace tres semanas hasta Tribunales en reclamo de Justicia.

Este jueves 3 de junio, se realizará la audiencia que definirá si los tres sujetos que fueron imputados hace tres semanas, seguirán detenidos. Matías Díaz, Martín Márquez y Vicente Chumacero, están imputados por femicidio -con pena única de prisión perpetua- y comprometidos por las escuchas telefónicas aportadas por la Justicia Federal. Los investigadores siguieron los pasos de los acusados con la sospecha de que Díaz, apodado “Fido”, lidera una banda narco y realiza lavado de dinero.

A partir de estos datos, se intervinieron varias líneas telefónicas y habría grabaciones en las que los detenidos hacen referencia a Abigaíl. Puntualmente en una, la novia de “Chupetín” Márquez le recrimina a este hombre el crimen de la joven.

En diálogo con elDiarioAR, Fernando Peñaloza, abogado de la familia, informó que en estos días “las tareas de búsqueda no han seguido pero sí la línea de investigación en la que se ha imputado a tres personas, una como instigador del homicidio y dos como autores materiales”.

Se han conjugado tareas de inteligencia de la Justicia Federal “que estaban siguiendo a una de estas personas que sería un narcotraficante, imputado por lavado de activos y detenido también por el homicidio de Abigail. Las otras dos personas como autoras del homicidio”, agregó.

Este jueves, “tenemos al mediodía la audiencia de prisión preventiva que seguramente pida el fiscal (Carlos Torres) para que continúen detenidos. No hay datos, no hay pistas ni información sobre el eventual paradero del cuerpo para la hipótesis de homicidio de Abigail así que en ese sentido está bastante débil la investigación”, cerró.

AB