El nuevo Renault Scénic ahora es un SUV (y es eléctrico)
Qué es
La nueva generación del Scénic –ahora llamado Scénic E-Tech–, que en la gama de Renault siempre ocupó el lugar de “vehículo compacto totalmente orientado a la practicidad y el uso familiar”. Por eso, desde su creación, Renault venía recurriendo para este modelo al formato monovolumen (o “forma de huevito”), que es el que mayor espacio interior genera con respecto a las dimensiones exteriores. Bueno, ya non plus: el nuevo Scénic no solo será 100% eléctrico, sino que adopta un formato de SUV, que al parecer es el único que genera resultados comerciales positivos en estas épocas.
Lo llamativo es que con sus 4,47 metros de largo, tiene unas dimensiones muy similares a las de otro SUV de la marca, el Austral, que fue lanzado hace menos de 1 año. Claro que se diferencian en el hecho de que el Austral tiene un motor a combustión convencional (más algunas versiones híbridas) mientras que el Scénic es totalmente eléctrico.
Otro aspecto en el que se diferencian claramente es en el diseño, tanto exterior como interior. Por fuera, el nuevo Scénic adopta los códigos estilísticos ya vistos en el SUV Rafale, muy característicos del actual jefe de diseño de Renault –y ex de Peugeot–, Gilles Vidal. Esto es: un frontal bien vertical; superficies fluídas pero cortadas por pliegues muy marcados; un preciosista cuidado por los detalles (sobre todo en la trompa); y una forma de faros que recuerda mucho a los de… ejem…, Peugeot.
Por dentro es por donde pasa lo más interesante, ya que el auto está plagado de tecnología, con un nivel de detalles y calidad de diseño que no tienen nada que envidiar al de las marcas premium. Para destacar: el conjunto tablero-pantalla central en forma de “L”, que es de lo más interesante que hay hoy en el mercado; unos asientos muy estilizados que usan un tejido reciclado (creado a partir de cinturones de seguridad y otros materiales); un enorme techo transparente con una tecnología que permite graduar el paso de la luz a voluntad de los pasajeros; y como detalle gourmet, hay un sistema de sonidos de alerta y bienvenida creadas por el famoso compositor Jean-Michel Jarre. Trés jolie.
Mecánicamente, el nuevo modelo está basado en la plataforma eléctrica CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que también utilizan el Megane E-Tech y el Nissan Ariya. Habrá una versión base con una potencia de 170 CV, 280 Nm de torque y una batería de 60 kWh que le daría una autonomía de hasta 420 km. Y por encima, habrá una versión con 220 CV y 300 Nm, con una batería de 87 kWh que le daría un alcance de unos 620 km.
A qué apunta
Supuestamente, el nuevo Scénic debería a ocupar mismo lugar que el modelo al cual reemplaza, y que por su particular formato prácticamente no tenía rivales directos. Pero como esta nueva iteración se desmarca de ese look utilitario y familiar, entra en las generales de la ley de la categoría de SUV medianos (“Segmento C”, en la jerga), en este caso eléctricos. Esto lo pone en la misma liga que el VW ID.5, el Skoda Enyak iV, el Nissan Ariya (su “primo”), o incluso el futuro Peugeot 3008, que seguro tendrá versión a baterías.
Habrá que ver si no le canibaliza ventas al Austral, aunque seguro se va a posicionar bastante más arriba en precio y apuntará a un tipo de cliente más pudiente y ecológicamente aspiracional.
Opinión
Con un diseño exterior muy contemporáneo y atractivo, pero que no deja de ser bastante convencional, lo mejor del nuevo Scénic pasa por adentro del auto. Es notable el upgrade de Renault en materia de diseño y calidad interior desde la llegada de Gilles Vidal, y seguro será uno de los grandes argumentos para los nuevos modelos de la marca de aquí en más.
Sí llama la atención la superposición que genera con el Austral, ya que ambos tienen tamaño y características similares, y desde el punto de vista funcional resuelven el mismo tipo de problemas. Más allá de esto, es evidente que el nuevo y avanzado Scénic hace quedar “viejo” al Austral, que tiene menos de 12 meses de vida en el mercado.
La otra cuestión muy palpable es que Renault dejó totalmente atrás una voluntad que supo tener de, al menos con algunos de sus productos, hacer diseños “originales y únicos”. Esa que dio lugar a modelos como el Twingo, la Espace o la Scénic original. Ahora la apuesta parece ser competir con productos más convencionales y a la vez más refinados, en una búsqueda de un posicionamiento más “premium”, que genere mayor rentabilidad. Para los que valoramos la innovación en el diseño es una noticia un poco triste… pero entendible en un contexto en el que son muy pocas las marcas dispuestas a tomar riesgos.
¿Llega a la Argentina?
Muy poco probable en lo inmediato, sobre todo desde la perspectiva del “clima de negocios” actual. Habrá que ver si más adelante Renault Argentina decide potenciar su imagen local como productor de autos eléctricos, y en ese caso el Scénic E-Tech tiene una chance, aunque sería como un producto de branding y precio muy alto.
RT
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