En el búnker de Massa empiezan a hablar de “números malos”
Alrededor del búnker de Unión por la Patria (UP), en el Complejo C, en Chacarita, hay mucha militancia, mucho bombo, de agrupaciones políticas, sociales y sindicales, pero adentro se respira mucha tensión. Al igual que en las dos anteriores elecciones nacionales de este año, no contrataron encuestas de bocas de urna sino que esperan el escrutinio de mesas testigo. Entre la dirigencia se espera un resultado muy ajustado, la mayoría confía en que acabará ganando Sergio Massa, pero alguno de relevancia no se anima a vaticinar un triunfo y recuerda que el panorama social que condujo a la derrota en las primarias no se ha revertido. “Números malos, 5% abajo con 10% escrutado, preocupación en el búnker”, admite un alto funcionario del Gobierno.
“Elección muy dura, difícil”, confiesa un secretario de Estado del Gobierno. “No tenga data para desmentir o confirmar que perdimos, pero hace mucho tiempo que hay señales que indican lo que puede ocurrir. El resultado de las PASO (primarias abiertas simultáneas y obligatorias) fue clara e indicaba lo qué venía”, concluye.
“Ganamos por poco, es lo estimado en las provincias”, se ilusionaba un dirigente kirchnerista. Una funcionaria del equipo económico coincidió: “Se dice que ganamos ajustado, esperemos un rato. Esperamos el triunfo de la racionalidad, pero los números están palo a palo, con esperanza”. Una secretaria de Estado no se base en números: “Hay cautela pero con mucha emoción y fe”. Otros comentarios que llegan de otros dirigentes: “A puro nervio”, “cerrado”, “debería tener ventaja (Javier) Milei”, “están tranquilos”.
Afuera suenan petardos. Al igual que en primera vuelta, la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) copó la primera fila ante el escenario sobre avenida Corrientes. También adelante, la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN). Es decir, dos gremios de sectores en la mira del ajuste de Milei. Atrás, no tan alejada como en octubre, La Cámpora. Al lado, Los Irrompibles de Leandro Santoro. Varios colectivos llegaron con el Sindicato de Mecánicos (Smata). Otros son de la Asociación Obrera Textil. Otros dos sindicatos amenazados, uno por el congelamiento de relaciones con Brasil y el otro por una eventual apertura económica. También esta1 el Movimiento Evita y muchos militantes espontáneos que no paran de llegar, pese a todo.
AR/DTC
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