Daniel Noboa presidente
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Análisis
Ecuador: de la vieja derecha conservadora a la nueva derecha liberal
Este jueves 23 de noviembre, asumió la presidencia de Ecuador el derechista liberal Daniel Noboa, ganador de la segunda vuelta en las elecciones anticipadas del 15 de octubre donde derrotó a la candidata correísta Luisa González. Debe enfrentar, en un país dolarizado, agobiado por una espiral de violencia sin precedentes, una economía endeble y alarmante pobreza, el desafío de cumplir con las expectativas de la ciudadanía. Con minoría en el Congreso unicameral, el nuevo presidente necesitará acordar con el fuerte correísmo de la Asamblea para lograr una mínima gobernabilidad durante el corto período de su gestión.
A partir del día de hoy Noboa, empresario multimillonario de 35 años e hijo del magnate bananero que es el hombre más rico del país, será el presidente más joven de la historia del Ecuador. Su antecesor en el Palacio de Carondelet, el ex banquero derechista y también multimillonario Guillermo Lasso, lo dobla en años. Si el traspaso de poder muestra un recambio generacional, también indica el pase de una derecha neoliberal ‘banquera’ a una derecha neoliberal ‘bananera’.
El presidente saliente, impotente ante la protesta social e indígena, las cárceles desbordadas y amotinadas, el auge indetenible del homicidio, el sicariato criminal y la incertidumbre económica, ante su inminente destitución por acusaciones de corrupción pública acudió al mecanismo institucional llamado ‘muerte cruzada’. Disolvió el Congreso, acortó su mandato y llamó a elecciones anticipadas. Noboa, autoproclamado de centroizquierda y apoyado por las fuerzas de derecha, completará con su gestión un poco menos de un año medio, que restaba al mandato de Lasso, limitado por las próximas elecciones en 2025, en las que presentará su candidatura. “La tarea es dura y difícil y los días son pocos”, expresó Noboa en referencia al corto periodo de gobierno en su discurso de ocho minutos ante diputados, ministros y familiares en el acto de posesión del cargo realizado en el Congreso.
Su programa de gobierno, ha anunciado, se centrará en reducir la criminalidad, la desocupación juvenil y la pobreza. Sin embargo por encima de estos desafíos, el nuevo presidente necesitará de acciones rápidas y un equipo que pueda ejecutarlas. Y también en el juego político, lograr acuerdos entre el correísmo -representado por el Movimiento de Revolución Ciudadana (RC)- y Acción Democrática Nacional (ADN), la alianza de Noboa y el Partido Social Cristiano (PSC), que a primera vista lucen improbables en cuanto la incompatibilidad ideológica entre el correísmo de izquierda y las otras dos fuerzas de derecha neoliberal.
El dramático panorama enrarecido, violento, complejo pero dolarizado
La espiral de violencia que atraviesa Ecuador quedó a la vista del entero país y del mundo, en el proceso electoral que otorgó el triunfo a Noboa. Durante la campaña proselitista con asesinatos y atentados, los candidatos vistieron chalecos antibalas. El asesinato del precandidato presidencial Fernando Villavicencio, durante un acto proselitista en la ciudad capital de Quito, junto a la gravedad del caso acentuó el alto grado de exposición de cualquier ciudadano que espontáneamente se compara con la precaria seguridad que cuenta en relación a una figura de reconocimiento público.
Según los datos que el Índice Global de Crimen Organizado publicó el 26 de septiembre, el país andino pasó del puesto 31 al número 11, solo por detrás de Myanmar, Colombia, México, Paraguay, República Democrática del Congo, Nigeria, Sudáfrica, Irak, Afganistán y Líbano. Y el reporte que realiza cada dos años la organización internacional Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC), informa que el país alcanzó 7,07 puntos, que supera la media global de criminalidad de 5 puntos, y es albergue de “varias organizaciones delictivas internacionales, entre ellas las de Colombia, México, Albania y China”. Mafias y cárteles mexicanos asociados con bandas locales controlan gran parte de las operaciones vinculadas al narcotráfico.
La extorsión y el chantaje sistemáticos para procurar protección amenazan la habitabilidad de determinadas zonas del Ecuador, uno de los mayores motivos que impulsa la migración de los ecuatorianos. El aumento del narcotráfico y el tráfico de armas han contribuido al incremento de muertes violentas, lo que ha derivado en que las estadísticas de asesinatos de Ecuador sean las peores de la última década. El Observatorio del Crimen Organizado en Ecuador (OECO), una iniciativa de la Fundación Panamericana para el Desarrollo, adelantó que este año el país podría alcanzar una cifra récord de aproximadamente 7.000 muertos si la tendencia se mantiene que lo colocaría solo por detrás de Venezuela y Honduras como los países más violentos del continente. En el período comprendido entre enero y junio de este año, Ecuador llegó a una tasa de 20 homicidios por cada 100.000 habitantes y, según el OECO, la tasa podría escalar a las 35 muertes por cada 100.000 habitantes.
Los resultados a los que arriba OECO indican que el narcotráfico es la principal expresión criminal a nivel nacional con un 23% de incidencia, pero en segundo lugar está el lavado de activos con un 17 % que involucra actividades económicas vinculadas a la construcción, compra venta de inmuebles y vehículos, farmacias, restaurantes, gasolineras y centros de apuestas on-line. A este delito le sigue la corrupción en todas las instituciones del Estado con un 16%, el tráfico de armas con 10% y finalmente el tráfico de hidrocarburos relacionado al narcotráfico con el 9 por ciento.
Con pareja gravitación del accionar de las bandas, la infiltración y el narcotráfico, otras aristas estructurales permean el día a día de la vida de las familias Los ecuatorianos de los barrios empobrecidos de Ecuador no han encontrado, hasta el momento, respuesta del oficialismo para detener un acelerado deterioro de su cotidianidad en medio de la delincuencia, las drogas y la violencia a que también están expuestas los centros educativos.
Noboa no podrá resolver solamente con el uso de las FFAA las tareas de seguridad interna, un asunto sobre el cual desea convocar una consulta popular dentro de los primeros 100 días de su gestión. Con esta medida, Noboa trata de ganarle la batalla al correísmo en el Parlamento.
La pobreza que existe pero no se menciona
El 34% de los habitantes de Ecuador de entre 15 y 24 años vive en la pobreza. Muchos de los jóvenes que abandonaron la escuela durante la pandemia de Covid-19 nunca regresaron a las aulas y han sido reclutados fácilmente por las pandillas.
En las comunidades urbanas primeras la tasa de pobreza multidimensional es del 23%, en tanto que en las rurales alcanza al 70%. La pobreza es mayor en las provincias con mayor población indígena.
El debe y el haber de las arcas del Estado
Contrapuesto a este desolador panorama, la macroeconomía del gobierno de Lasso ofreció relativo éxito. Respecto al cumplimiento de la deuda pública, redujo el déficit fiscal de 7.500 millones de dólares a 2.000 millones de dólares, equivalente a 6 puntos del PBI y con la inflación más baja de la región (3,7 %). Con todo, la estabilización de la economía no ha alcanzado el nivel previo a la pandemia de Covid-19, el 60% de la población activa tienen empleos inadecuados, la mayoría, en la informalidad, destaca Ximena Zapata, investigadora del Instituto para Estudios Latinoamericanos (GIGA) en Alemania.
Y aún ha empeorado. Uno de los mayores golpes a las arcas del Estado fue, el pasado mes de agosto, la decisión de la población ecuatoriana, en un referéndum, de abandonar la explotación de las reservas de petróleo del Parque Nacional Yasuní, en la zona nororiental del país, para salvarlo. Una decisión que priva al futuro Gobierno de una fuente de ingresos de entre 1.500 a 2.000 millones de dólares estadounidenses, según Gonzalo Ordóñez, investigador de la Universidad Andina Simón Bolívar. “No es solo dejar el petróleo bajo tierra, sino que el Estado necesita recursos para mantener a la naturaleza”, alerta Ordoñez.
Sequía histórica de la Amazonía y crisis energética
En este contexto, también se suma otro gran problema, producto de una histórica sequía de los ríos de la Amazonía donde se encuentran las principales centrales hidroeléctricas: “La crisis energética, por la disminución de la producción de electricidad, ha llevado a que los ecuatorianos tengan cortes de luz de hasta cuatro horas al día”, subraya Zapata.
Noboa tendrá que garantizar el suministro energético con importaciones de países vecinos, como Colombia. El miedo ante una política continua de racionamiento de energía alcanza también a la industria del país en la organización de sus procesos productivos. Con el advenimiento del fenómeno de El Niño, Ecuador tiene que prepararse para enfrentar los riesgos que corren la población y las comunicaciones entre las diferentes regiones que no cuentan de una infraestructura adecuada en tanto apenas se inician las planificaciones para una conexión eléctrica con el Perú.
Elige tu propia aventura, Noboa: reformar la economía o apostar a la reelección
Ante el déficit fiscal mayor a los cinco mil millones de dólares y en el peligro del impago de la deuda, Noboa proyecta una reforma tributaria como el medio adecuado para afrontar la crisis económica. Sin embargo, la falta de liquidez en las cajas del Estado pone en duda si el nuevo presidente pueda llegar bien al final del año sin maniobras presupuestales para garantizar el pago de los sueldos de los funcionarios públicos. Con su equipo de jóvenes tecnócratas, Noboa tendrá de revertir la baja en la producción nacional, el creciente desempleo en el país, y deberá superar el obstáculo que plantean las escasas opciones para conseguir préstamos externos. Con el cierre del campo petrolero Yasuní ITT no le queda tampoco la posibilidad de generar más recursos con la expansión de la producción petrolera, de manera que la única solución que tratará de implementar es atraer más inversión privada.
Ante este panorama difícil y su intención de ser reelecto, Noboa tendrá que definir la vía que tomará para superar la situación precaria de Ecuador sin producir más hartazgo y resistencia en la ciudadanía, la cual siempre cree menos en los liderazgos políticos. En su reciente visita a los acreedores del país, Noboa muy probablemente habrá tratado de “comprar tiempo” para evitar o al menos demorar la implementación de un duro ajuste. De tener que hacerlo, su meta política de reelección sería directamente dañada. En los pasos a seguir, para poder mantenerse en la presidencia de Ecuador después de 2025, el primero es el logro de una tregua en el pago de la deuda.
AGB
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