“No sabemos si están vivos o muertos”: todavía hay 11 argentinos cautivos y se habla de “desaparecidos”

De los 22 israelíes con nacionalidad argentina tomados como rehenes tras los ataques terroristas del 7 de octubre en Israel, 11 fueron liberados y rescatados a lo largo de estos meses. Sin embargo, aún quedan otros 11 compatriotas en cautiverio, de los cuales se sabe poco y nada. Familiares de secuestrados agradecen el apoyo del gobierno argentino –tanto el de Alberto Fernandez como el actual de Javier Milei– pero aseguran que “siempre se puede hacer más”. 

De los 134 rehenes, 11 de ellos tienen nacionalidad argentina. Dentro de esta cifra se encuentran los únicos dos niños que aún permanecen en cautiverio, Kfir y Ariel Bibas, de 1 y 4 años, además de sus padres, Yarden y Shiri Silberman Bibas –cuyo padre argentino, Jose Luis, se fue a vivir al kibutz Nir Oz cuando comenzó la dictadura de 1976–. También los hermanos David y Ariel Cunio –hijos del argentino José Luis Cunio–, Eitan y Iair Horn –quienes emigraron a Israel de jóvenes– y Lior Rudaeff –quien viajó de niño a Israel, y era uno de los encargados de seguridad de Nir Yitzhak.

“Hace un par de meses que volvieron a ser ‘desaparecidos”', asegura, en diálogo con elDiarioAR Quique Rosenburt, un argentino que vive en Israel desde hace más de 20 años que ofició informalmente de “mediador” entre los familiares de secuestrados y el gobierno argentino. “Si bien los servicios secretos pueden llegar a obtener algún tipo de información, todo lo que se puede escuchar sobre quienes continúan en cautiverio no es oficial: no se sabe si están vivos o muertos, si va a haber un acuerdo para su recuperación o no”. 

“No sabemos si siguen vivos o no. Estamos en la nebulosa”, concuerda Amos Horn, hermano de Yair y Eitan, en diálogo telefónico con elDiarioAR desde Israel. 

Intercambio de prisioneros 

A fines de noviembre, en un intercambio de prisioneros tras una tregua pactada entre Israel y Hamas, fueron liberadas en total nueve ciudadanas argentinas, todas ellas mujeres. Karina Engelbert, de 50 años, y sus hijas Mika y Yuval Angel, de 18 y 10 años, respectivamente; las mellizas de tres años Julie y Emma Cuño, junto a su madre israelí, Sharon, fueron liberadas el 27 de noviembre. Un día después, en otra jornada de intercambio, retornaron a suelo israelí Clara Marman, de 63 años, su hermana Gabriela Leimberg, de 59 años, junto con su hija Mia, de 17 años, y Ofelia Feler de Roitman, de 77 años. 

Casi tres meses después, el 12 de febrero, en un operativo, las Fuerzas de Defensa Israelíes liberaron a Luis Har y Fernando Marman, pareja y hermano de Clara, respectivamente, siendo ellos los únicos dos israelíes en ser rescatados por el Ejército y no liberados tras una tregua. 

La doble nacionalidad no es exactamente una condición para la liberación de los rehenes, pero en el caso de muchos de ellos la presión internacional ayudó a que obtengan más rápido la salida de territorio gazatí. “La presión del Gobierno argentino y el contacto con Qatar para la liberación fue plena”, aseguró Rosenburt a este medio en noviembre, durante las jornadas de liberación de rehenes con nacionalidad argentina. 

Las gestiones oficiales 

Tras el cambio de gestión nacional, ¿hubo algún cambio en el trato hacia la cuestión de los compatriotas que aún permanecen en cautiverio? “Los dos gobiernos en Argentina, a pesar de sus diferencias, siempre escucharon y apoyaron la causa de los familiares secuestrados”, dice Rosenburt.

“Creo que Argentina tiene que hacer todo lo posible para liberar a los secuestrados, pero tampoco debe arriesgar su seguridad nacional. Debería seguir por los canales diplomáticos, pero no tomar decisiones que puedan tener daños colaterales y poner en peligro la vida de argentinos”, agrega Rosenburt. 

Amos Horn, sin embargo, no está tan de acuerdo: asegura que “siempre se puede hacer más”. “Yo sé que por medio del presidente (de Israel) Herzog Argentina habló con Qatar. Eso ayuda, pero estoy seguro de que el gobierno argentino puede hacer todavía más cosas”, sostiene Horn. 

Consultados por este medio, en Cancillería señalaron que “por razones de seguridad” no pueden comentar sobre si se está haciendo algo para destrabar la situación de los compatriotas secuestrados. 

AS/DTC