Xi Jinping y Lula da Silva coinciden sobre la salida de la guerra de Ucrania

La declaración final firmada por los presidentes Xi Jinping y Lula da Silva puso el foco en el mundo: las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad de la ONU y su ampliación, la posición china sobre Taiwan como parte “inseparable” de su territorio y la “democratización” de las relaciones internacionales con el multilateralismo.

Ambos gobiernos juzgan que “en el actual contexto de cambios acelerados y marcas turbulencias internacionales, es preciso renovar los valores comunes de la humanidad: la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad”.

Finalmente apareció, en el texto publicado, el debate sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania. Lula y Xi Jinping coincidieron en remarcar: “El diálogo y la negociación son la única salida viable para esta crisis. Y deben ser apoyados y estimulados todos los esfuerzos conducentes a la solución pacífica de esa crisis”. La declaración reconoce que Brasil “recibió em forma positiva la propuesta china que ofrece reflexiones para la salida. A su vez, China acogió positivamente los esfuerzos brasileños en pro de la paz”. Resolvieron al respecto mantener contactos permanentes.

Los jefes de Estado concordaron que “el compromiso con el derecho internacional y los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, como piedra angular indispensable”. Reivindicaron, también, “el papel central de la ONU en el sistema internacional”. Brasil consiguió el apoyo de China en una de sus grandes aspiraciones: la reforma del Consejo de Seguridad, con la ampliación de la cantidad de integrantes permanentes, hoy limitado a las cinco potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia, China, Francia e Inglaterra. Tal como quedó diseñado en los años 50, basta el veto de una de ellas para impedir una resolución del Consejo. La parte china avanzó un poco más al “atribuir gran importancia al papel que ejerce Brasil en asuntos regionales e internacionales, de modo que comprende y apoya la aspiración del país de desempeñar un papel más prominente en la ONU”; es decir, confirmó el aval al interés brasileño de pasar a ser parte del CS como miembro permanente.

Como suele ocurrir en las negociaciones, también esta se avino a seguir el principio “win-win”. China obtuvo un gran beneficio diplomático del lado brasileño: el reconocimiento de que la Isla de Taiwan “como una parte inseparable del territorio chino” y del gobierno de la República Popular China “como único gobierno legal que representa a toda China”. Dice el comunicado conjunto: “La parte china manifestó gran aprecio al respecto”. 

EG