Cuáles podrían ser los beneficios impositivos a Techint que el Gobierno busca que apruebe el Congreso
El gobierno de Javier Milei busca avanzar en el Congreso con el tratamiento de una serie de convenios fiscales con Turquía, China, Emiratos Árabes Unidos, Luxemburgo y Japón. Estos dos últimos generaron numerosas críticas y resistencias, en especial el acuerdo con Luxemburgo, que beneficiaría con el pago de menos impuestos a empresas como Techint, aliada del Presidente.
Se trata de acuerdos bilaterales “para evitar que se grave dos veces con el mismo impuesto a la renta generada en alguno de los países firmantes”, lo que según el Ministerio de Economía “incentiva el flujo de inversiones y brinda mayor seguridad jurídica a potenciales inversores”.
Sin embargo, sus críticos sostienen que el acuerdo con Luxemburgo estaría hecho a medida de la multinacional ítalo-argentina que lidera Paolo Rocca, cabeza de la tercera familia más rica del país, según el ranking de la revista Forbes. elDiarioAR consultó a voceros de Techint sobre el caso pero declinaron responder.
Con la llegada de Milei al poder, la multinacional de los Rocca sumó al menos un funcionario en el área de Energía del Ejecutivo y cuatro altos ejecutivos de Tecpetrol en la petrolera YPF. Techint financió la campaña de Milei con $20 millones.
Los acuerdos de doble tributación enviados por Milei al Congreso posiblemente comiencen a tratarse este miércoles a las 14 en un plenario de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Presupuesto del Senado, ya que además de ser convenios internacionales también afectan a la recaudación.
El acuerdo con Japón busca la eliminación de la Doble Imposición con respecto a los impuestos sobre la renta mientras que el de Luxemburgo busca lo mismo pero suma al impuesto al patrimonio. Ambos acuerdos fueron suscritos por el gobierno de Mauricio Macri en 2019 pero nunca pasaron la aprobación del Congreso.
Para un grupo de tributaristas, los acuerdos que más ruido generan son los de Luxemburgo y Japón, en especial por la inclusión de una cláusula gatillo de “Nación más favorecida”, que puede dispararse enseguida. Esa cláusula, hace que otros Estados puedan activarla y requerir un tratamiento similar.
Muchos países que tengas convenios con Argentina pedirán los mismos beneficios.
“En temas tributarios hay grises, las cosas no son blanco o negro. Hay tributaristas que sostienen que estos acuerdos pueden promover inversiones. Por ejemplo, si una empresa debe girar divisas al exterior, la compañía local tiene que asumir los costos del 30% o 35% de impuestos y con los acuerdos esto ya no sucedería o serían significativamente menor”, afirmó a elDiarioAR el tributarista Juan Pablo Futten. Sin embargo, el profesor de impuestos de la UBA explicó que esta cláusula gatillo permite que aquellas empresas que tienen una sede en dichos países pasen a tributar un tercio de lo que tributan actualmente en términos de regalías, intereses o dividendos.
La clave en el acuerdo de Luxemburgo son los beneficios a las empresas con “establecimientos permanentes” en dicho principado. Si una empresa, como en el caso de Techint, tiene una sede en Luxemburgo que entra en la categoría de “establecimiento permanente” —y lo tiene porque cuenta allí con oficinas de la casa matriz, San Faustín— puede tributar ganancias en el exterior y no en Argentina.
“Esto beneficia de manera sustancial a cualquier empresa que le pague intereses o dividendos a su vinculada en Argentina. Es un convenio tailor made para una multinacional con sede en Luxemburgo y actividad en Argentina”, escribió Guillermo Michel, exjefe de la Aduana en su cuenta de Instagram. Mientras tanto, el gobierno evalúa dar marcha atrás con la eliminación de ganancias a un porcentaje de la población asalariada de la clase media.
El Grupo Techint tiene una sociedad madre: San Faustin SA, radicada en Luxemburgo, donde tiene oficinas. San Faustín SA controla a Techint Holdings, también radicada en el ducado europeo. Esta última sociedad controla al resto de las compañías de Techint en el mundo.
La multinacional de los Rocca no tiene fábricas ni sedes centrales en Luxemburgo pero le basta con tener una oficina para que se aplique a su caso el convenio diseñado durante el macrismo y resucitado por Milei.
El beneficio también se aplica a los denominados “préstamos intercampanies”, es decir, a créditos que las empresas de un mismo grupo empresario se prestan entre sí y que deben tributar en Argentina el 35% del 90% de los intereses del préstamo, aunque participe una sociedad de Luxemburgo. Salvo que ahora se aplique el convenio, explicó un tributarista a este medio. “Un país razonable retiene el 10%, como marca la OCDE. Ahora pasaría a retenerse el cero por ciento”, agrego el experto consultado.
Eurnekian y Macri
Hay otros empresarios y grupos con negocios en Luxemburgo: uno de ellos es Eduardo Eurnekian, expatrón de Milei en Corporación América. De acuerdo con la investigación de La Nación y Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), el empresario figura en Luxemburgo al frente de una sociedad de responsabilidad limitada, Corporación América International SARL, de la que dependen todos los aeropuertos del grupo en América Latina y otros países. “De aprobarse el tratado, en principio no anticipamos impacto tributario” a favor de Corporación América, afirmaron en el grupo empresario ante la consulta de La Nación. elDiarioAR intentó comunicarse con la compañía, sin éxito hasta el momento.
Un tercer caso es el del grupo Macri: Sideco y Socma. en el negocio de los parques eólicos, Gianfranco Macri, hermano del expresidente y cabeza del grupo familiar, utilizó a la sociedad Lares Corporation SPF, de Luxemburgo, para controlar una estructura de varias empresas que terminaron haciéndose de distintos parque eólicos e invirtiendo en un fondo de inversión con ese fin durante el gobierno de Cambiemos.
Consecuencias
El impacto de estos acuerdos va más allá de Luxemburgo y Japón: si la cláusula se activa porque alguna de las partes solicita aplicarla, otra veintena de países que tienen este tipo de acuerdos con Argentina pueden solicitar el mismo beneficio, explicó Futten. Una especie de efecto dominó. Esos beneficios son impuestos que se dejan de percibir y que podría representar un costo de entre US$1.200 millones y US$1.500 millones al año, dijo a elDiarioAR una fuente con conocimiento directo del caso. Para un gobierno que basa su política económica en que “no hay plata” sería una contradicción gigante. Sería un impacto en la recaudación a largo plazo.
“El convenio con Japón tiene una particularidad negativa para la política tributaria de nuestro país dado que excluyó de la definición de regalías previstas en el artículo 12 el concepto de ‘asistencia técnica’, por lo tanto este tipo de rentas no quedarán sujetas a imposición en el país fuente”, explicó Michel. Por ejemplo, se aplicaría a empresas como Toyota en patentes para la fabricación de vehículo en Argentina con el fin de que el país luego exporte el producto. Actualmente, la tasa es del 31,5%. El convenio de la OCDE impone impuestos con un tope del 10% para promover las inversiones, pero el gobierno de Milei decidió que sea de cero por ciento. elDiarioAR se comunicó con voceros de Toyota para conocer su posición sobre el caso, sin éxito.
ED/JJD
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