Milei se prepara para eliminar las PASO y busca el apoyo del peronismo y el PRO
Los vientos políticos empezaron a cambiar y Javier Milei se prepara para discutir su reforma más de “casta” hasta ahora: la eliminación de las PASO. Luego de dos intentos fallidos, el gobierno libertario se entusiasma con que la tercera, de la mano del peronismo y los gobernadores, será la vencida. El PRO, incluso, comenzó a enviar señales de que acompañaría una iniciativa que, en la práctica, centralizará el cierre de listas en muy pocas manos, con Karina Milei, Cristina Fernández de Kirchner y los gobernadores a la cabeza. Si todo falla, aún queda una carta, la alternativa salomónica definitiva: la suspensión para 2025. Y después se verá.
Fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el que tiró la primera piedra cuando faltaban apenas unos días para que venciera el período de sesiones extraordinarias en el Congreso que nunca fue. Un plazo que existió, brevemente, solo en la cuenta de Twitter del vocero presidencial, Manuel Adorni. Tomando el argumento del ahorro fiscal –U$S150 millones de dólares, según estimaciones del funcionario–, Francos anunció que el gobierno volvía a perseguir el sueño de la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Y que no le importaba que coincidiera con un año electoral: hasta mayo, fecha límite para presentar las listas, hay tiempo.
Las fichas empezaron a ordenarse. En el despacho de Martín Menem se empezó a hablar de extraordinarias a finales de febrero. Semanas antes, nadie cercano al riojano quería saber algo con sesiones extraordinarias: sostenían que los votos del peronismo no estaban asegurados y que, con el rechazo de Mauricio Macri y del radicalismo, las posibilidades de conseguir una mayoría especial eran nulas. Poco después llegó el anuncio de Jorge Macri –el viernes que pasó– que terminaría dando un vuelco total a las expectativas oficialistas.
El jefe de gobierno porteño, luego de informar el desdoblamiento de las elecciones locales de las nacionales, reveló que había hablado con Francos y que le había expresado su apoyo a la supresión de las primarias a nivel nacional. El giro en su postura, que presupone un aval silencioso del primo Mauricio, cambió el panorama. Los dirigentes del PRO que lo habían escuchado empezaron a blanquear que no eran pocos los que acompañaban la idea de suspender, no eliminar, las PASO para 2025.
“No vamos a tener una posición muy diferente al gobierno de la Ciudad”, adelantó una autoridad del PRO muy cercana al ex presidente. En el bloque que preside Cristian Ritondo calculan que al menos la mitad de los diputados amarillos estarían dispuestos a acompañar la suspensión de las PASO. La otra mitad, mientras tanto, todavía insiste para que se elimine sólo la obligatoriedad, una propuesta de María Eugenia Vidal de convertir las PASO en PAS y que no convence a Milei.
Si bien el acuerdo electoral Macri-Milei está aún lejos de concretarse, en LLA observaron el movimiento de Jorge Macri como un aval implícito del PRO a eliminar las PASO. “El PRO ahora no puede quejarse si las eliminamos”, advierte un dirigente libertario con terminales en el “triángulo de hierro” de Casa Rosada. La expectativa en el oficialismo es que, con Macri o sin Macri, un sector del partido amarillo acompañe. Y una vez que eso suceda podrán abocarse a lo que realmente necesitan: los votos del peronismo.
El juego del peronismo
La matemática del Gobierno es sencilla: a los votos propios –unos cuarentena, entre libertarios, satélites aliados y el fiel cuarteto radical mileísta– se le suman los mandatarios provinciales. Río Negro, Misiones, Salta, Tucumán, Catamarca, sí, pero también los distritos conducidos por el peronismo –como La Rioja o Santiago del Esterio– y varios radicales.
Con los gobernadores, que siempre se sintieron más cómodos manejando la lapicera y cerrando las listas a piacere, Milei se aseguraría una base sólida para avanzar con la eliminación de las PASO. Pero para estar seguro necesita que la mayoría de Unión por la Patria –fundamentalmente el cristinismo y el massismo– acompañe. O que al menos no obstruya.
El bloque que comanda Germán Martínez aún no abrió el debate interno. Pero hubo, en cambio, conversaciones informales entre las diferentes patas que componen UxP para sondear el tema. Ya sea personalmente o a través de representantes, Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa se juntaron a rumiar el tema. Aunque sin llegar a una conclusión definitiva. Hubo guiños, sin embargo, y varios en el bloque sospechan que La Cámpora ya cerró un acuerdo con el Gobierno para eliminar las PASO.
Varios en el bloque de UxP sospechan que La Cámpora ya cerró un acuerdo con el Gobierno para eliminar las PASO
“A Cristina le conviene eliminar las PASO porque como presidenta del PJ te arma la lista como quiera. Te tiran el aparato encima, mirá lo que pasó con Quintela”, advierte un dirigente kirchnerista sobre el gobernador de La Rioja. En el cristinismo, sin embargo, niegan haber tomado una decisión y andan con pies de plomo.
La mayoría está a la expectativa de que la Rosada mueva primero. “Acá el dato es que Milei no sabe todavía qué hacer con Macri. Un día es el divorcio y el otro es seguir juntos pero con camas separadas. El Gobierno está dividido y su voluntad de eliminarlas depende del humor circunstancial que tenga con Macri”, masculla, irritado, un dirigente de peso en el bloque.
A la indefinición, que se explica también por las distintas realidades provinciales, se le suma el clima de malestar general en el bloque. Son varios los diputados peronistas que, enojados con el liderazgo de CFK, vienen manifestando su descontento con la conducción del espacio. Y la partida del santafesino Roberto Mirabella no hizo sino profundizar esos enojos existentes.
Rebeldes o alineados, sin embargo, los diputados de UxP coinciden todos en una cosa: de llegar el tema al recinto, el bloque votará dividido. No hay lugar para la unanimidad, sino todo lo contrario. Será una votación fundamentalmente territorial.
Frente a este escenario de incertidumbre, mientras tanto, algunos dirigentes empezaron a plantear una alternativa que permita resolver el ahora y patear la discusión de fondo para más adelante: la suspensión de las PASO en 2025, como alternativa a la eliminación, tal como plantea un sector del PRO.
Esta opción, que se repite en varios despachos peronistas, logró permear en la misma oficina de Menem, que también comienza a analizar la posibilidad de suspenderlas. Un proyecto de ley en ese sentido permitiría tentar a aliados reticentes en el PRO y la UCR, así como convencer a opositores que coquetean con la idea pero no se definen. “Acá son muchos los que quieren pero no se animan a dar el paso. Y la suspensión es una salida”, explica un dirigente norteño que, como la mayoría de los diputados, ya se prepara para tener que viajar en febrero al centro porteño. El debate, coinciden, es inminente.
MC/MC
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