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Controversia en la costa patagónica

En la audiencia pública, la propuesta de Pan American Energy cosechó apoyos y duros rechazos ante el posible daño ambiental

La lista de oradores de la audiencia pública fue de 220 personas —en la foto expone Cristian Fernández, coordinador de Legales de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y se realizó dentro de un edificio que afuera permaneció vallado y fuertemente custodiado por la policía, y entre bombos y redoblantes de la Uocra contra los críticos del proyecto.

Lara Guerrero

San Antonio Este —
4 de diciembre de 2024 19:06 h

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San Antonio Este fue el escenario de una audiencia pública que marcó un nuevo capítulo en el debate sobre la explotación hidrocarburífera en el golfo San Matías, una zona de gran valor ambiental y turístico. En el centro de la discusión: el proyecto de Pan American Energy (PAE) para instalar un buque de licuefacción de gas natural en sus aguas, cuyas implicancias para la fauna marina y el ecosistema local ya generan profundas divisiones.

La audiencia pública comenzó alrededor de las 9 de la mañana con la apertura a cargo de la secretaria de Ambiente y Energía de la Provincia de Río Negro, Andrea Confini; la de Ambiente y Cambio Climático, María Judith Jiménez, y el intendente de San Antonio Oeste, Adrian Casadei, del partido Juntos Somos Río Negro, el espacio que gobierna la provincia y que lidera el gobernador Alberto Weretilneck. El evento se realizó en el gimnasio municipal de San Antonio Este que amaneció vallado y con gran despliegue policial. La lista de oradores superaba las 220 personas. 

El primer bloque de la jornada contó con la presentación del proyecto a cargo de Marcos Porteau, gerente de proyectos de la empresa Southern Energy, que integran PAE y la noruega Golar. Porteau fue subsecretario de Hidrocarburos de la gestión de Javier Iguacel como ministro de Energía de la presidencia de Mauricio Macri. En ese primer bloque también se realizó la exposición del Estudio de Impacto Ambiental a cargo de la Consultora Serman y Asociados.

En diálogo con elDiarioAR, Porteau prometió que durante la etapa se generarían 600 puestos de trabajo local que tienen que ver con la construcción del gasoducto que saldrá desde Cerro Fuerte Argentino hasta un buque licuefactor a 7 kilómetros mar adentro. Al preguntar sobre la duración de estos puestos de trabajo durante esa etapa, el directivo y exfuncionario macrista afirmó que será de 18 a 22  meses. Además, el representante de Southern sostuvo que “durante la etapa operativa son 850 puestos de trabajo directo e indirecto”, porque “viene el barco”, que “va a tener asociadas a la operación en buque 168 personas aproximadamente”.

“Es un proyecto que es por ahí distinto de otros, que tienen una construcción más pequeña y una operación más importante. Por eso se suma más gente durante la etapa operativa, cuando nosotros esperamos que eventualmente toda la gente sea local. La pregunta es cuándo eso ocurre. Nosotros vamos a empezar una parte del personal local y de a poco se va a ir calificando a la gente para que vayan tomando esos puestos de trabajo y en un horizonte que es muy difícil hoy hasta que armemos los planes de capacitación y de certificación, que veamos qué gente podemos conseguir”, dijo Porteau y reconició que es “difícil anticipar exactamente”, pero que cree que será “de tres a cinco años”.

Después, la gerente de estudios ambientales de la consultora Serman y Asociados, Maria Sol García Cabrera, estuvo encargada de presentar el Estudio de Impacto Ambiental que le encomendó Southern Energy. elDiarioAR consultó acerca de una de las mayores preocupaciones de organizaciones proteccionistas de la fauna marina y ambientalistas: la posibilidad del aumento de colisiones con mamíferos como las ballenas. Cabrera respondió: “Una de las cuestiones que vieron los especialistas del grupo de megafauna marina fue esa. Primero, lo que se analiza es la frecuencia de movimiento de buques. En este caso, en particular, por una cuestión de operación del propio buque licuefactor no es posible que sea mayor a dos o eventualmente tres (las llegadas de los buques metaneros)”.

En este sentido, sostuvo que “sabiendo que uno de los posibles efectos era una potencial colisión, hay medidas de gestión”, y al respecto indicó que “cuando ingresen las embarcaciones”, que se prevea que “reduzcan la velocidad, que el personal esté capacitado y preparado” para advertir la presencia de mamíferos en las inmediaciones “y puedan disminuir la velocidad”. Añadió que “en caso de una colisión hay todo un programa de aviso a la autoridad de aplicación para ver cómo gestionar esa situación con el animal que en ese momento tuvo el incidente”.

Luego del almuerzo, se dio paso a las expresiones de integrantes de la comunidad y distintas organizaciones como sindicatos, organismos estatales y ciudadanos que se expresaron a favor y en contra del megaproyecto.

Posiciones a favor

Las posiciones a favor fueron mayoritarias y contaron con el apoyo de legisladores de la provincia y sindicatos. Los argumentos giraron principalmente en torno del posible desarrollo económico, de la generación de empleo, aunque también se preocuparon por expresarse sobre el cuidado ambiental, planteando que no debía ser a cualquier costo la aprobación de las obras, al tiempo que exigieron a las autoridades que tengan especial atención sobre el impacto ambiental.

Alejandro Monteiro, de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos, se manifestó a favor del proyecto, argumentando que traerá la estabilidad macroeconómica que argentina no pudo lograr para desarrollarse en el país. “Rechazar o demorar esta iniciativa seria perder la posibilidad de diversificar nuestra economía. El gas natural no es una oportunidad económica, es también una herramienta para el desarrollo del país”.

Nicolás Carasalle, secretario de Turismo de San Antonio, reclamó enfáticamente: “Dejen de generar miedo, es una oportunidad única, no nos podemos perder el tren y debemos pensar en el desarrollo de nuestra provincia y nuestros chicos”. Y agregó: “Esto va a tener derrame, esto va a generar empleo”.

Posiciones en contra, a los gritos, entre redoblantes de la Uocra

Cabe destacar que casi la totalidad de quienes se posicionaron en contra del proyecto tuvieron que exponer con el repentino toque de bombos y redoblantes de personas con banderas de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).

Los planteos en contra del proyecto giraron en torno del daño al territorio, de desmentir la promesa de la generación de puestos de trabajo local y de la necesidad de protección del medio ambiente, así como la falta de distribución actual de los recursos.

Natalia Contrera de la Multisectorial Comarca Marítima argumentó: “Como parte de este plan de entrega para 'salvarnos', el gobierno de Weretilneck entregó nuestra agua, nuestro bien más preciado, a la empresa israelí Mekorot cediéndole la propiedad intelectual, toda la información hídrica de nuestra provincia para que construya, diseñe y elabore el manejo el agua. Una empresa que usa el agua como arma de guerra, que niega el agua  a cientos de miles de palestinos. Y su rol en nuestra provincia será saquear y garantizar el agua para las grandes mineras y petroleras. Además está escrito que en caso de que la empresa nos demande se resolverá en tribunales internacionales”. 

Y agregó: “Nos hablan de proyectos que van a traer trabajo, mientras la empresa rionegrina NRG empresa clave en el suministro de arena en vaca muerta, acaba de despedir a 181 trabajadores, y nos quieren endulzar con 200 puestos de trabajo solo por 22 meses, ni siquiera dos años”.

La bióloga Raquel Perier planteó, a su turno, que la promesa de puestos de trabajo para los locales es engañosa, por el grado de peligrosidad que tiene la actividad hidrocarburífera que se propone y la necesidad de mano de obra calificada que trae aparejada por ejemplo, el manejo de materiales altamente inflamables como el gas metano.

En diálogo con elDiarioAR sostuvo: “Un barco de esas características prácticamente no tiene personal que no esté especializado. Se necesitan ingenieros mecánicos, electricistas, tienen que saber de termodinámica, tienen que manejar toda la cuestión de sistemas criogénicos, es decir, altísima presión y bajísimas temperaturas. Entonces, es toda una cuestión de que los puestos de la tripulación que el gobernador dice que va a tener 200 o 250 personas, por más que las prepararan, como Panamerican Energy dice que las va a preparar durante estos dos años que falten hasta que venga el barco, es imposible: se requiere de 5 años como mínimo”, sostuvo y añadió: “Son especializaciones difíciles de realizar; sobre todo, tenés que tener incluso la secundaria realizada y ya tenés que tener alguna que otra capacitación o por lo menos una facilidad en las ciencias físicas y químicas porque realmente requiere de mucho conocimiento”, concluyó la científica.

Además, desde las mismas fuentes de la petrolera PAE, aseguraron que habrá “mayor actividad económica y transición energética” argumentando que “el buque de licuefacción posibilitará la llegada de un producto de valor agregado (GNL) a nuevas regiones, generando actividad económica local, aumentando las exportaciones y generando divisas, en un marco de transición energética global en la que el gas natural es considerado el combustible 'puente' que contribuirá a la descarbonización de la matriz energética mundial”.

En la misma línea, en entrevista con este medio, el ambientalista Perez Orsi se posicionó en contra del proyecto: “Es apostar hoy en día a la cortita ventana que tiene Vaca Muerta haciéndonos pagar a los argentinos”, planteó. Afirmó, además, que “acá hay dinero del Estado involucrado en el proceso de autorización, hay capital público puesto al servicio de la aprobación de estos proyectos que tendría que estar craneando soluciones reales para el futuro de la provincia, de la región, etcétera. Y están ahora militando este proyecto, que va a beneficiar a cuatro o cinco durante un corto tiempo y después se irán, como pasó con la Mina de Sierra Grande”.

A pesar de las intensas críticas y las preocupaciones ambientales que persisten en la comunidad, el futuro del proyecto parece encaminado hacia la aprobación, al igual que iniciativas anteriores en la región. Así, se alza la pregunta de si será posible encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación de uno de los ecosistemas más importantes de la Patagonia.

elDiarioAR viajó a San Antonio Este gracias a la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).

LG/JJD

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