Los dueños de concesionarias de autos agrupados en ACARA se alinean con el gobierno de Milei y llaman a rechazar el paro

La Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA), que agrupa a los dueños de concesionarios de todo el país, emitió hoy un comunicado en el que rechaza el paro general de mañana y llama a acompañar al gobierno en esta nueva etapa ya que “se vuelve fundamental sumar apoyo a las nuevas autoridades, otorgándoles el tiempo y el clima necesario para que avancen en la implementación de sus ideas, aquellas por las cuales el voto mayoritario los validó para regir los destinos del país por los próximos cuatro años”.

“Es el momento de apoyar, también de debatir, pero con el país en movimiento y produciendo”, es el título del comunicado, en el que explican la necesidad de fijar posición, que no es otra que un contundente alineamiento con el nuevo presidente: “el pueblo ha elegido a aquellos que prometieron llevar a delante las postergadas reformas estructurales que el país requiere, para poder soñar con un futuro”.

Los agencieros se quejan de que este es el paro más rápido que un gobierno democrático haya tenido que enfrentar y alertan sobre “la falta de paciencia y tranquilidad que cualquier conducción necesita” a la vez que llaman a la reflexión a “aquellos que creen que paralizando la actividad se contribuye en algo”.

Opinión

Este movimiento de los dueños de concesionarias es un clarísimo ejemplo de alineamiento ideológico por sobre cualquier postura moderada o incluso pragmática. Es bien sabido que en los últimos años, en buena medida por la leve recuperación económica post-pandemia, pero sobre todo gracias al cepo, la inflación, los impuestos internos y las restricciones a las importaciones, las agencias de autos fueron las grandes ganadoras en el negocio automotor. Ante una oferta de productos muy restringida, y con precios sugeridos por las marcas muchas veces “pisados” para evitar caer en cargas impositivas, la mayoría de las concesionarias tuvieron via libre para cobrar “sobreprecios”, en algunos casos de hasta 50% por encima de los valores oficiales, convalidados por clientes ávidos de hacer circular los pesos en su poder. Esto les dio margen de rentabilidad extraordinario, ya que el precio mayorista al que adquirieron los autos que vendidos siguió estando determinado los precios de lista. Digamos que durante el último gobierno supieron aprovechar mejor que nadie la reclamada lógica del libre mercado de oferta y demanda, para fijar los mejores precios posibles, aún ante las quejas y reclamos de los clientes, que veían como los precios publicados por las automotrices engordaban dramáticamente pasada la puerta de cada concesionaria.

Paradójicamente, el escenario que las agencias de autos enfrentan para estos primeros meses del nuevo gobierno (que podrían llegar a ser hasta 24, según declaraciones del mismo presidente) es el de un mercado mucho más reprimido, con una baja notoria en la demanda, probable sobreoferta de productos, y por ende la necesidad de pasar de los sobreprecios a los descuentos, para no acumular stock. Pero seguramente las robustas ganancias acumuladas en  los años pasados los ayuden a sobrellevar esta nueva etapa de “postergadas reformas estructurales que el país requiere, para poder soñar con un futuro”, como reza el comunicado.

Sea como fuere, las concesionarias de auto seguirán “produciendo” durante el primer paro general al gobierno de Milei.

RT