Esta semana vivimos la distopía de un Ministro de Justicia que, frente a una Comisión de Diputadas y Diputados de la Nación, desconoció abiertamente el derecho a una vida digna y en condiciones de igualdad para las mujeres y personas gays, lesbianas, transexuales, travestis. En su presentación (por si hacía falta aclararlo, tomando textualmente partes de discursos previos del Presidente Milei), el Ministro Cúneo Libarona ofreció una nueva muestra de su desconocimiento sobre las leyes vigentes y su total desinterés por las obligaciones del Estado que él debe garantizar por su función institucional.
Es posible que su objetivo no haya sido solo congraciarse con un sector del Gobierno y de la opinión pública más reaccionaria sino también tratar de ocultar detrás de sus posturas inadmisibles la única realidad inobjetable: la desarticulación de las políticas públicas para atender las violencias vulnera la ley y genera daño.
Un día antes de su participación en el Congreso donde justamente le iban a preguntar sobre la falta de políticas para asistir a las mujeres en situación de violencia, el Gobierno Nacional decretó que el programa Acompañar, que otorgaba un salario mínimo vital y móvil a víctimas de violencia de género por 6 meses para promover la salida de ambientes violentos, quedaría reducido a tres meses y solo será otorgado a quienes acrediten “la realización de la denuncia judicial o policial de violencia por motivos de género”.
¿Por qué significa esto un retroceso? Porque está claro que aún siguiendo el criterio economicista del Poder Ejecutivo es mejor prevenir que curar: al Estado le cuesta 22 veces más intervenir de manera tardía en los casos de violencia de género. En los propios términos que el Gobierno supuestamente entiende, alegando “criterios de eficacia, eficiencia y economía” se debería promover todos los programas orientados a fortalecer las autonomías de las mujeres para que puedan buscar ayuda a tiempo. Sobre todo teniendo en cuenta que el 95,7% de las mujeres que buscaron ayuda por situaciones de violencia declaró que sus ingresos no son suficientes para cubrir sus gastos, 7 de cada 10 tiene a cargo niños menores de 14 años y 4 de cada 10 habitan en viviendas provisorias. Si seis meses ya resultaba poco tiempo para construir una estrategia de salida y crear condiciones suficientes para iniciar un proceso de autonomía económica de las mujeres que presentan niveles de mayor riesgo, tres meses de ayuda económica es prácticamente nada.
Es posible que estos datos no conmuevan al Sr. Ministro y a la gestión que representa, pero esas eran algunas de las preguntas a las que se enfrentaría en la Comisión de Mujeres y Diversidad del Congreso en la reunión del martes por la mañana. En su lugar, probablemente el objetivo de la intervención fue dirigir la conversación pública a responder los términos discriminatorios de su discurso en lugar de confrontarlo con los datos que muestran la profundidad del daño que causa su gestión al frente del Ministerio. Mientras sobreactúa un discurso pretendiendo proteger los valores de la familia, las mujeres y personas LGBT están cada vez más solas y desamparadas en sus casas. Esa es la única realidad.
El desafío de los tiempos de hoy es mantener el temple mientras se responde con argumentos y con evidencia sin entrar en la dinámica de agresión descabellada que proponen desde algunos sectores de manera continua.
Para hacerlo, proponemos detenernos en otras historias dentro de la historia, otros espacios en los que podemos seguir encontrándonos, construyendo puentes y creando tramas.
Tejer tramas, narrativas, movilizar invenciones es la propuesta de nuestro stand institucional en ArteBA, la feria de arte contemporáneo de Buenos Aires que abre sus puertas al público el día viernes 30 de agosto. Con la curaduría de Guadalupe Arriegue, ELA se sube a los movimientos que discuten genealogías e historia del arte. Sin el afán de cristalizar esencialismos ni quedarnos inmóviles frente a las noticias de actualidad, proponemos participar de la práctica artística como una experiencia sensible e intersubjetiva desde donde podamos participar de otras conversaciones, con otras personas, en nuevos formatos.
En esta edición,“Otras historias posibles II” continúa la exploración iniciada en nuestra exposición anterior y proponemos redescubrir el arte como un espacio de creación de otros mundos posibles, otras percepciones y tramas alternativas, enfatizando las historias dentro de historias. Buscamos colectivamente nuevas formas de percibir y entender nuestro entorno, ofreciendo una mirada sobre las realidades con perspectiva de género.
Como un antídoto ante tanta violencia e ignorancia de las subjetividades propias y ajenas, ofrecemos una contribución para construir un pequeño gran refugio, colectivo y plural, en el lenguaje de lo artístico.
La muestra en nuestro stand incluye obras y proyectos del Archivo de la Memoria Trans, Belleza y Felicidad Fiorito, Migrantas en Reconquista, Randeras de El Cercado, Fátima Pecci Carou, Flor Alvarado, Gala Berger, Lorena Fernández y la dupla Somigliana-Goldenberg. Todos los días a las 15 horas ofrecemos un recorrido curatorial con perspectiva de género por la muestra de ArteBA y a las 17 horas escucharemos lectura de poesías.
Porque en la belleza también se teje la resistencia, esperamos puedan visitarnos en estos días.
NG/MG
0