El proyecto de ley ómnibus deja en jaque a la producción de limón en Tucumán y amenaza a las economías regionales
El Gobierno nacional introdujo en el proyecto de ley ómnibus un alícuota del 8% para la exportación de aceite esencial de limón, cuya producción equivale al 40% de la facturación de lo que genera la citricultura limonera en Tucumán, Salta y Jujuy. El sector venía de retenciones cero, en el marco de decisiones que había adoptado el año pasado la administración de Alberto Fernández para favorecer a las economías regionales, por lo que la decisión del presidente Javier Milei cayó como un balde de agua fría que pudo ser peor si los gobiernos provinciales e industriales no reaccionaban a tiempo.
A días de asumir las nuevas autoridades, el ministro de Economía Luis Caputo dio a conocer el contenido del mega DNU del Poder Ejecutivo en el que se estableció, entre otras decisiones, que las alícuotas para las economías regionales pasaban de cero a un 15%. “Un mazazo inesperado”, así lo describió a elDiarioAR el gerente de una planta de empaque de limón, cuyas cajas con doce unidades se venden en góndolas de supermercados de Estados Unidos. Desde ese momento hubo una sucesión de gestiones de los industriales del NOA, nucleados en la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA) y del gobierno tucumano para que se retrotraiga esta medida. “Fue arbitraria, discriminatoria e infundada. Es muy preocupante, no podemos salir de nuestro asombro, no hay una explicación lógica. Es casi un certificado de defunción para la actividad”, sostuvo en esos días Pablo Padilla, presidente de ACNOA. Se reunió con diputados y senadores de todos los partidos tucumanos que tienen representación parlamentaria nacional y con la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel. En todos los casos, hubo compromisos para gestionar que se revirtiera la poda. El gobernador Osvaldo Jaldo también se expresó en contra de la decisión del Ejecutivo y hasta la Federación Económica de Tucumán (FET), presentó en la Casa Rosada una nota, en consonancia con lo requerido por ACNOA.
Hace poco más de una semana y cuando todo parecía encaminado, el Gobierno nacional envió al Congreso de la Nación el proyecto de ley ómnibus, cuyo artículo 205 establece: “Fíjase en un 8% la alícuota de derecho de exportación para todas las mercaderías correspondientes al complejo vitivinícola y al aceite esencial del limón”. “Si se considera el escenario de mega DNU, este 8% es un alivio; pero como las retenciones estaban en cero, igual implica un fuerte golpe para la competitividad del sector”, señaló Padilla. “Estamos haciendo gestiones para volver a ese cero, lo único que pedimos es que nos quiten esa presión para que la actividad sea rentable y así estaremos en condiciones de competir en el mercado internacional, que tiene actores de peso, como España y Sudáfrica”, dijo.
La preocupación no es menor. Para Tucumán, los ingresos anuales netos en dólares por la citricultura suelen promediar entre los $ 650 y 700 millones, alrededor del 54% del total de la moneda estadounidense de la que se nutre esta provincia por ventas al exterior de distintos productos. Además, todos los años genera más de 50.000 empleos directos e indirectos durante la cosecha, que va de abril a septiembre.
Complejo escenario
El coordinador del programa Citrus de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), Hernán Salas, fue consultado por elDiarioAR sobre el actual escenario de la citricultura en el NOA. “La producción del año pasado fue de 1.650.000 toneladas de limones, nada mal, si se considera la sequía que afectó a los campos en el arranque de la temporada. La clave estará en el escenario de la comercialización porque cantidad y calidad estarán garantizadas”, explicó el investigador.
Argentina es el primer productor y procesador mundial de limón y el segundo exportador de limón fresco. Tucumán, con 42.000 hectáreas, es la provincia con mayor cantidad de tierras destinadas a fincas de limones y es la que explica las 1.350.000 toneladas de producción. El procesamiento de la fruta se efectúa en 35 empaquetadoras y en 10 plantas industriales, en las que se obtienen aceites esenciales, jugos y cáscara deshidratada. En Salta hay tres plantas de este tipo y Jujuy cuenta con una. Entre estas dos provincias suman 10.000 hectáreas de campos con limones. La producción de limones del NOA representa el 95,6% del total nacional, del cual Tucumán produce el 87,5 %, Salta el 5,7% y Jujuy 2,4, mientras que el resto se divide entre Misiones y Entre Ríos, según datos oficiales.
Pese a estos números, la citricultura limonera del país no se encuentra en su mejor momento. Debido a un escenario mundial con complejidades, como la guerra entre Rusia y Ucrania, en el año 2022, 300.000 toneladas de limones no se cosecharon por el final anticipado de las exportaciones de limón y derivados a la Unión Europea, uno de los principales mercados. ¿Qué sucedió? La fruta se pudrió en los árboles, como lo consignó este medio. El año pasado el combo entre sequía y desventajas en condiciones de logística –como el costo del transporte– afectaron a la comercialización. Estados Unidos, Sudáfrica y España son competidores directos de la fruta local. La Península Ibérica, además, superó su crisis por sequía y se prevé que España incremente su cosecha en un 30%, este año. Mala noticia para los industriales argentinos. La producción sudafricana tiene dos componentes claves que están a su favor: la menor distancia con el mercado europeo, en relación al local, y el mejor rendimiento de los campos debido a características del clima. De 1.000 kilos que se cosechan, el 80% es óptimo para su exportación como fruta fresca mientras que en Argentina la relación es inversamente proporcional: solo está en condiciones de exportarse un 20%, de acuerdo a lo señalado por Salas, el investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), un ente público-privado de investigación y asesoramiento para la actividad frutihortícola de Tucumán, de prestigio internacional.
Negocio, pero no tanto
Por las dificultades en la comercialización se detuvo el crecimiento de campos con limones en el NOA. Es más, en Tucumán se contrajo en cerca de 6.000 hectáreas que se desmontaron y migraron hacia otras producciones, como la caña de azúcar y granos. De todos modos, desde ACNOA se señala que la cifra es mayor y rondaría entre las 9.000 y 12.000 hectáreas. Las cifras no se contradicen porque aunque hubo cambio de destino de campos, también existen fincas de limones abandonadas por su casi nula rentabilidad. Ante ello, sus propietarios no realizan ni las labores de cosecha.
Uno de los grandes problemas en la comercialización es la sobreoferta de derivados del limón, según los datos oficiales. El valor del aceite esencial del limón, importante en la industria de cosméticos, entre otros usos, se encuentra muy por debajo de los 24 dólares el kilo, en los que supo estar, y en la actualidad ronda los 10 dólares. Si a esta cifra se le resta el 8%, como prevé el proyecto de ley ómnibus del Gobierno nacional, la quita generará un gran impacto en toda la cadena de producción y comercialización, de acuerdo a los industriales.
Gestiones oficiales
En la búsqueda de revertir el proyecto del Poder Ejecutivo Nacional, el gobernador tucumano se reunió este semana con el ministro del Interior de la Nación, Guillermo Francos, en Buenos Aires, ocasión en la que planteó su preocupación por la pérdida que significan los fondos que ingresan a Tucumán por el Impuesto a las Ganancias, y por los alcances del proyecto de ley ómnibus que tratará el Congreso, que afectan a la actividad azucarera, al bioetanol y a la citricultura.
Dos días antes, el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Martín de los Ríos, mantuvo un encuentro con Pedro Vigneau, subsecretario de Fortalecimiento Productivo y Sustentable para Pequeños y Medianos Productores Agroalimentarios del Ministerio de Economía de la Nación, a quien expresó los problemas que generarían las retenciones del 8% para el tabaco y el citrus. Solicitó volver al escenario de retenciones cero. Ni Jaldo, ni De los Ríos retornaron a sus provincias con certezas de que el Ejecutivo nacional daría marcha atrás.
DC
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