Combo Bullrich: coqueteo con el radical Cornejo, acuerdo con el monzoísmo y críticas a los neolarretistas
Patricia Bullrich jugó la carta del conservadurismo mendocino. La utilizó para subir sus propias acciones provinciales, en detrimento de sus adversarios amarillos. “Omar tomó una decisión. Rara, pero la tomó. Es su decisión y no la voy a cuestionar, pero tiene que ver cuál va a ser su relación con los mendocinos a partir de ella”, achacó la presidenta del PRO con acotada sutileza. El pase de factura tenía un destinatario específico: el diputado neolarretista mendocino Omar de Marchi, quien ya asumió como coordinador de la campaña y el armado nacional del alcalde porteño.
De Marchi es diputado por Mendoza y vicepresidente primero de la Cámara. Además fue intendente del departamento de Luján de Cuyo. En lo ideológico, De Marchi integra el club de los halcones. Es mauricista, coqueteó con Bullrich y se opuso férreamente al comunicado que le sacó bolilla negra a Javier Milei.
Antes de entrar al PRO, De Marchi militó en el conservador Partido Demócrata de su provincia. En búsqueda de recuperar el protagonismo perdido, ahora los llamados “gansos” mendocinos se aliaron al espacio La Libertad Avanza de Milei. Aspirante a la gobernación local, De Marchi todavía se ilusiona con contar con el apoyo de Milei. Las elecciones mendocinas se realizarán antes de la presidencial.
La advertencia bullrichista fue enunciada en el hotel Arena Maipú de Mendoza. La Piba visitó aquella provincia con el traje de presidenciable puesto. La excusa del tour fue presentar un curso que dará sobre Perspectiva de Género y Seguridad del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUS).
El misil tele-direccionado hacia De Marchi (y a Horacio Rodríguez Larreta, por default) resultó incómodo hasta para los propios dirigentes macristas de Mendoza. El diputado nacional y presidente del PRO provincial, Álvaro Martínez, se sorprendió ante el portal local MDZ. Anfitrión en la visita de Bullrich, Martínez debió hacer equilibrio. “Me sorprenden los dichos de Patricia contra Omar, cuando siempre ha habido buena relación e incluso cuando han existido diferencias políticas o metodológicas. Siempre hubo un trato cordial, correcto y de cercanía. Me sorprende escuchar a Patricia pronunciar esos dichos belicosos contra Omar, que es un gran dirigente, líder del PRO en la provincia y referente del espacio en el interior del país. Me parecen desmedidas algunas calificaciones”, opinó.
Las internas amarillas están lejísimos de estar saldadas. El PRO ni siquiera dio con un mecanismo armonioso para zanjar sus diferencias y choques de ambiciones.
En la carrera por sumar dirigentes provinciales, Bullrich se anotó una figura de peso en su álbum: el senador y exgobernador de la UCR Alfredo Cornejo. Existe una afinidad ideológica entre ambos, y cerca de la exministra no descartan que el radical mendocino sea el candidato a vice de Bullrich. Cornejo es el más macrista de los dirigentes de la UCR con perfil nacional.
“Cornejo y la UCR de Mendoza ya son parte de Juntos por el Cambio, con el PRO, los demócratas y los partidos que se van sumando. Los libertarios están planteando otra candidatura que no es dentro de Juntos por el Cambio, pero a nivel provincial es posible que haya acuerdo con todos”, afirmó la exmilitante del peronismo revolucionario.
Liberada de las obligaciones y formalidades que encierra la gestión diaria, Patricia Bullrich busca primerear al alcalde Rodríguez Larreta. La semana pasada, la jefa del PRO admitió su ambición presidencial en el Yacht Club de Olivos. Ahí presentó una suerte de gabinete anticipado, mezclando equipos técnicos y políticos.
El acto contó con un guiño favorable y la presencia de Mauricio Macri. Bullrich protagonizó una suerte de proto-lanzamiento. A pedido de Macri, también estuvo el intendente de Lanús Néstor Grindetti.
El armado político de La Piba en la provincia de Buenos Aires fue recientemente tercerizado en dos dirigentes leales al diputado Emilio Monzó. Se trata del diputado nacional Sebastián García de Luca y el senador provincial Marcelo Daletto. Tal acuerdo abre una perspectiva: que Monzó sea el candidato a gobernador bonaerense de Bullrich. Pero cerca del expresidente de la Cámara de Diputados lo niegan. Pero no cierran definitivamente esa posibilidad. Monzó se mueve como un líbero sin un alineamiento definido.
Bullrich aspira a ser la verdadera representante del “cambio profundo”. La apuesta encierra una crítica velada al alcalde porteño, quien machaca con una retórica más centrista y consensual.
AF
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