Los diputados de La Libertad Avanza, un bloque marcado por la fragmentación y sin alineamiento político
La visita de seis diputados de La Libertad Avanza a la cárcel de Ezeiza en solidaridad con militares condenados por delitos de lesa humanidad generó un cimbronazo al interior del bloque oficialista de la Cámara Baja. La presencia de Karina Milei en el Congreso, el jueves por la noche, intentó sin éxito poner paños fríos a un grupo humanos cruzado por la fragmentación y las rencillas personales: hace tiempo que en el bloque comandado en los papeles por el cordobés Gabriel Bornoroni prima la anarquía y el recelo mutuo, desde antes incluso de que Javier Milei pisara la Casa Rosada.
En medio de una opinión pública convulsionada, la oposición en su conjunto le reclama al oficialismo que haya una sanción disciplinaria para los legisladores que integraron la comitiva que viajó hasta la Unidad 31 de Ezeiza a visitar a Alfredo Astiz y otros represores presos. Pero la respuesta de la Casa Rosada fue minimizar los hechos. “Es una agenda personal de los diputados, que además ni representan a la totalidad del bloque ni al Poder Ejecutivo porque son parte del Poder Legislativo”, relativizó el vocero presidencial Manuel Adorni.
“Menos mal que no ganaron en primera vuelta, porque si fueran 100 tendrías los diarios llenos de quilombos”, respiraba aliviado ante la consulta de elDiarioAR un diputado opositor que comparte el recinto con los 38 miembros de la bancada libertaria. Desde una de las bancadas aliadas, en tanto, no escatimaron en ironía: “Mejor que nos corramos nosotros los grandes así pueden ser noticia un poco los chicos”. Es que, más allá de por lo estrictamente político, algunos libertarios marcan agenda por otras cuestiones. Es el caso, por ejemplo, de la diputada Lilia Lemoine y sus siempre resonantes declaraciones públicas que automáticamente se convierten en títulos.
Pero el hecho que expuso de manera más notoria el desorden puertas adentro del bloque de La Libertad Avanza tuvo lugar en abril y fue la fallida conformación de la comisión de Juicio Político, que terminó con el desplazamiento de Oscar Zago de la jefatura de bloque. “El que vota a [Marcela] Pagano está traicionando al Presidente”, fue el mensaje de Lemoine que encendió el grupo de WhatsApp de los diputados de La Libertad Avanza. La periodista había acordado con Zago presidir el cuerpo. Sin embargo, a última hora, una llamada proveniente de Casa Rosada ordenó al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, suspender la sesión.
Zago pidió disculpas por el escándalo público y dijo haberse enterado de la decisión del riojano “en este preciso momento”. No comentó que ya tenía el supuesto aval del jefe de Estado, a quien días antes le había comentado vía WhatsApp que iba a proponer a Pagano como presidenta de la comisión. El por entonces jefe del bloque libertario buscó como sea seguir con el trámite porque entendía que, si lo frenaba, como había quórum, la oposición podía arrebatarles la presidencia. Pero el enojo de Menem llegó al punto de que se cortó la transmisión en vivo de la reunión y luego el video fue eliminado de la cuenta oficial de YouTube del canal de Diputados.
El desenlace es conocido: tras el episodio, Zago y los otros dos diputados del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) dieron el portazo y conformaron un bloque homónimo. Sus votos, a partir de ese momento, comenzaron a valer más: La Libertad Avanza cayó de 41 a 38 diputados de un total de 257 en el recinto. Tres meses después, comenzó a rumorearse que Zago y los suyos podrían conformar un interbloque con el PRO. “Hoy estoy con el diputado Cristian Ritondo tratando de conformar algún acuerdo”, indicó el legislador este viernes en diálogo con AM 550.
Desde aquel episodio que marcó un antes y un después en el oficialismo, la situación de Pagano al interior de La Libertad Avanza se convirtió en una incógnita. La escena de abril la dejó en medio de acusaciones cruzadas. Entre sus colegas parlamentarios la tildan de “infiltrada del massismo” porque sospechan que tuvo que ver con el desaire que le hizo Luis Barrionuevo a Milei con los fiscales durante las elecciones del año pasado. Un dato abona esa teoría: Pagano se quedó con el despacho legislativo que tenía Graciela Camaño, llave en mano de parte de ella. “Lo heredó”, la acusan en los pasillos del Congreso.
Lo cierto es que, sin haber abandonado el bloque, los gestos de autonomía por parte de la experiodista de América se acrecentaron. Hace una semana, sin ir más lejos, pudo vérsela participando de la primera reunión del grupo parlamentario de amistad con Rusia, un evento motorizado por la embajada del país gobernado por Vladimir Putin. “Trabajamos en el fortalecimiento de la unión de ambos pueblos”, escribió en una publicación en su cuenta de la red social X, acompañada de una foto en la que se la puede ver junto al exministro de Salud de Axel Kicillof, Daniel Gollan.
Pagano fue una de las figuras más visibles de la campaña libertaria de 2023. Su actual perfil bajo, alejada de las vicisitudes cotidianas de la bancada, no es más que otro síntoma de los desmanejos de un oficialismo al que le cuesta alinear a la tropa detrás de un objetivo común. Por eso tampoco resulta extraño que en La Libertad Avanza proliferen dirigentes con agenda propia, como es el caso, ni más ni menos, de la vicepresidenta Victoria Villarruel. En los últimos días, la reunión entre Karina Milei y el embajador de Francia en Buenos Aires, Romain Nadal, volvió a exhibir la tirantez entre la Casa Rosada y el Senado.
Fue un encuentro que tuvo como finalidad desactivar la polémica generada por los dichos de la titular de la Cámara Alta, que se despachó con declaraciones en contra del país galo al que tildó de “colonialista” a través de un mensaje difundido desde su cuenta de X. Una movida estratégica: el jueves que viene, Milei tiene previsto viajar a París en el marco de la apertura de los Juegos Olímpicos. “No fue un tuit feliz”, sostuvo el Presidente. Desde el entorno de Villarruel, en tanto, dijeron estar “tranquilos”, mientras que en los pasillos de Balcarce 50 todavía genera suspicacias la resonante ausencia de la vicepresidenta del Pacto de Mayo en Tucumán. La desconfianza avanza.
PL/DTC
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