El Gobierno pone a prueba a Francos y busca volver a aceitar las negociaciones políticas
Tras una semana marcada a fuego por las derrotas en el Congreso, en Casa Rosada llegaron a una conclusión por demás evidente: lo que falló fue la negociación política. Ahora, todas las miradas se posan sobre un alfil fundamental del gobierno de Javier Milei: el exministro del Interior Guillermo Francos, quien desde la estruendosa salida de Nicolás Posse ocupa el cargo de jefe de Gabinete. Con la ley Bases y el paquete fiscal sancionados a finales de junio, la espada política de Milei comenzó a cultivar un perfil bajo inversamente proporcional a la exposición pública que en el último mes y medio adquirió la figura del asesor presidencial Santiago Caputo.
No faltaron este lunes las voces que, puertas adentro del Gobierno, apuntaron a Francos como uno de los responsables del triple traspié legislativo sufrido por La Libertad Avanza la semana pasada, que empujará a Milei a firmar su primer veto en los próximos días. Desde la Jefatura de Gabinete se atajaron de las críticas al aducir que, a diferencia del papel que cumplió a lo largo de la primera parte del año, hoy el exrepresentante argentino ante el BID en tiempos de Alberto Fernández cuenta con responsabilidades que exceden al Congreso. “Se está encargando principalmente de coordinar el funcionamiento cada uno de los ministerios”, lo defendieron.
En Balcarce 50 no ignoran que Francos sigue siendo, hasta el momento, un jugador irremplazable en las filas libertarias. Sin embargo, la dinámica al interior del Gobierno, cruzada por las intrigas palaciegas, se parece cada vez más a una pelea de todos contra todos. Sin ir más lejos, en las últimas semanas, Francos comenzó a tejer acuerdos de gobernabilidad con sectores del peronismo bonaerense que, según pudo saber elDiarioAR, no cayeron nada bien en las tribus libertarias más cercanas a Karina Milei, encargada del armado político de La Libertad Avanza a nivel nacional. El jefe de Gabinete comenzó a tender puentes con varios intendentes del conurbano, preocupados por la paralización de la obra pública en sus respectivos distritos.
En el Congreso, en tanto, desde mediados de julio que el Gobierno intenta avanzar con la discusión de la reforma electoral, que tendría entre sus ejes principales la eliminación de las PASO y la implementación de la boleta única de papel, en reemplazo de la tradicional boleta partidaria. Francos delegó esas tratativas en sus dos funcionarios de mayor confianza, José Rolandi y Lisandro Catalán, quienes tomaron la posta de los diálogos en el Parlamento. Sin embargo, la oposición acabó por tomar la iniciativa y dejó al oficialismo en offside. Un escenario adverso que podría terminar de coronarse el jueves, si es que el Senado vota definitivamente a favor del rechazo al DNU de fondos reservados para la SIDE.
¿Saldrá Francos nuevamente a la cancha para recuperar algo de territorio perdido? En Casa Rosada no lo descartan. Menos, luego de que se conocieran los reparos que existen en el Congreso hacia las propuestas de reformas que impulsa Milei. En la oposición aducen que, más allá de las intenciones mediáticas del Gobierno por eliminar las PASO o recortar el financiamiento a los partidos políticos, todavía esas iniciativas no tuvieron un correlato en proyectos de ley concretos. La única excepción es boleta única de papel, que cuenta con media sanción de Diputados y espera en el Senado el acuerdo que se logre con los distintos bloques para llevarla al recinto.
Pero hubo otro hecho reciente que también influyó en el día a día del Gobierno: la reaparición pública del expresidente Mauricio Macri y su afán por incidir en el rumbo de la gestión. “A lo mejor, en este trabajo de estos días, no hemos estado demasiado coordinados o nos ha sido más dificultoso poder llegar a acuerdos como lo habíamos llegado en la Ley Bases”, admitió Francos el domingo al ser consultado en LN+ por la “semana negra” del oficialismo en el Congreso. Una concesión parcial a las críticas que el líder del PRO le realiza en público y en privado a Milei. El jueves pasado, el apoyo de los diputados y los senadores amarillos fue clave para que se aprobaran las modificaciones en las jubilaciones, pese a que al día siguiente fue el propio Macri el que salió a apoyar el inminente veto del Presidente.
El próximo miércoles 4 de septiembre, Francos brindará su primer informe de gestión en el Congreso. La convocatoria es a las 11 de la mañana en el recinto de la Cámara baja, donde el ministro coordinador deberá responder a una batería de preguntas de parte de los legisladores de los distintos bloques. El Gobierno afirman que recibieron por escrito un récord de más de 3.300 consultas, cuyas respuestas se encuentran en la etapa final de preparación. Será todo un desafío para el jefe de Gabinete, que deberá poner a prueba su cintura ante una oposición que lo espera con el cuchillo entre los dientes.
PL/JJD
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