Martín Menem: “Hay voluntad de tratar las leyes y aprobarlas rápido, salvo en Unión por la Patria y la izquierda”
Aunque su apellido tiene linaje y peso histórico —es sobrino de Carlos Menem e hijo de Eduardo Menem—, Martín Menem (48) lleva en política tan sólo dos años. Es abogado y dueño de una empresa de suplementos para gimnasios. Recién en 2021 fue elegido diputado provincial en La Rioja y este año, diputado nacional. Con el triunfo de Javier Milei ascendió a uno de los puestos de mayor relevancia institucional del país: presidente de la Cámara de Diputados. Desde allí será el encargado de negociar con cientos de diputados y decenas de espacios políticos las voluntades necesarias para que las leyes que mande el Poder Ejecutivo sean aprobadas. ¿Lo logrará?
Él cree que sí. De todas maneras, dejó afuera de esa mesa de negociaciones posibles a Unión por la Patria y al Frente de Izquierda, que juntos suman 105 de los 257 diputados. Los 152 restantes forman parte de tropas con ideologías e intereses variopintos a los que Menem y Milei, a través de sus funcionarios, deberán acudir con perseverancia y creatividad.
En una entrevista que les concedió a los periodistas Hernán Cappiello y Juan José Domínguez en Radio Con Vos, el diputado riojano se refirió al ajuste que dispondrá en la Cámara, que empezó con la suspensión de la pauta publicitaria; a la trascendencia de su apellido y del predicamento de su padre en la función que ahora le toca cumplir.
—¿Cómo se ve usted ante este nuevo desafío de poder reunir el consenso para aprobar la ley ómnibus que enviará el Gobierno, con una fuerza parlamentaria que no llega a reunir mayoría propia?
—Nosotros llegamos hace muy poquito al Parlamento, somos 38, tal vez sumamos unas voluntades más dentro de nuestro espacio, pero lo que hemos venido viendo en esta primera semana de trabajo es voluntad de los otros bloques de acompañar todas las reformas que propone el gobierno de Javier Milei. Yo soy muy optimista respecto de conseguir los apoyos para sacar adelante este paquete de medidas que se está preparando, que esta semana vamos a tenerlo y vamos a poder estudiarlo en profundidad, girarlo en las comisiones y llevarlo al recinto lo antes posible.
—¿Qué puede decir del contenido de esta ley?
—Es una reforma muy ambiciosa que tiende a agilizar la economía, que está estancada hace más de doce años. Incluye varios ámbitos, por lo que tengo entendido, pero no he accedido al texto, con lo cual espero con muchas ansias poder sentarme junto con el bloque nuestro a estudiar y, desde la Presidencia de la Cámara, poder abrir un debate que construya, que sume, que pueda pulir incluso lo que está viniendo del Poder Ejecutivo para sacar las mejores leyes para la Argentina, que tan sufrida está después de veinte años consecutivos de esta catástrofe.
—¿De dónde se imagina que pueden venir esos apoyos?
—Salvo Unión por la Patria y la izquierda, en general yo he recibido manifestaciones de apoyo de los diputados, algunos en particular y también de los jefes de bloques. Muestran mucho interés y mucho entusiasmo. ¿Es que alguien quiere seguir con esta Argentina, estancada, que recibió Javier Milei, que viene de veinte años muy malos, han sido con inflación, que empezó con inflación del diez 10% allá por 2003 y hoy estamos en 150%? Nadie quiere vivir en esta situación. La gente está está tomando conciencia y todos los espacios políticos están tomando conciencia de que de esta manera no vamos a salir adelante. Hay dos pilares fundamentales para que esto pueda pueda cambiar.
—¿Cuáles son?
—El primero es tener estabilidad monetaria, que la Argentina la ha perdido, porque no hay posibilidad de progresar o de tener una economía normal si no tenemos estabilidad monetaria, si no sabemos lo que van a valer las cosas el mes que viene. Acá en Argentina no sabemos lo que van a valer mañana. Y el segundo, una vez adquirida la estabilidad monetaria, tener una economía ágil para poder brindar bienes y servicios de mejor calidad, para poder competir con el mundo, para poder exportar productos con valor agregado, y para eso necesitamos un montón de reformas que tienen que ver con ámbitos donde el Estado regula y se ha metido todo este tiempo y sólo ha entorpecido el normal transcurso de una economía libre. Entones, yo siento que hay una manifiesta voluntad de apoyo y creo que nos vamos a poner de acuerdo en el recinto para el quórum y luego para tratar las leyes y sacarlas adelante lo más rápido posible.
—En la restitución del pago de Ganancias por parte de los trabajadores y el cambio a la fórmula de movilidad jubilatoria, ¿ustedes están dispuestos a hacer algún tipo de concesión para esa negociación?
—Javier Milei está convencido de que siempre se deben bajar los impuestos. Estamos en una etapa de emergencia, [Sergio] Massa dejó una bomba de tiempo. Todo lo que se haga en esta etapa es totalmente circunstancial. Nunca vi a alguien con la convicción que tiene Javier Milei de transformar la Argentina como la tiene. Entonces, todo este tipo de reformas que vamos a llevar adelante, que vamos a impulsar desde el ámbito legislativo, más allá de que algunas cuesten o lleven un poco más de tránsito, tienen un solo fin. Y es agilizar la economía y bajar impuestos, a pesar de que por ahí en el corto plazo tengamos que tomar alguna medida de emergencia. La emergencia va a durar lo que tenga que durar, pero vamos a agilizar la economía. Y agilizar la economía es siempre apuntar hacia la baja de impuestos.
—Pero lo de Ganancias es justamente al revés.
—Por eso digo que se trata de una emergencia muy particular, que estamos viajando a cinco mil y pico por ciento de inflación, que la Argentina necesita por ahí cuestiones puntuales, que van a durar corto tiempo, pero para estabilizar rápidamente la economía y, en el futuro, ir equilibrando las cuentas para salir adelante.
—¿Marzo, abril, más o menos, o por ahí puede prolongarse más tiempo esta restitución de Ganancias?
—El tiempo no depende de uno. Las ganas y las ansias de salir adelante están puestas en hacerlo lo más rápido posible, pero hay cuestiones que tienen que ser zanjadas, superadas y ver que empiezan a bajar los números que han subido de manera escandalosa y son los números que están en rojo hoy, que están en uno de los peores registros de la historia de la Argentina y tenemos que ir hacia quebrar esos números. Una vez que mejore esa tendencia, seguramente vamos a aliviar el tema.
—¿Cómo es su plan de achicamiento del gasto en la Cámara de Diputados?
—La primera medida que se ha tomado, en los primeros cinco días de trabajo en la Cámara, que es un monstruo, ha sido que no vamos a agregar ningún tipo de recurso en lo que es pauta. Había más de $1.700 millones. No vamos a renovar ningún acuerdo. Además, pasan a revisión los gastos de viajes al exterior, que había bastantes, y están en estudio varias medidas más que tienden a recortar el gasto de la política, o sea, recortar algunos privilegios, o la mayoría, o todos los privilegios que tenga la política, para acompañar al Poder Ejecutivo.
—¿Eso significa reducción de personal, reducción de asesores? ¿Qué va a pasar con el canal Diputados TV?
—Hay que ser muy cuidadoso con lo que vamos a hacer porque la mayoría de la gente que está en la Cámara de Diputados es muy buena gente, que trabaja, que ha dedicado su vida, que dedica muchas horas [a su trabajo] y nosotros somos muy cuidadosos. Inescrupulosos hay en todas las áreas. Nosotros vamos a apuntar a ir separando la paja del trigo, como se dice, y no atacar sino cuidar al trabajador que trabaja siempre que no haya un trato desigual frente a la ley, que el que no trabaja no tenga los beneficios que el que trabaja, y ustedes saben de lo que estoy hablando. Pero hay que ser cuidadoso. Hay que estudiar cada caso en particular. Están todas las cuentas en revisión, no es algo que se hace de una semana a la otra ni de un mes a otro pero crean que hay una firme voluntad de trabajar para que la cámara funcione de la mejor manera, de la manera más eficiente posible y sin que haya ningún tipo de derroche de recursos ni de ningún trato desigual.
—Usted es hijo de Eduardo Menem, que ha sido presidente provisional del Senado 10 años. Más allá del parentesco, ¿está cerca de su gestión o no quiere saber nada?
—Más allá de ser mi padre y de tener un trato muy fluido y cariñoso, el tipo es una eminencia en Derecho Parlamentario. Todos los vicepresidentes, todas las legislaturas provinciales, estudian del tratado que hizo él de Derecho Procesal Parlamentario. Yo, también, soy uno más del montón que está estudiando y aprendiendo Derecho Procesal Parlamentario de él. Yo toda mi vida trabajé en el sector privado. Empecé en política hace nada más que dos años y dos meses. Fui diputado provincial dos años en mi provincia. Tomo muchos consejos de mi padre, que es el tipo más preparado en la parte de procedimientos parlamentarios. Voy a dejar la vida para hacer un buen trabajo adentro de la Cámara, presidiendo, siendo el árbitro de doscientos cincuenta y pico de diputados que también necesitan expresarse, porque son la más clara y genuina representación de todos los habitantes de la Nación.
—¿Su apellido lo ayuda o no?
—Tiene un poco de todo. Menem fue un presidente que estuvo 10 años. El actual presidente define, sobre todo al primer gobierno, como una de las mejores gestiones de la historia. Yo con mucho orgullo llevo el apellido y quiero honrarlo y reivindicarlo siempre, y tratar de poner mi granito de arena en el lugar que me toca, que esta vez es la Cámara de Diputados.
JJD
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