Milei se divorcia de Villarruel y no oculta que quiere “cerrar” el Senado en 2025
Completamente roto. Así podría definirse el estado del vínculo que por estas horas mantiene Javier Milei con su vice, Victoria Villarruel. El Presidente lo reconoció por primera vez hace un mes, durante una entrevista televisiva, cuando aseguró que la titular del Senado no tiene “ninguna injerencia” en el día a día del Gobierno. Sin embargo, fue el caso Kueider el que terminó de confirmar, descarnadamente, esa realidad insoslayable. Los pocos puentes que quedaban entre la Casa Rosada y la Cámara alta se dinamitaron por completo en el preciso momento en que Milei cuestionó la labor legislativa de quien fue su compañera de fórmula.
Fuentes cercanas al Presidente ya no ocultan su deseo más profundo: “cerrar” el Senado en 2025. “Si Victoria no se alinea, no sirve de nada tenerlo en funcionamiento”, deslizaron, sugestivos, ayer en Balcarce 50. Una definición que, sin embargo, choca con el extraño giro institucionalista esgrimido por Milei la semana pasada, cuando acusó a su vice de “atentar” contra la independencia de poderes al supuestamente haber ocupado simultáneamente dos cargos. “Argentina tiene un sistema republicano de pesos y contrapesos. Cuando yo viajo, automáticamente queda a cargo del Ejecutivo el vicepresidente”, argumentó en una entrevista con El Observador, dando a entender que la destitución de Kueider carecía de legimitidad.
La jugada de Gobierno de clausurar el debate parlamentario al menos en la Cámara alta es por demás temeraria: allí aún está pendiente la designación de los jueces a la Corte Suprema, junto con un sinfín de puestos en la Justicia federal. Milei envió los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para el máximo tribunal, pero sus nombres aún no avanzaron por la falta de acuerdo con el peronismo. Por las dudas, Villarruel ya avisó que a Lijo no lo quiere.
Además será un año de elecciones legislativas. Es habitual que en periodos de comicios la actividad parlamentaria disminuya, pero el libertario quiere ir más allá. El desafío es que también propone eliminar las PASO. Para ello debería acelerar las extraordinarias durante el verano.
El divorcio total de Milei con Villarruel se concretó el jueves pasado. Ese día, durante la sesión en la que fue expulsado el legislador entrerriano acusado de contrabando, la vicepresidenta estuvo al frente de la Cámara alta mientras Milei se encontraba en pleno vuelo hacia Europa. Una irregularidad ya que, se supone, debía haber estado ejerciendo su rol ejecutivo. El hecho generó acusaciones de invalidez por parte de las propias usinas oficialistas, que no dudaron en salir a acusar a la vice de “mentirosa” por aducir que el escribano a cargo del procedimiento le hizo llegar el acta que debía firmar recién a las 19. A esa hora, la actividad en el recinto hacía rato había finalizado.
Villarruel rompió el silencio este domingo, aunque sin aludir a Kueider. Lo hizo a través de su cuenta de X, donde buscó poner paños fríos al señalar que es “parte del espacio que gobierna” el país. “No estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el Presidente Milei me lo pida”, aclaró, en un gesto de buena vecindad, luego de que el mandatario argentino sostuviera desde Italia que “el que viene con agendas propias y no acata la línea del partido, es expulsado”. En los papeles, sin embargo, la vice no pertenece a La Libertad Avanza sino al Partido Demócrata, como indicaron desde su entorno para justificar el faltazo al acto de Parque Lezama, en septiembre pasado.
La lista de desencuentros entre Milei y Villarruel tiende casi al infinito y se remonta incluso hasta la campaña electoral. Pero un hecho reciente escenificó como nunca antes la agenda propia que ostenta la vice desde la llegada al poder de La Libertad Avanza: el viaje que emprendió a Europa a principio de octubre, con su correspondiente visita al Vaticano. El itinerario incluyó desde coqueteos en tono protocolar con la derecha española, hasta un encuentro privado, en Madrid, con la expresidenta María Estela Martínez de Perón, algo que constituyó un punto de inflexión para el “triángulo de hierro” presidencial.
Avanzada virtual
Hace tiempo que en Casa Rosada se dedican a resaltar los “errores” que habría cometido Villarruel desde que asumió al frente del Senado y la caída que, según voces del oficialismo, estaría sufriendo su imagen. Ahora, esa batalla de acusaciones se trasladó de lleno al plano virtual, donde los tanques digitales del oficialismo, comandados por el asesor presidencial Santiago Caputo, dieron rienda suelta a sus diatribas. El principal alfil de esa avanzada contra la vice, además de la diputada Lilia Lemoine, es el periodista español Javier Negre, uno de los dueños de La Derecha Diario, quien la acusó de “conspirar” contra su propio gobierno y de tenerle “celos enfermizos” a Milei.
A través de un hilo en X, Negre denunció que Villarruel “tuvo varias conversaciones con exdirigentes traidores de Vox para operar contra @JMilei y @KarinaMileiOk”. El español relató que lo contactaron para tentarlo a que se sume a “una campaña de desprestigio contra la pareja de hermanos”, pero que él se negó. “Querían convencerme de que debía de dejar de hablar bien del presidente y que tenía que escuchar la versión de Villarruel y apoyarla. Que ella es el futuro y que como empresario me sería más rentable”. Según Negre, la titular del Senado estaría financiando “un ejército de trolls” para atacar a los hermanos Milei y habría iniciado una depuración dentro de su equipo en el Senado, eliminando a quienes respaldan al Presidente en redes sociales.
La vicepresidenta calificó los dichos de Negre como “una difamación y una falta de respeto”. Y se dedicó a responder a varios de los que comentaron su posteo. Entre ellos, el del abogado Alejandro Sarubbi Benítez, uno de los integrantes del streaming Carajo que tiene como principal figura al Gordo Dan. “Victoria absoluta de las fuerzas del cielo. Y ni siquiera hicieron falta los dos carpetazos”, escribió, lo que motivó la réplica directa de Villarruel. “Por favor publiquen los ‘dos’ carpetazos. Estoy ansiosa por saber en qué hacen inteligencia sobre mi y mi familia. Voy a estar esperando la difusión de eso para hacer las correspondientes acciones legales entre ellas contra vos que fogoneás hacer inteligencia sobre los ciudadanos”, arremetió.
Otro que salió al cruce de la vice en redes sociales en las últimas horas fue Fernando Cerimedo, el fundador de La Derecha Diario y uno de los principales estrategas comunicacionales de la campaña de Milei en 2023. “Yo el cuentito de 'estamos juntos' no me lo como”, lanzó, en referencia la publicación de Villarruel, a quien acusó, tal como también lo hiciera su socio Negre, de pretender hacer “caer” al Presidente.
“No me jodan porque puse mucho como para que ahora los sueños húmedos de un grupo de peronistas y macristas sin cargo, los quieran materializar con ella”, advirtió, amenazante, Cerimedo, que acaba de ser imputado por la Justicia brasileña acusado de diseminar noticias falsas en relación a las elecciones de 2022 en el país vecino, causa en la que también está involucrado el expresidente Jair Bolsonaro. Soldado de una guerra en la que nadie parece estar demasiado limpio.
PL/MC
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