Tensión en la UCR: De Loredo se reunió con el Gobierno mientras se profundiza la interna radical

Mientras se dilata la fractura del bloque de diputados de la UCR, el Gobierno recibió este miércoles a su jefe, Rodrigo De Loredo, que estuvo acompañado de Roxana Reyes, Lisandro Nieri, Luis Picat, Roberto Sánchez y Soledad Carrizo. La reunión en Casa Rosada, de la que también participaron diputados de La Libertad Avanza y del PRO, tuvo lugar luego del encuentro de este martes en el que la bancada intentó contener a los sectores díscolos, que desde hace semanas vienen anunciado su salida en rechazo a la continuidad de los cinco radicales alineados con el oficialismo.

En el oficialismo aclaran que no tendrían problema en incluir en sus filas a los radicales Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Federico Tournier y Pablo Cervi. “Si los expulsan del partido, estamos dispuestos a abrirles los brazos en La Libertad Avanza”, deslizan en el entorno de Milei. Por eso, tentaron a los radicales “con peluca”, como se los llama jocosamente en el oficialismo, participaran en la habitual reunión con legisladores aliados que se realiza en Balcarce 50 y que hoy fue encabezada por el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán. Sin embargo, en la UCR se llegó a un acuerdo para que de la reunión de este miércoles participara De Loredo junto a los representantes radicales de la comisión de Presupuesto.

Los diputados que responden a Facundo Manes y a Martín Lousteau no asistieron a la reunión de ayer por considerar inútil que los diputados alineados a Javier Milei firmen un acta compromiso para respetar el reglamento del bloque. Los dos grupos se juntaron por separado en una oficina del Congreso. En principio: siguen exigiendo la expulsión de los cinco libertarios y agregan a esto discutir una reorganización del bloque. Básicamente piden ocupar la secretaría parlamentaria y rediscutir los lugares en los comisiones, con el argumento de que bajo la gestión de Soledad Carrizo en la secretaria parlamentaria se priorizó por demás al grupo de De Loredo y el gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, sin respetar el equilibrio interno.

Más allá de las disputas intestinas, en el radicalismo están buscando gestionar el reclamo universitario que tuvo a muchas facultades tomadas y con clases públicas o con paros. El partido está fuertemente interpelado, por la fuerte presencia de la Franja Morada en el estudiantado y la extracción radical de muchos de los rectores. “Nos dijeron que se podía aumentar [el presupuesto universitario] si bajábamos otra partida por otro lado, que es un poco la respuesta para todos los planteos de gasto”, indicaron a elDiarioAR desde la bancada de la UCR.

Interna sin fin

La virtual división en la UCR se provocaría no por la salida de los cinco “radicales peluca”, sino por la escisión que quieren llevar adelante una decena de correligionarios que no están de acuerdo con que el grupo que lidera el tucumano Mariano Campero siga en sus filas. Los acusan de “topos” del oficialismo. “Como los traidores no se van, nos vamos nosotros”, es la lógica que justifica el movimiento que harían las tribus que responden a Martín Lousteau y Facundo Manes. 

Este martes el bloque tuvo su habitual reunión semanal de bloque en el segundo piso del edificio de Congreso. Lo que se esperaba allí es que quedara en evidencia quiénes son los radicales que harán un bloque propio, ajeno al de Loredo, aunque la conformación del nuevo espacio no será automática. “No vamos a ir a la reunión porque van los pelucas. Se rompe, pero no se presenta en el acto el bloque nuevo”, confió una fuente parlamentaria.

La UCR tiene 33 bancas de las cuales cinco ya se pintaron de violeta. Además de Campero, acompañaron al Gobierno Martín Arjol, Federico Tournier, Luis Picat y Pablo Cervi. Este último tiene una posición más gris, porque se abstuvo de votar el veto presidencial contra la Ley de Financiamiento Universitario. 

PL/MG