Después de medio siglo de lucha, el aborto es legal en la Argentina
La espera duró 12 horas de sesión legislativa y duró, sobre todo, casi 50 años de lucha. En Argentina, desde este miércoles, abortar en condiciones seguras es un derecho y ya no un delito conminado a la clandestinidad, como ocurría hasta ahora.
En la madrugada, la Cámara Alta aprobó el proyecto de ley que había llegado al Congreso enviado por el Poder Ejecutivo de la Nación encabezado por Alberto Fernández: lo había prometido durante su campaña electoral.
El Senado dio 38 votos positivos, 29 negativos y 1 abstención a la iniciativa oficialista, y con esa media sanción se completó la aprobación que ya había recibido el visto bueno de la Cámara Baja el 11 de diciembre, tras unas 20 horas de debate parlamentario.
Era la segunda vez en la historia argentina que la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) llegaba al Congreso: en 2018 la Cámara de Diputados la había aprobado, pero el Senado había puesto su freno.
En aquel momento -y otras siete veces más- el impulso parlamentario había llegado de la mano de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una organización que desde 2005 empuja el reclamo en la calle y en las instituciones: el pañuelo verde que identifica a la Campaña se volvió emblema de este reclamo que también exige educación sexual y una política efectiva de distribución de anticonceptivos.
La ley que se aprobó esta madrugada en la Argentina prevé que la IVE sea legal hasta la semana 14 de gestación, y que el derecho deba garantizarse de forma gratuita en el sistema de salud público, privado y de obras sociales sin que pasen más de 10 días desde que se solicita. También habilita a que los profesionales de la salud se declaren objetores de conciencia en caso de no querer ejecutar la práctica, pero bajo la condición de que deriven a esa persona sin dilaciones a otro centro de salud.
En caso de que el embarazo sea producto de una violación o que ponga en riesgo la salud de la persona que gesta, el aborto es legal sin importar cuántas semanas de gestación hayan pasado, pero eso ya estaba legislado por el Código Penal de 1921 y ratificado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 2012.
Nada de eso cambia con la ley que acaba de aprobarse, que incorpora a la Argentina a los casi 70 países del mundo en los que la IVE es legal. En cuanto a Latinoamérica, hasta ahora Uruguay, Cuba y Guyana, junto a la Ciudad de México y el Estado de Oaxaca, son los lugares en los que ya fue aprobada la iniciativa. La flamante ley argentina la pone a la vanguardia de la región, dado que el máximo de semanas de gestación permitido en esas otras jurisdicciones es de 12 en algunos casos y de 8 en otros.
La IVE legal llega a un país en el que organizaciones como la Red de Acceso al Aborto Seguro (REDAAS) estiman entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos al año. “No es aborto sí o aborto no, es legal o clandestino” decían muchas de las pancartas con las que miles de adolescentes y jóvenes se acercaron este miércoles a la Plaza de los Dos Congresos de Buenos Aires a pasar allí las horas que hicieran falta hasta que llegara el momento de votar. Esa fue también la argumentación de varios senadores que dieron su voto a favor.
Del otro lado de la plaza, dividida por un largo vallado policial, pasaron la noche quienes se oponen a que el aborto salga de la clandestinidad. Hubo grupos parroquiales, misas, rezos en ronda, muchas banderas argentinas y un muñeco hecho de papel con forma de bebé que fue un emblema en estas manifestaciones. Eran muchos menos que las mujeres que exigían aborto legal del lado de la llamada “marea verde”.
Así, “marea verde”, se conoce a la enorme cantidad de mujeres que en los últimos años ocuparon las calles no sólo de Buenos Aires sino de muchas de las principales ciudades argentinas para exigir aborto legal, seguro y gratuito. Antes de ellas, otras mujeres ocuparon la calle: el reclamo por ese derecho empezó en 1973.
Aquel año, integrantes de la Unión Feminista Argentina (UFA) ya repartían volantes que decían “El embarazo no deseado es un modo de esclavitud. Basta de abortos clandestinos. Por la legalidad del aborto. Feminismo en marcha”. Apenas dos años después el Frente de Lucha por la Mujer también reclamaba ese derecho.
Tras la última dictadura militar, la recuperación democrática volvió a echar luz sobre esa reivindicación. Durante el primer Día Internacional de la Mujer tras el restablecimiento del Estado de derecho hubo una manifestación con volantes manuscritos que decían “No queremos abortar. No queremos morir de aborto”.
Pocos años después, en 1988, se formalizó la creación de la Comisión por el Derecho al Aborto. La integraban abogadas, médicas, enfermeras y antropólogas, entre otras mujeres. En 1992 esa organización encabezó la primera presentación de un proyecto legislativo que se proponía legalizar el aborto hasta la semana 12 de gestación.
El Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario, en 2003, resultó clave para aglutinar en un solo lugar a las mujeres que formaban parte de la Asamblea por el Derecho al Aborto. En una manifestación de ese año se usó por primera vez el simbólico pañuelo verde.
La potencia del reclamo desencadenó la creación de la Campaña Nacional en 2005: fue esa organización, que agrupa a activistas de distintas provincias, profesiones, edades, creencias y clases, la que encabezó las manifestaciones centrales que exigieron aborto legal durante los últimos 15 años.
Fueron las referentes históricas de esa organización, que andan por los 70, 80, 90 años, las que estuvieron ayer en los balcones del Congreso para ver cómo su lucha se convertía en ley. Afuera, empujando con la energía que da la juventud, la marea verde, que hoy festeja y descansa, pero que sabe que para las mujeres siempre hay otra lucha por delante.
JR
0