La increíble historia de Foto Estudio Luisita: desnudos, vedettes y figuras de la revista porteña en la mirada de una pionera autodidacta
Se llega después de bajar una escalera. Como hacían en los grandes escenarios de la revista porteña las vedettes, cómicos y figuras del espectáculo que se pueden ver en la impactante muestra fotográfica Temporada fulgor: Foto Estudio Luisita, inaugurada recientemente en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).
La exhibición, además de traer a escena un mundo de trajes, de brillos, de cuerpos deslumbrantes al desnudo y de un esplendor un tanto desfasado –además de poner en primer plano un fantasma contundente: la ciudad que ya no existe–, recupera el trabajo del Foto Estudio Luisita fundado por las hermanas colombianas Luisa y Chela Escarria.
Se trató de un espacio pionero en el rubro y diminuto, ubicado en un edificio de la emblemática calle Corrientes: el departamento familiar de estas mujeres, que emigraron desde Colombia a fines de los años ‘50 y montaron en su casa el lugar de trabajo.
Por allí pasaron, para ser inmortalizados por la cámara de Luisa –Chela luego se dedicaba a trabajar en el retoque manual de las imágenes– grandes íconos del espectáculo como las hermanas Ethel y Gogó Rojo y Mimí y Norma Pons; Tita Merello, Nélida Lobato, Nélida Roca, Amelia Vargas, Susana Giménez, Moria Casán, los cómicos Pepe Marrone, Alberto Olmedo y Jorge Porcel, o René Lavand, Atahualpa Yupanqui y Mariano Mores, entre muchísimos otros.
“Temporada fulgor propone, una vez más, revisar los cánones de las fotografía moderna y contemporánea a partir de un archivo afectivo y cargado de imágenes icónicas que forman parte de nuestra cultura visual: repensar los límites entre aquello que pensamos como cultural y artístico, y aquello que pensamos como masivo y comercial, entre la institución y todo aquello que habita en sus márgenes. Y hacerlo a través del disfrute con el cuerpo y con todos los sentidos”, explica a elDiarioAR Sofía Dourron, curadora de la muestra.
“Adentrarnos en el archivo de Foto Estudio Luisita nos permite no sólo volver a pensar la fotografía, sino también acercarnos a un fenómeno de la cultura popular tan importante como denostado: el teatro de revista porteño. Repensarnos como sociedad y como individuxs atravesadxs por estas imágenes que forman parte de nuestras identidades colectivas e individuales”, agrega.
La exhibición reúne por un lado fotografías –en su mayoría producidas entre los años 1964 y 1980– y por el otro negativos, contactos, diapositivas, fotomontajes y objetos de las hermanas Escarria, que fueron recuperados especialmente por Sol Miraglia, también mentora de la muestra, quien desde 2009, luego de descubrir el mundo fascinante de estas fotógrafas pioneras, trabajó con ellas, se dedicó a cuidar el archivo y en la actualidad lo impulsa desde su rol de albacea.
Las imágenes que se producían en Foto Estudio Luisita, tal como le cuenta Miraglia a elDiarioAR, terminaban en las marquesinas de los teatros de revistas, en los programas de mano y a veces en los medios gráficos. Para eso, luego de las sesiones que tenían lugar en el estudio/casa de las Escarria –con ese tono hogareño y artístico a la vez, con esa fusión que les impregna a las tomas un tono especial– llegaba el turno de los montajes y retoques manuales que se hacían en aquellos tiempos.
Desde fines de los ‘50 hasta 2007, el estudio funcionó con recursos muy limitados –Luisa contaba con su cámara Hasselblad, los elementos que había en el departamento y un espacio de apenas tres metros para los registros– y una premisa simple: retratar a actrices, actores, bailarinas, músicos y personajes centrales de la cultura popular argentina. De hecho, cuando el teatro de revistas clásico fue mutando hasta convertirse en un género menos esplendoroso, las Escarria siguieron trabajando, con retratos de modelos, músicos de la movida tropical y hasta mascotas y siempre de manera analógica.
En este sentido, Temporada de fulgor se encarga de plasmar también los procesos de trabajo, el detrás de escena entre las celebridades y lo casero: hay imágenes de vedettes con algunas de las mascotas de las Escarria, hay cables, plantas, ventiladores en tomas que luego van a ser retocadas y materiales descartados que dan cuenta de un universo muy particular.
“En estos materiales se evidencian también las condiciones espaciales y materiales que, en conjunción con el formato medio de la cámara, crearon un mundo mucho más complejo que luego Chela se ocupó de eliminar a fuerza de pincel para producir una imagen que sólo existe fuera del tiempo, en un mundo de fantasía”, detalla Miraglia en el programa de la muestra.
El documental
En 2009, y mientras estudiaba y trabajaba en un local de reparación de cámaras fotográficas, Sol Miraglia conoció a Luisita. Cineasta y fotógrafa, la joven quedó fascinada por el personaje. Tanto, que trabó con ella y su hermana Chela una amistad profunda, que la llevó a conocer la casa/estudio de las Escarria y a pasar varias jornadas con ellas. De a poco, Miraglia descubrió un tesoro guardado en ese departamento: miles y miles de negativos registrados durante casi cinco décadas de trabajo.
Más adelante, ya convertida en albacea del Estudio, decidió trabajar para hacer un inventario del material que permaneció escondido durante años. Su intención, de alguna manera, era recuperarlo y revalorizarlo con una relectura contemporánea. En un ambiente dominado en su mayoría por fotógrafos varones, Luisita y Chela, que venían de familia de fotógrafos y aprendieron algo de esa tarea gracias a su madre, que se dedicaba a los retratos sociales– habían hecho historia.
En 2018 Miraglia junto a Hugo Manso presentaron el documental Foto Estudio Luisita, un largometraje muy conmovedor donde, luego de casi cuatro años de registros íntimos, se puede ver en acción a Luisa, quien murió poco después del estreno, en 2019.
En la película, que está disponible de manera gratuita en la plataforma Cine.AR, hay testimonios de las grandes figuras retratadas en el estudio y se puede ver el armado de una muestra con algunas fotografías que se llevó adelante en el Centro Cultural San Martín.
“Cada una de esas fotos lleva un pedazo de mi corazón”, asegura Luisa, mientras mira las imágenes que ella misma capturó y repasa su vida. También habla Chela, que por su rol asegura ser “el lado oculto de la luna”.
AL
La muestra Temporada fulgor: Foto Estudio Luisita se puede visitar en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). Más información sobre entradas y horarios, aquí.
El documental Foto Estudio Luisita se puede ver en la plataforma CineAR de manera gratuita. Más información, aquí.
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